Caso Interrumpido

11. Salgo de una y entro en otra

Mi primera clase del día era química, visualice a Caleb sentando en nuestro lugar de siempre. Estaba por caminar hacía el pero un brazo me jaló hacía afuera antes de que pudiera poner un pie dentro del salón.

- Yo solo quería disculparme por lo de anoche, no debí dejarte sola, total fui yo quien te invitó - habló Dalton antes de que pudiera reaccionar

Debido a su oficio lucía un pants rojo con letras a los costados junto con una playera blanca algo ceñida al cuerpo. Esta de mas decir que le quedaba estupendo.

- Tengo clase en este momento, ¿No crees que pudiste esperar para disculparte?

- No es lo único por lo que te busqué - hizo una pausa - También quería invitarte a comer hoy para compensarte.

- ¿Querías o quieres? - me crucé de brazos

- Quiero.

- Esta bien. Ahora déjame entrar al aula antes de que me manden con el director, de nuevo.

- Pasaré por ti a las 3 - se despidió con un beso en la mejilla

- Ni siquiera sabes donde vivo - dije casi en un grito mientras se alejaba

- Yo lo sé todo - se giró y me guiño un ojo

Una leve sonrisa se formó en mi rostro y por fin entré a la clase que me estaba esperando.
Como era de esperarse, ya había empezado y los demás a mi alrededor se encontraban tomando nota de lo que explicaba el profesor en la pizarra, antes de ser interrumpido por mi.

- Perdón por el retraso - dije mientras me situaba a lado de Caleb

- No hay problema Mily - contesto el profesor para después continuar con su clase con normalidad

Extraje mi material de la mochila y lo coloqué sobre el escritorio para imitar al los demás.

- ¿Mily? - preguntó Caleb en voz baja

- Créeme que yo también me saqué de onda

Transcurrió la clase, me mantuve en silencio tomando nota de los ejercicios. En ciertas ocasiones cruzaba miradas con el maestro y este me dedicaba una sonrisa de boca cerrada. Llegué a sentirme algo incomoda, hasta que concluyó la materia y todos salimos del salón.

De manera impresionante el pasillo se lleno de estudiantes en un segundo, debido a que todos a esta hora salen de sus aulas para dirigirse a la cafetería.

Todos parecen estar en sus propios mundos pero a la vez presentes. Cada individuo en este lugar es un planeta desconocido, nadie sabe con exactitud lo que pasa en este momento por sus mentes. Podrían estar pensando en la tarea, en problemas familiares, en algún chisme, o podrían estar batallando con ellos mismos en su interior.

A veces pienso en lo irreal que es estar aquí. Jamás en mi vida me ví a mi misma viniendo a esta clase de secuela, se suponía que después de la secundaria me tomaría un tiempo para viajar y experimentar, contarle mis aventuras a mi mejor amiga aun sabiendo que me reprocharía por mis acciones, pero al parecer el plan cambió. La vida carece de significado, pero siempre nuestra propia naturaleza nos mantiene en una permanente búsqueda de destino o propósito, el cual a estas alturas dudo de su existencia.

Tan consumida estaba por mis propios pensamientos que no me di cuenta en qué momento me quedé parada a la mitad del pasillo, inmóvil. Hasta que alguien chocó contra mi hombro provocando que su melena rojiza me abofeteara en la cara.

Giré sobre mis talones en busca de una disculpa que jamás llegó.

- Perdona, pero acabas de chocarme.