𝐒𝐓𝐈𝐋𝐋𝐇𝐄𝐓 || Dicen que la palabra es un arma, por eso el silencio es un escudo
【 Todos tenemos miedo a
algo, Astlyr, a que suceda
lo mismo que en el pasado.
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|| No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor ||
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Miedo sería la palabra correcta a lo que estaba sintiendo. Juliette pudo percibir con facilidad la gran preocupación creciente en su querida compañera y amiga, y podía entenderlo a la perfección, tras oír el plan que tenían esos cinco jóvenes a voz de la castaña le hizo temblar de emoción y temor.
Temor a lo desconocido, emoción a la libertad.
Solo pudo acariciar la espalda de la ojidorada con suavidad en busca de consolarla, ambas observando como las figuras se iban de la pared al otro lado del risco.
—Astlyr —. Nombró Juliette. —Debemos de hablar con Matilda.
Pero la mujer nombrada no dijo nada y se dio media vuelta en dirección a la casa, la pelirroja suspiró y la siguió por detrás sacando su reloj comprobando que ningún niño haya visto la curiosa ida de los adultos. Aliviada se sintió al ver todos los puntos moviéndose por la zona permitida y delimitada del gran bosque construido para ellos.
Les tardó casi una semana entera poder llegar al refugio donde se encontraron con los demás que ansiosos esperaban su respuesta, Emma dio un paso al frente y sonrió con esperanza.
—Tenemos la vía libre para ir al mundo humano —. Afirma trayendo esperanza y nerviosismo, pero vuelve a hablar, dirigiéndose especialmente a todo aquel que conoció al par de demonios, Musica y Sonju. —Pero no quiero abandonar este mundo sin destronar antes a la realeza.
Y esa confesión fue el inicio de todo.
Los chicos de lambda ya mejorados de sus enfermedades gracias a Vincent, miraron instintivamente a Drake quien asintió concordando con lo que decía la pelinaranja, Barbara fue la primera en hablar.
—Esperé este momento por años —. Dijo la mujer.
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En Grace Field todo se encontraba tranquilo, cosa que inquietaba aun más a Astlyr que esperaba ansiosa alguna señal, por más mínima que sea, hasta de parte de Peter y hablando de Ratri, el par de gemelos albinos se encontraban preparando una maleta para ir a la mansión Ratri, como le llaman para poder ir a sus tutorías necesarias para en un futuro mantener en orden todas las granjas humanas, pero antes de hacerlo la voz de su madre les detuvo.
