Capítulo 9: Carta del pasado

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     Liam

     Me monto en el coche que robé esta mañana, en el asiento trasero se encuentra Elena, observa a la chica a través del retrovisor frunciendo los labios con fuerza a medida que nos alejamos cada vez más      –. ¿Se encuentra bien?      – pregunto por cortesía conociendo de antemano la respuesta.

     – Sí lo estoy, es solo que ...

     – A sido una semana difícil    – concluyo por ella pudiendo imaginar lo que crea realmente la dificultad.

    
     – Sí, exacto      –. Exhala dejándose caer en el respaldo cuando ya no alcanza a verla      –. Creo que la echaré de menos… a Lis, sé que te debe sonar tonto, pero hay algo en ella que … no lo sé. Creo que podríamos ser grandes amigas     – intenta darle una explicación a su confesión como si no fuera evidente el que le haya agradado de más, porque no debería, nuestros mundos nunca deben cruzarse, aunque ella no sea tan distinta a nosotros.

     Me guardo la sonrisa al verla titubear      –. Yo también lo creo, es una buena chica, al igual que usted.

     – Ella es como nosotros, su lugar debería ser con nosotros en la escuela     – se atreve a confesar esperando una respuesta de mi parte mientras la impaciencia la lleva a inclinarse hacia adelante.

     – Esa no es nuestra decisión, tendré que reportar todo cuando llegue a la Ciudadela     –. Leo sus intenciones al despegar los labios y atajo el tema antes de que se haga expectativas equivocas que puedan defraudarla      –. Ni siquiera ellos pueden llevarla si ella no lo desea.

     Elena no parece contenta con mi respuesta, pero al menos no rebate, sino que vuelve hacia su asiento recostándose en el espaldar de este      –. Vi que le dio la daga     –. Su mirada se une a la mía a través del retrovisor     –. ¿Cree que estará bien?

     – Por supuesto que sí, es fuerte, valiente y tiene un gran poder, usted lo vio   –. Espero que eso alcance para que se encuentre a salvo, pero esos pensamientos los reservo para mí manteniendo el cuidado de no mostrarlos, ya que ella está atenta a cada gesto que hago en cuanto al tema.

     Elena tiene tantas dudas como yo, ¿quién es ella y cómo es posible que tenga tanto poder?

      Espero que la señora Helen tome en serio lo que le dije, pero por su expresión puedo adivinar que no será así. 
    
     «Sé que no lo desea, pero ya es hora de contarle la verdad, sobre todo después de esto, o sus secretos le pueden costar la vida de ella     – le hablé en cuanto me detuve a su lado sabiendo que era el momento idóneo de hacerlo o se volvería a escabullir, el único motivo de que se mostrara era que no quería que le siguieran revelando detalles a Lis. Sabía que nos escuchaba, pero no intervine para ver hasta dónde era capaz de aceptar que le dieran información      –. Por lo visto, ha logrado mantener sus poderes ocultos hasta de ella, con un hechizo de contención. No sé cómo, pero logró romperlo y ambos sabemos que su magia, que no es poca, se ha acumulado a lo largo de estos años      –. No tenía sentido que me lo negara, a mí no puede engañarme como a ella»

     – Tenía tres cuando lo contuvieron, ya hace 22 años      – musitó, perdida en sus recuerdos.

     Quedé asombrado, jamás pensé que fueran tantos años, todo este tiempo pasando de ser percibida entre los humanos, como si fuera una de ellos.

     – Eso es peor, si utiliza su magia, ese poder que acumuló la consumirá     –. Siquiera entiendo cómo sobrevivió al quiebre del hechizo de contención, el revote que provoca es demasiado peligroso, y aun así ella lo controló con facilidad     –. Por el bien de ella debe contarle o de lo contrario … ya sabe cuál es el final.

La flor de LisWhere stories live. Discover now