-¿Ella es su hija?

Apenas tenía 24, ¿Cuándo la habría engendrado?

Con una voz bastante baja respondí, aunque no era necesario, la poca gente que había en el lugar se fue, al parecer venían juntos.

-N-no, es... ella es mi esclava.

Me arriesgaba bastante diciéndole eso a aquel hombre desconocido, esta ciudad no es tan grande, el rumor del "doctor que tiene una esclava" volaría en este lugar, aún así si lo ocultaba de seguro sería peor.

El hombre habría los ojos como platos, solo había una cosa por hacer, y talvez debería hacer algo de soborno.

-¿Puedo pedirle un favor?

Iba hacerle un pedido a este hombre, el tomo mi atención.

-Quisiera que lo que le acabo de decir no lo sepa nadie más.

El hombro puso una mano en su barbilla mientras miraba al techo.

-Bueno, no lo sé... sabe tengo una memoria muy buena, pero usted sabe, podría olvidarme de lo que me contó con algún poco de...

-Espere, tengo algo aquí que puede hacer que olvidé lo que dije.

No deje que el terminará, saque mi billetera y de ahí algo de dinero.

Puse el dinero en la mesa, el hombre no contó la cantidad y guardo el dinero en su mandil.

-Oh... ¡Bienvenido! ¿Que se le ofrece?

Levanté una de mis manos y señale a la lista que estaba en sus manos.

-La lista...

El hombre volvió a ver la lista... el la leyó un momento y volvió a mirarme.

-Ahora mismo preparo sus cosas....

El hombre se dio la vuelta y se acercó a la estantería, el empezó a preparar las cosas que pedí... el dinero puede hacer olvidar recuerdos, o al menos funcionó en este hombre.

-¿Puedo preguntar algo doctor?

Mientras esperaba pacientemente el hombre me dirijo la palabra.

-Si, supongo.

Le respondí al hombre...

El puso una bolsa enzima de la mesa, en esa bolsa estaban los productos que pedí.

-¿Le hizo algo a su esclava? Ya sabe, algo malo.

La pregunta me puso bastante incómodo, le di dinero a este hombre para que no recordara nada, ahora me está sacando más información para que yo quedé mal a los rumores de la gente... eso es lo que creía.

-No, la trato muy bien.

El hombre abrió la bolsa y puso una lata de comida para perros en el.

-Que se considérese un regalo de mi parte.

Me acerqué y mire dentro de la bolsa... si, era una lata de comida para perros.

¿Acaso quiere que le dé de comer eso a Sylvie? Que clase de persona tendría que ser este hombre.

Cerré la bolsa sin preguntar nada, no quería ponerme más incómodo.

-Bueno muchas gracias... tenga.

Saque el dinero que cubría los gastos y se los di al hombre.

El hombre sacó el cambio de su mandil y me lo dio.

-Vuelva pronto.

-Si, talvez vuelva.

Levanté mi bolsa y la agarre con ambas manos, el peso no era mucho, aún así es incómodo llevar esto, empecé a caminar hacia la puerta de salida mientras Sylvie seguía sosteniendo mi camisa.

Cuando estaba saliendo el hombre agarro uno de mis hombros... me detuve y mire hacia atrás solo moviendo mi cabeza.

Como se acercó sin hacer sonido, y tan rápido.

-¿...? Qué pasa....

Pregunté arrogantemente al hombre.

-Tienes que olvidar a los muertos y cuidar a los vivos.

-¿...? ¿podría soltarme?

-Puf, jajajaja.

El hombre se puso a reír, me estaba sintiendo bastante incómodo, el estaba demasiado cerca lo cual hacia que Sylvie apretara más mi camisa... ella estaba asustada.

Finalmente el soltó y se alejó... al lugar entraron más clientes mientras yo me alejaba de ahí.

...Que hombre más extraño.

Sylvie y yo nos sentamos en un banco, atrás de nosotros sonaba el agua de la fuente...

...Ahora... ¿adonde debería ir?

Mire a Sylvie, tenía la mirada en el suelo...

-Sylvie....

Sylvie levanto su cabeza y me miro.

-Digame amo....

-Sylvie... ¿te pone nerviosa la gente?

Sylvie volvió a bajar la mirada.

-Así es... la gente me pone muy nerviosa.

Lo que tenia que hacer es comprarle ropa, pero las tiendas de ropa está en el centro...

Me puse a pensar un poco, si hago que camine por la calle principal se pondrá bastante nerviosa y ansiosa...

Conocía una ruta para llegar al centro de la forma más discreta, era un callejón donde no pasaba casi nadie... cuando venía de compras con mi madre solíamos ir por ahí, pues en la calle principal unos hombres empezaron a molestarla, eso paro cuando llegó mi padre de su viaje y fue a encargarlos, lo que se es que se peleó, cuando regresó tenía alrededor del ojo derecho morado, ¿Quién habrá ganado la pelea? Nunca me lo contaron.

Teaching Feeling: Watashi No Chīsana Dorei Vol.1 Vol.2 (CANCELADA)Where stories live. Discover now