Rumbo a la última batalla.

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Hello there! Pues si, acá un nuevo capi por fin jajaja, como pueden leer en el título, estamos a nada de llegar al final de esta historia, que actualmente es una de las que tengo terminadas y solo me falta editar los capis.

La flota imperial avanzó por la galaxia en un movimiento casi desesperado.

Lord Sidious sabía que si todos estaban juntos nuevamente, el poder de su enemigo crecía considerablemente. Era por eso que un ataque sorpresa era algo que ellos nunca esperarían.

Sin embargo, Anakin y Padme no habían estado en Tatooine todos esos meses solo recuperándose de sus heridas y atormentando a los Hutt, ellos se habían encargado de rodear toda la galaxia, dejando informantes, buscando aliados que los ayudarían en la gran batalla contra el imperio sith.

La rebelión no estaba sola, había muchos que querían luchar contra el imperio y solo les bastaba una motivación para hacerlo. Que Anakin Skywalker el héroe sin miedo luchara a su lado y que la Senadora Amidala, gran líder de la rebelión estuviera viva, era la motivación suficiente para todos esos aliados dormidos de la rebelión.

Ellos los despertaron, ellos los convencieron de luchar, y toda la galaxia respondería cuando fuera el momento. 

Y el momento era ahora.

El tiempo de los reencuentros ya había sido, el tiempo de alegrarse porque la vida seguiría para aquellos que portaban el suero, ya había pasado, ahora era tiempo de luchar, y todos estaban listos para eso.

Apenas la flota imperial avanzó, la rebelión se enteró, y aunque el pánico comenzó a invadir a algunos, los antiguos líderes estaban tranquilos. 

Padme fue nombrada inmediatamente como la líder de la rebelión, a pesar de que ella había sido una inquisidora, nadie más que ella tenía las palabras necesarias para dirigirlos.

Los jedi por su parte, aquellos que habían sobrevivido en todos los lugares de la galaxia, estaban allí y serían dirigidos por Anakin, el elegido de la fuerza, el guerrero de las sombras que los unió nuevamente.

Padme hablo a todos los aliados que estaban allí, a todos los que viajaban a la batalla, y a todos los que atacarían por las fronteras que ya habían sido definidas.

- Cada líder que ha vivido, ha escogido sus batallas, ha sabido cuando luchar, cuando retirarse, y cuando rendirse, hoy sin embargo nos enfrentamos a una batalla que es inevitable, una batalla que nos definirá como hombres y mujeres libres, muchos, han decidido rendirse ante el imperio, otros, como ustedes, han elegido luchar contra la tiranía para pelear por nuestra libertad y eso es lo que haremos hoy, no será una batalla fácil, pero lo haremos juntos, pelearemos como uno solo, y viviremos, o moriremos, pero lo haremos como hombres y mujeres libres, sean valientes, sean fuertes, hoy debemos luchar para soñar con una galaxia libre de la tiranía del imperio, hoy comienza nuestro futuro, y hoy comienza nuestra última batalla, que la fuerza los acompañe a todos!- dijo ella y pudieron escucharse aplausos y gritos desde todos los lugares de la galaxia donde su discurso era transmitido.

Las flotas avanzaron, y muchas personas que querían y soñaban con ser libres avanzaron con ellos.

Anakin sonrió orgulloso de ella, y preparó a los ejércitos de la rebelión. 

Vio a Rex y Ahsoka aceptar que su hija lucharía a su lado, y vio a Barris unirse a ellos junto con Trilla y Cal.

Vio a Hera y Kanan besarse mientras Ezra y el resto del escuadrón fénix los observaban con una sonrisa.

Vio a sus hijos acercarse a él y a Padme y los atrajo en un fuerte abrazo. Lucharían juntos, como una familia. 

Satine y Korkie también lucharían, aunque para Obi- Wan fue bastante sorpresivo ver a la duquesa de Mandalore tomar armas y prepararse para el combate. Se acercó a ella y le sonrió.

