8. Estrellita ¿dónde estás?

35 5 0
                                    

Emily

Me separé de él sin decir nada. Me examinó por un momento y se fue a recostar en un camastro que estaba a un costado de la piscina, yo me quedé ahí parada mirando hacia el cielo.

Era una noche fresca, el aire frío me pegaba en la cara. En el cielo se podían ver una que otra estrella.

Cuando era pequeña, pensaba que cada estrella pertenecía a las personas que nos habían abandonado en la tierra. Esperaba a que anocheciera en el jardín para poder verlas. Me quedaba horas afuera hablándoles, esperando una señal como respuesta, hasta que mi mamá venía por mi y me llevaba a la cama, y antes de dormir miraba hacia la ventana y les deseaba buenas noches. Tenía la esperanza de que algún día esas estrellas bajarían hasta aquí y se convertirían en los seres que tanto extrañamos. Ahora ya no estoy segura de que sea así, no sé si ella se encuentre allá arriba mirándome, y aunque me cueste aceptarlo, sé que no regresará.

- Tienes razón, no te conozco - una voz interrumpió mis pensamientos

Limpié una pequeña lágrima que se había escapado inconsciente, y me giré para poder verlo.

Estaba acostado con las piernas cruzadas sobre el camastro, mientras sostenía un cigarrillo en sus dedos.

- ¿Y cuál es tu punto? - le contesté a Axel

- Pues que es una linda noche - hizo un ademan hacia el cielo - perfecta para conocernos

Resoplé y tomé asiento a lado suyo.

- ¿Que quieres saber?

Tomó una calada del cigarro.

- ¿En qué trabajan tus padres? - liberó el humo por la boca

- Papá es abogado, y mamá no trabaja, pero es su asistente y siempre lo acompaña en sus viajes.

- Y si ellos ya no están aquí, ¿Porque tú si?

- Yo me quise quedar, y ellos no querían que perdiera el año en la escuela.

- ¿Y no te importó dejar todo atrás, tus amigos?

- No es como que tuviera muchos amigos - empecé a jugar con la coleta de mi mano - al final no importa, todos formamos parte del pasado

Hubo un silencio. No diría que fue incómodo, ni agradable. Creo que solo fue silencio, que se llenaba con el ruido del aire.

- ¿Y tú qué quieres saber de mi? - tomó otra calada y la soltó

- ¿Que te hace pensar que quiero saber algo de ti?

- ¿Porque no querrías?

- ¿Acaso crees que por solo hacerte el héroe conmigo o el malote con tu cigarro me interesas? - rodé los ojos al ver su expresión afirmando mi pregunta - pues no es así

Estoy consciente de que hace un rato mencioné que el tenía un efecto sobre mi, pero eso es completamente involuntario. El hecho de que cause eso en mi, que la verdad no tengo idea de porque, no quiere decir que me importe, ni tenga interés en conocerlo.

- Pues tu te lo pierdes. Además, yo no era el que echaba miraditas - se refiere a cuando llegué

- No es mi culpa que tu fealdad interrumpa mi campo de visión

- Fealdad en tus sueños

- Mis sueños son más bonitos que tu

- Eso es porque yo no he estado en ellos preciosa - me guiñó un ojos

- Ni lo estarás - contesté girando los ojos

- Si sigues volteando así los ojos te quedarán chuecos

Caso InterrumpidoDär berättelser lever. Upptäck nu