CAPITULO 20

1.2K 127 12
                                    

CARLA

Los ojos de Jayden me observan cautelosamente, los últimos días hemos estado bastante unidos. Cada vez que puede me pasa buscando a la universidad y me lleva a comer en algún lugar donde pueda relajarme.

Los exámenes son cada vez más seguidos y los estudios me tienen verdaderamente mal.

—Hoy te ves hermosa, Carla— dice Jayden tomando mi mano con pertenencia. No puedo creer como en tan poco tiempo, él se ha ganado mi corazón.

—Gracias, cariño— le respondo, mis mejillas se sonrojan por el contacto tierno del chico que ha estado conmigo estos últimos meses.

Su presencia es tan importante para mí, siempre lleva una linda sonrisa en los labios y sus ojos irradian amor puro. ¿Cómo pudo alguien como él, fijarse en mí?

Así que se lo pregunté.

—¿Por qué estás conmigo?— le pregunté amablemente.

—Veamos una cosa, Carla— él se alejó un poco de mi, dejando un espacio prudente entre ambos—. Mi vida era un total desastre hasta me defendiste de Román y sus compañeros.

Román, el futbolista más codiciado del instituto... creo que salí con él un par de veces.

»Siempre me habías gustado, pero yo solo era el nerd del instituto, ¿Te ibas a fijar en mí?— una sonrisa melancólica abordó sus labios— Eras inalcanzable, hasta ese día que me hablaste. Me hiciste parte de tú grupo de amigos, hiciste que tus amigos, los que me odiaban, comenzaran a tener cuidado conmigo— se quedó mirándome—. Ayudaste a que quisiera ser mejor.

¿Dónde están las palabras que deberían salir de mis labios?

»Sé qué no eras la mejor, por mucho tiempo ví como lastimabas a otras para saciar tu soledad. Pero aún así te quise, por lo que eras y no por lo que demostrabas. Eres especial, Carla. Y siempre lo supe.

Jayden toma mi mano y deja un beso en ellas. La suavidad de sus labios me hacen estremecer.

—Eres una dulzura, Jayden— le dije ocultando una pequeña risita.

—Y tú eres lo que quiero en mi vida— se levantó un poco de si asiento y me besó la frente.

Con él todo se sentía tan romántico, siempre tan encantador. Era un ángel caído del cielo, una pequeña luz.

No puedo creer como puede quererme, sabiendo que tipo de persona soy. Nunca creí que eso fuera posible.

Me regaló la sonrisa más pura que alguien ha podido regalarme. Y comenzamos a elegir que íbamos a comer.

—¿Hoy tendrás que regresar en la tarde?— con esa pregunta, supe que se refería a la universidad.

—Si, iré a comprar unas guías de estudio sobre los tipos de transtornos mentales— giré los ojos con fastidio—. Amo lo que estudio, pero no me gustan los parciales.

Una sonrisa ladina se forma en los labios.

—Es el precio que se debe pagar para llegar a ser alguien en la vida— dice mirándome fijamente.

Pasan unos minutos en silencio, nuestra comida llega a la mesa y nos disponemos a comer.

—Gracias por todo, Jayden— le digo al terminar de comer.

—Por tí, todo— me respondió alegremente—. Eres la mejor acompañante que puedo tener.

Mis mejillas se ruborizaron y no pude evitar sonreír como tonta.

—Sabes que debo irme, ¿No?— le dije mientras que limpiaba mis manos con un pañuelo.

—Lo sé, cariño— respondió Jayden amablemente—. Si deseas te llevo al campus.

Amor de Noches © #1 (Corrigiendo)Where stories live. Discover now