XIX

3.6K 395 23
                                    

Sebastián

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sebastián

Todos quedamos en completa ignorancia, nos llevamos una gran sorpresa al observar a Daniel sin ninguna herida, completamente recuperado. Tenía curiosidad, como todos, pero Alice no nos dio oportunidad de preguntar, después de la extraña actitud de ese hombre y su partida, ella decidió ir a su habitación y evitarnos.

Después de cenar cada uno fue a su habitación, intenté dormir, pero la ráfaga de emociones de esta noche y las dudas que rondaban por mi mente, no me permitían conciliar el sueño.

Una extraña sensación me invadió a plena madrugada. Miedo, angustia, desespero, creí que eran secuelas de la ajetreada noche que había tenido. Mi pecho de alguna manera dolía, me levanté y salí de mi habitación, no me sentía bien. Segundos después pude descubrir porque me sentía de esa manera. Era Alice. Caminé hasta su habitación, me recargué sobre su puerta. Se movía de un lado a otro. Su respiración agitada. Murmuraba algo y sollozaba. Encendió, por fin, la luz.

Me senté sobre el suelo, esperando que volviera a la cama e intentara dormir como solía hacerlo. Días habían pasado en los cuales me despertaba de la misma manera, con un dolor que no lograba entender. Ahora me daba cuenta que esas sensaciones no eran mías sino de Alice, algo que me desconcertaba, ¿Por qué sentía lo mismo que ella? Me preocupé, pues sus sollozos iban en aumento. En un momento de desesperación y valentía, me animé a tocar la puerta.

Alice

-¡Sebastián! ¿Qué haces despierto a esta hora? -estaba sorprendida, pero a la vez me sentía aliviada.

Sin responder, entró a mi habitación y cerró la puerta detrás de él. Me observó detenidamente. Bajé la vista y limpié mis lágrimas.

-¿Estás bien? -caminé hasta mi cama. Él me siguió y se sentó frente a mí. -No quiero molestarte, sé que la estás pasando mal, pero hace días he tenido una sensación extraña en el pecho, tengo temor y no logro dormir. Tal vez pensarás que estoy loco, pero pienso que me siento de esa manera debido a ti. Algo te sucede y me preocupa.

No sé cómo reaccionar con lo que Sebastián me acaba de decir. Siente lo mismo que yo, de alguna manera se lo estoy transmitiendo, pero no sé cómo lo hago.

-Tengo pesadillas, parecen tan reales que siento dolor, temor, angustia. Son terribles. Me despierto y lo único que hago es llorar-dije. Jugaba con mis manos con nerviosismo. Él las tomó y las acarició. Me invadió un sentimiento reconfortante-Y Aprovechando que estás aquí, quiero que hablemos sobre nosotros, sobre lo que pasó.

-Siendo sincero, no me siento listo para esto.

-¿Para esto? -pregunté confundida.

Alma De Un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora