Capítulo 27: Entre confesiones y otras cosas...

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No puedo dejar de frotarme la mano. ¿Cómo es posible que tenga tantas terminaciones nerviosas en un solo lugar? ¿Siempre han estado ahí, o simplemente se encienden cuando les da la gana?

Sí. Debe de ser eso. Seguro hasta mis terminaciones nerviosas son un desastre, y tan tercas como yo. Esa tiene que ser la respuesta, de lo contrario, me desmayaría con solo abrir los pestillos de las puertas.

River quiere que nos sentemos en la fuente. Me lo dice y mis pies salen disparados en dirección al condenado querubín. ¿Por qué hago eso? ¿Por qué me adelanto como si no me importara estar a su lado? Ni idea. Ya no se nada.

«Alba, eso no es cierto. No te mientas. Hay algo que sí sabes, y muy bien».

Su contacto se sintió maravilloso. No solo me tomó de la mano: River acarició mis dedos. Me sentí tan contenta, dejándome llevar adonde él quisiera ir.

¿Cómo puedo gustarle? Con mi cuerpo y mis curvas. Ni idea. Vuelta a no saber nada. Mierda.

—¿Alba? —Su voz ronca me devuelve a este momento, a esta fuente con sus gotitas ruidosas, y a la cercanía de nuestros cuerpos. Estamos sentados y sus largos dedos están a centímetros de los míos. Soy tan cobarde y tan ridícula. Le dije que quería irme del instituto con él, se lo dije. Y aun así, no puedo extender mi mano y tocarlo.

—Sé que ya te pregunte, pero... Por favor, no estés enojada conmigo —Lanza un largo suspiro y me parte el alma. Se ve tan preocupado, tan hermoso. Y yo, soy tan...

«Basta, Alba. Deja tus inseguridades de lado. Él está aquí, contigo. Dile algo, o perderás el único segundo de tu vida que ha valido la pena en este remolino de tristeza que te persigue sin tregua».

—Nunca podría enojarme contigo. Nunca de los jamases —Me esfuerzo por no mirarlo a los ojos, pero la necesidad de hacerlo se apodera de mí y levanto la vista.

River me está sonriendo de oreja a oreja, esa mirada azul infinita toda para mí. Un maldito incendio forestal quema mis mejillas.

—¡Ah, si lo dices así, te tengo que creer! —Ríe abiertamente, y es tan contagiosa, que no puedo evitar hacerlo yo también.

—¡Tremenda frase célebre! —comento, entre carcajadas.

Acerco mi mano a la suya, pero el miedo puede más y la detengo a un milímetro de distancia: cerca, muy cerca.

River me regala otra de sus sonrisas torcidas mientras tira suavemente de un mechón de mi cabello. Suelto un jadeo de sorpresa y él se lame su labio inferior. Se da cuenta de lo que me provoca, y se queda quieto, mirándome a los ojos con una intensidad que me corta el aliento. Le sostengo la mirada con toda la valentía de la que soy capaz, aterrada de arruinarlo todo.

—Creo que nunca había estado en este parque —me dice, acercándose lentamente. Examina los alrededores, pero su mirada vuelve a mi rostro en una fracción de segundo. Ladea la cabeza, y sus rulos caen hacia un costado de su frente. Es tan jodidamente sexi que duele—. Y tenemos nuestro chaperón y todo.

Se refiere al angelito rechoncho, que sigue ahí, mojando nuestras manos con las gotas de su arco y flecha. El silencio vuelve a nosotros, y me carcome. No quiero que me lleve mi torbellino, no quiero alejarme de él, así que le escribo una carta en mi cabeza.

Querido River,

Adoro tu pelo, y te adoro a ti. Pero lo que más me gustó es que me llamaras tu novia delante de todos. Fue repentino, no te voy a mentir. Pero eres tan condenadamente hermoso, con tu espalda ancha, tu boca y tus labios deliciosos y yo... Yo necesito decirte algo, porque esta carta se va a volver pornográfica muy pronto.

Abro mi boca para decirle lo que sea y él me interrumpe.

—Perdona por llamarte mi... Bueno, ya sabes —. Se aclara la garganta con nerviosismo, y muerde su labio inferior. Veo como traga con dificultad y su nuez de Adán se mueve al compás—. Yo solo quería defenderte de todos. Y—mierda, Alba, también quiero que seas mi novia.

Sus palabras me dejan sin respiración. Solo puedo parpadear y sonreír como una idiota.

—Dime algo, no seas así. ¿Quieres serlo o no?

—River... E-Estás segu— Y entonces sucede: sus manos vuelan a mi cuello, prendiéndose de mi nuca y mi cabello con una intensidad implacable. Su boca se estrella contra la mía y es así como River Allen Torres me besa por primera vez.





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N/A

kjfvkfjvekfveubvi!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¿A qué no saben como se llama el capi de mañana?

¿Lo adivinan? Buenooo, se va a llamar: El beso 

ijijiijijijijijiijijijijijijijijijiijijij

CUENTEN TODO SI LES GUSTOOOOO

Los amoooo 💋🍫


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