- Nunca esperé ver esto, tal vez morí y me hice uno con la fuerza- dijo él y Satine sonrió.

- Que sea pacifista no significa que no lucharé por la libertad- dijo ella sonriéndole. Korkie se acercó a ellos y sonrió. Aún no era el momento de que Obi- Wan supiera toda la verdad, no quería que sus emociones influyeran en su forma de luchar, aunque Satine no estaba tan de acuerdo con él pero respetaría su decisión.

Luke se sentía como un niño cuando su padre revisaba su nave, asegurándose de que no hubiera absolutamente nada mal con ella, y Leia se sentía también como una niña cuando Padme le daba algunos consejos para disparar en el halcón milenario pues Leia iría como artillera de Han junto con Chewie. Chewie por su parte prestaba atención, Padme había sido una imperial y sabía como derribar naves imperiales. Padme sonrió cuando vio a Sabine Wren tomando nota de eso también, y todos estallaron en carcajadas cuando vieron a Anakin bajar de la nave de Luke para ir a revisar la nave de Ahsoka, Cal, y Kanan. 

- Maestro- dijo Ahsoka en un gruñido infantil- Tengo una hija, no soy una niña ya- dijo Ahsoka mientras Anakin se aseguraba que la nave tuviera todas sus partes en forma, pues eran naves reconstruidas.

- Siempre serás una niña para mi sabionda- dijo él sonriéndole- Calibra los cañones, o terminarás disparando con menos potencia- le dijo y Ahsoka suspiró, era cierto lo había olvidado. Una niña, siempre sería una niña para su sobreprotector maestro, y curiosamente a pesar de lo mucho que se quejaba de ello, eso la hacía sentir como en casa.

Cal rodó los ojos cuando Anakin le dijo que su sable de luz estaba mal unido, y era cierto, cuando intentó cambiar la empuñadura, había juntado mal las cerraduras y fácilmente podía haber una fuga de energía. 

Kanan  no tenía problemas con su sable de luz, pero definitivamente tenía problemas para coordinar con Ezra, y finalmente Anakin le dijo a Kanan que confiara en los instintos de Ezra, que ambos debían confiar el uno en el otro para salir victoriosos de esa batalla.

Anakin subió al halcón y Han discutió con él todo el tiempo hasta que terminó dándole la razón, había un problema con la fuente de energía para pasar al hiperespacio, y por poco no se da cuenta.

Ni siquiera se acercó a la nave de Hera, porque ella sabía incluso más que él de naves, aunque ella y él tendrían que realizar ataques coordinados durante la batalla, Han no realizaría ataques coordinados con ellos, porque él se encargaría de dirigir la tropa que atacaría por sorpresa.

Todo estaba preparado para la batalla, pero Lord Sidious no lo sabía, porque ellos se habían asegurado de camuflar sus tropas.

Incluso los Hutt estaban allí ayudando, más por miedo que por honor, pero estaban allí también.

Se ocultaron en nebulosas, rutas comerciales, en lunas abandonadas y esperaron, y cuando la flota de Exegol llegó, solo encontró a un pequeño grupo de personas.

Lord Sidious creyó que ganaría fácilmente, pero cuando todas las tropas comenzaron a aparecer, supo que esa batalla sería la más grande del imperio también.

Ahsoka y Luke lideraban una misión secreta, sabían que la estrella de la muerte estaba en proceso de reconstrucción, y sabían que estaba operacional, debían destruirla antes de que pudieran hacerla operativa nuevamente y esperaban poder hacerlo bien juntos.

Rex volaba al lado de Anakin junto al escuadrón que ahora dirigía. Estaban listos para la mayor batalla de la galaxia. 

Solo un bando ganaría, no sería fácil, pero ellos sabían que vencerían.



El guerrero de las sombrasWhere stories live. Discover now