Cabaña +18

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Como dije en un principio no soy muy buena escribiendo cosas +18 así que me perdonan :'3 y otra cosita que es un especial día del papá >:D 







Después de estar 4 meses sin verse debido a los trabajos que la ONU les dejaba al fin Canadá y Alemania podrían verse en la cabaña que estaba en Berlín muy bien escondida y que solo ellos dos sabían donde estaba.
Solo podían hablar por llamada pero, no era lo mismo a que hablar en persona, pasar el rato juntos, comer juntos y así.

Alemania ya había llegado a su destino estacionó el carro y bajo de él para respirar aire puro sin contaminación alguna se estiro para poder estar mas cómodo, 1 hora manejando había sido cansado no mucho pero si se cansó, bajó de la cajuela su maleta de ropa no estaba tan pesada así que no tuvo problema en llevársela arrastrándola. Abrió la cabaña ya que la puerta tenia llave hace mucho tiempo que no venia aquí le traían muy buenos recuerdos y uno que otro malo, encontró la foto que le iba a dar a su papá el día de su boda pero no la encontró por ningún lugar de su casa ahora que recordaba la había dejado aquí y se olvidó de ella por completo, ya tendría tiempo de llevársela a su papá.

Subió a las habitaciones de arriba tenían mucho polvo las sábanas, los roperos, las lámpara y telarañas también había, tenia mucho que limpiar antes de que el canadiense llegué. Dejó la maleta en el suelo de la habitación y fue por las cosas para limpiar el polvo que había, lo curioso es que solo era esa habitación con mucho polvo ósea la suya, no dormía con Canadá tenían cada uno sus cuartos para dormir solo en ocasiones Canie iba a dormir a la suya cada que iban siempre dormía con el Alemán. Acabando de limpiar todo lo que tenia polvo guardó otra vez las cosas en su lugar, revisó su celular para ver si tenia una notificación del hoja de maple pero no tenia nada de nada, ni llamadas, ni mensajes de texto, eso lo preocupó mucho Canadá siempre le avisaba donde venia, salió de la cabaña y justamente su pareja estacionaba el carro a un lado del suyo.

Canadá: -baja rápidamente del carro, corriendo al alemán, una vez cerca del él lo abrazó y fue correspondido- te extrañe mucho Ale

Alemania: -abrazando al hojita de maple, mientras que una mano acariciaba su cabello- y yo a ti Canie, no sabes la falta que me hiciste -lo miro a los ojos para después chocar su nariz con la del maple en movimientos de un lado a otro de forma tierna- por fin te tengo aquí conmigo después de tanto tiempo Canie

Canadá: mi Ale, te extrañé mucho mucho -comenzó a darle besos por toda su carita- ya no quiero separarme de ti

Alemania: vamos adentro amor, vamos por tu maletas y después hacemos de comer algo rico ¿si? -tomo de la cintura al canadiense para ir a la parte de atrás del carro para  ir por la maleta del chico e ingresar a la cabaña- bien vamos a la cocina para cocinar algo solo tú y yo

Canadá: siii, ven corre -tomó la mano de su pareja y se lo llevó para la cocina-










Canadá: -se acuesta en el sillón boca a bajo- me canse mucho, me voy a mimir un rato ¿puedo? -alzo su mirada para ver al alemán- ¡es más! Me voy a mimir con Ale mi novio -fue a arroparse con el alemán pero lo que provocó fue que ambos cayeran al suelo, él encima del alemán- perdón creo que me pase -se trata de levantar pero el alemán se lo impide tomándolo de la cintura pegándolo más a él- ¿A–Ale? ¿Qué hac.... Mgh~ -no terminó de preguntar ya que fue besado por su pareja, las manos del contrario fueron a dar adentro de las ropa del canadiense comenzando a acariciar la espalda del hoja de maple-

Alemania: C~canie.... -entre beso que daba decia solo una palabra, ya que no quería separarse del beso que le estaba dando al canadiense- nece~cesito.....acert~terlo

Canadá: yo~ mgh~ ah~ Ale~..... Te necesito~ -seguían en el suelo besándose y acariciándose entre los dos-

Pero a no ser de un celular que comenzó a sonar, llamada a lo que ambos tuvieron que levantarse, Alemania fue a contestar la llamada de su celular, Canadá se dejó caer en el sillón boca a bajo, estaban a nada de hacerlo y no se a quien se le ocurrió interrumpirlos con aquella llamada, pero bueno ya no podían hacer nada hasta que tuvo un antojo así que fue rápido a la cocina para ver que comía.

Cortos AlecanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora