CAPITULO 12

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Carla

Traté de calmarme, de verdad traté. Me encuentro en la casa de Jayden con el nebulizador en mi nariz calmando mi ataque de ansiedad.

El chico no se a separado de mi desde que llegó al estacionamiento y me encontró tendida en el piso tratando de respirar. Quiso llamar a una ambulancia y llevarme a un sitio de asistencia médica, pero me negué rotundamente. Sabía que me pasaba y el por qué.

Anthony.

Cada minuto que pasa puedo controlar más mi respiración, Jayden no ha parado de preguntar cómo me encuentro y que me ocurrió.

Cosa que no puedo responder, por el aparato que en estos momentos me genera un pequeño cosquilleo en la nariz por la entrada y salida del oxígeno.

Luego de los diez minutos de nebulización, el aparato indica queda hora de quitarme la mascarilla.

-¿Te encuentras bien? -dice Jayden preocupado- Si aún te sientes mal, puedes decirme. Te llevaré a un centro médico.

Niego débilmente con la cabeza, lo único que necesito en estos momentos es descansar y perderme en un sueño donde todo está bien.

-Tranquilo -dije con simpleza-, solo necesito dormir un poco.

-Espero que sepas que de aquí no me moveré-, el chico se acuesta a mi lado y sonriente dice-, buenas noches pequeña loca.

Sonrío y tomó su mano, es en ese momento donde me doy cuenta que ni Shad fué tan dulce conmigo, en los cinco meses que duramos.

Aquel chico moreno jamás le importé como lo imaginé, cinco meses de relación y estaba conmigo porque con su novia no podía tener sexo.

Fui su trapito, su lindo juguete. No puedo negar que en el comienzo era muy dulce, está atento y sensible. Cosa que cambió cuando llevábamos tres meses, llegaba con bultos en los ojos, no me escribía, no me llamaba, terminaba yo buscándolo

¡Oh, yo era la única aferrada a él!

Me doy un un zape, haciendo que Jayden se sobresalte a mi lado.

-¿Qué tienes, pequeña?- él me atrae hacia sí, mientras las lágrimas comienzan a empapar mis mejillas ya coloradas.

-Es... es difícil- respondo hiperventilando-, me di cuenta que me aferré a él... a él.

Un gemido de dolor sale de mi garganta. Las lágrimas mojan la sudadera de Jayden.

-¿De que hablas, nena?-seca mis lágrimas y con su mano en mi mentón hace que levante la mirada hacia él- Sea lo que sea, ya pasó, ya no estás con aquel ser, ni mucho menos estás sola. Hoy no, ni cada día que estés aquí conmigo.

Deja un recorrido de sus besos en mis mejillas y termina jugando con mi cabello.

(•••)

-Carla-dice una voz ronca-, despierta, mi niña- Jayden comienza a moverme de un lado a otro.

Abro los ojos perezosa, y me encuentro con sus ojos cafés súper llamativos.

-Hola, Jayden- su mano va a mi mejilla y me da una pequeña caricia.

No me he despertado completamente y ya mis mejillas arden.

-Te traje el desayuno, Carla- dice levantandose de la cama para ir en busca de una bandeja color plata, con unas tostadas, mantequilla de maní, y un jugo-, debes comer aunque sea un poco.

Yo me acomodo en la cama para poder recibir aquella bandeja.

-Gracias, Jayden- mi voz suena adormilada- ¿Qué hora es?

Amor de Noches © #1 (Corrigiendo)Where stories live. Discover now