Solo Una Primavera (Libro 2) - Victoria Vílchez

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◆1. La presencia de Lea lo calmaba de una forma que no lograba comprender.

◆2.Jared contemplaba como una persona a la que quería se deshacía ante sus ojos y él no podía hacer nada por evitarlo.
◆3.No podría culpar a Jared si descubría la verdad y decidía no tener nada que ver con ella.

◆ 4. Eres tú la que tiene que perdonarse; igual que yo tuve que perdonarme a mí mismo.

◆5.Tal vez no pudiera comenzar a ser otra persona —alguien mejor— si no admitía el error que había cometido y asumía las consecuencias.

◆6. Los recuerdos, buenos o malos, son parte de lo que somos; duelen a veces, o pueden empujarnos a seguir adelante.

◆7.Lea ya no quería olvidar, quería perdonarse a sí misma e intentar no volver a fallar a las personas que la querían.

◆ 8. —¿Me dejarías que volviera a besarte? —exhaló él—. Porque es en lo único que puedo pensar...

◆9.Era dulce y estaba hambriento, y ella también lo estaba. De él. De sus sonrisas torcidas y sus besos anhelantes, y de los suaves roces que se convertían en caricias incendiarias.

◆10. Jared la besaba con una ternura deliciosa, pero también con la voracidad del que cree que no va a tener otra oportunidad.

◆ 11. Había situaciones que no eran justas, la vida no era justa, y en muchas ocasiones a las personas buenas les pasaban cosas demasiado malas.

◆12. —Todos cometemos errores, Lea. No puedes castigarte por eso.

◆13.Todos necesitamos apoyarnos en alguien en los momentos duros.

◆14.Se estaba enamorando de él, algo que la aterraba; más aún cuando era consciente de que puede que no estuviera en proceso de enamorarse, sino que aquello ya había pasado.

◆15. —Pensaba que saltarías sobre ella y le dirías que soy tuyo o algo por el estilo —se burló él.

◆ 16.Su abuela le había dicho en innumerables ocasiones que debía tomar las decisiones sobre su vida guiándose, no por la cabeza o por las aspiraciones y deseos de los demás, sino por el corazón y lo que él realmente deseara. «

◆ 17. ¿Tan bruja había sido en el pasado? Sí, sí que lo había sido...

◆18. ¿Se había movido por puro interés y despreciado a la gente sin pensárselo dos veces? Aquel era un espejo en el que se estaba viendo reflejada y la cuestión era que, aunque se le brindara la oportunidad, Lea no quería volver a ser como antes.

◆ 19. —Es agradable saber que echas de menos mis besos —le susurró, y sus labios se rozaron con cada palabra—. Porque yo he echado mucho de menos los tuyos.

◆20.Cada suave roce de sus labios era una tortura excitante a la que resultaba casi imposible resistirse.

◆ 21. Lea lo hacía sentir débil y a la vez fuerte.


◆22.le recordaba que no quería olvidar. Nunca. Y que había recuerdos que merecía la pena forjar, los llevara donde los llevase la vida después.

◆ 22. él se había aprovechado de ese pacto no escrito que se da entre dos personas cuando deciden estar juntos.

◆23. Exploraba su boca con una voracidad exigente y deliciosa, a la vez que sus caricias empujaban a Lea más y más hacia ese abismo que poco antes había avistado en su interior. Y ella quería caer, lo deseaba con todas sus fuerzas.

◆24. lo sentía como si fuera la maldita gravedad que anclaba sus pies al suelo.

◆25. sé que te lo han hecho pasar mal, y no quería forzarte a hablar de algo que te hace tanto daño.

◆26. Me gustas, Lea, me gustas de una forma que no soy capaz de explicar siquiera.

◆27. Lea. Esto es real. —le dijo, y soltó una risita nerviosa, casi desquiciada—. Muy real. Tanto que me asusta.

◆28. había crecido escuchando a su abuela decirle lo importante que era la familia, que debía cuidar de sus hermanos...

◆29. No deberías renunciar a lo que te gusta por nadie; ni siquiera por tus padres.

◆30. Jared olía a tierra mojada, bosque y lluvia, y a esa libertad que parecía acompañarlo allá a donde iba.

◆31. Cada toque, cada caricia que le brindaba, la llevaba más cerca del abismo. Nunca había deseado tanto saltar como en ese momento.

◆ 32. anhelaba sentirla a su espalda en la moto, los brazos en torno a su cintura y el cuerpo apretado contra el suyo. La deseaba acurrucada contra su costado, con la cabeza apoyada en su pecho mientras le hablaba de sí misma, de su familia, de sus sueños o del maldito tiempo... No importaba.

Frases del Olimpo. Vol 4Where stories live. Discover now