CAPITULO 2

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Carla

Han pasado dos días desde que Annie, Andy y Anthony se mudaron. No ha sido para nada fácil, las gemelas no dan problemas, pero el mayor, se ha vuelto insoportable, deja un desorden por dónde pasa y ya ha traído a un par de chicas a la casa. No me impresiona pero debería por lo menos taparle la boca a aquella rubia escandalosa que tiene metida en su cuarto.

Son las 02:00 y no he podido pegar un ojo, porque nuestras habitaciones están juntas.

—¿Es que no se cansa?—murmullo mientras recibo un grito de placer por parte de la rubia como respuesta—, debería tan siquiera pagarle un hotel.

¿Alguien que me saque de aquí?

Ya que creo que no dormiré esta noche, por lo menos estudiaré un poquito, para el examen de mañana.

Me levanto con pesadez, busco mi laptop y comienzo a navegar. Lo cual no me funciona porque termino en Facebook viendo vídeos.

—Ni para estudiar sirvo— Suspiro cansada.

Cierro la pestaña, apago el portátil, salgo de mi habitación para ir por un vaso de agua. Camino por todo el departamento para llegar a la cocina, y lo veo.

¿Cómo chingados puede ser tan lindo? Está sin camiseta, mostrando sus abdominales trabajados y dónde se forma una "v" sus joggers no me dejan ver más allá, su cabello castaño claro está alborotado, impidiendo que vea bien sus ojos.

—Bu... buenas noches— mi tartamudeo lo hace sonreír. —¿Qué haces aquí?

Él se remueve dentro del refrigerador dándome la espalda, toma la caja de leche y un pedazo de pastel de chocolate.

—Oye, eso es mío— Giré los ojos.

—Oh lo siento, ya esto es mío— y sin más, el estúpido se mete un pedazo de mi pastel en la boca.

Lo odio.

—Eres todo un... un...— no se me ocurre nada—, un tonto.

Anthony suelta una carcajada dejando salir migas de pastes, se tapa la boca cuando yo comienzo a reír también.

—¿Sabes cuánto me costó ese pedazo de pastel? — digo con el entrecejo fruncido.

—Pues aproximadamente cinco dólares— se traga mi pedazo de pastel—, eso para ti no es nada, así que deja tu drama.

Molesta me dirijo hacia el refrigerador, busco el vaso y me sirvo mi vaso de agua.

Un silencio sepulcral se forma entre nosotros.

—¿Cómo va tu noche?— pregunta Anthony aún comiendo mi pastel.

Lo miro incrédula por su pregunta, ¿Cree que no lo escuché? Hijo de su...

—¿Pues como crees hermanito? Si hasta yo que estoy a tres puertas de tu habitación escuché los "ojhh, así, Antho sigue así" "ahhhh ¡más rápido!"Annie que apareció como un fantasma tratando de imitar a la rubia—, por lo menos tapale la boca, o tan siquiera besala. Si serás bruto— giró los ojos y se cruzó de brazos.

Andy camina hasta llegar a su altura y le da un golpe.

—No nos has dejado dormir Anthony, te agradezco que para la próxima...— Andy es la que habla ahora— mejor, que no haya próxima, yo te pago el hotel, solo no quiero escuchar a mi hermano follar.

—Tres contra uno—lo señalo— solo no quiero escuchar, sus gritos harán que mis oídos se quemen.

—Me vale una mierda lo que tres niñitas piensen— se cabrea—. Yo hago lo que me dé la gana. Solo dejen de meterse.

Amor de Noches © #1 (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora