He is my son [kookmin] AU

•74 | FINAL

La puerta del garage se abrió rápidamente y fue Lisa quien apreció—Woo, nos encontraron. Tenemos que irnos.

Escuché un grito de bebé cerca acompañado de un llanto, automáticamente Jennie cargando a mi hijo aparecieron en el marco de la puerta, y todo fue silencio a mi alrededor, solo escuchaba su llanto. Lo vi y tenía sus ojitos rojos, tenía lagrimas por todas sus mejillas, en cuanto me vio, estiró sus bracitos hacia mi, su boquita formulaba un "papi" llamándome. Sonreí al saber que estaba aquí conmigo, inconscientemente asenté mis piernas e hice amague de pararme, una vez con mis dos piernas en el piso me acerqué lentamente hacia él.

Pero un golpe me hizo volver a la realidad, otra vez habían apuntado a mi mejilla, lo que me hizo caer al piso, el llanto de Dongmin aumento.

—Adelántense ustedes y llévenselo—ordenó Eunwoo para después acercarse a mi y tomarme por mi camiseta haciéndome parar bruscamente—Si haces algo, con una llamada despídete de tu hijo. Así que colabora y camina.—susurro en mi oído, poco le importó lastimarme en el proceso, caminamos hasta pasar por esa puerta que había sido mi martirio estos dos dias, nos adentramos en la casa, la cual tenía las cortinas cubriendo las pocas ventanas, la luz era escasa por no decir nula.

Eunwoo me jalo hasta un ropero que tenían en la sala y de ahí; después de abrir las dos puertas, sacó la arma arma que subió en la foto a Gossip Girl. Temblé de miedo y traté de zafarme de sus brazos pero él me abrazó por la espalda colocándome la pistola en mi sien.

—Ya sabes si haces algo, despídete de tu lindo hijito, amor—me dijo para después darme un beso en la mejilla—Mm, tú piel sigue siendo suave—su nariz empezó a sobar mi mejilla, inhalando mi aroma, luego sus besos fueron bajando hasta mi cuello. Lo que me hizo reaccionar y tratar de sacar sus brazos de mi, pero él era más fuerte y volvió en sí y apretó la pistola mejor en sus manos—Te la quieres dar de santo eh, si me abriste las piernas más de dos-

—¡POLICÍA ABRA LA PUERTA Y SALGA CON LAS MANOS EN ALTO!—un grito de afuera interrumpe a Eunwoo, quien me guía a lo que entiendo la parte posterior de la casa—¡ESTÁN RODEADOS ASÍ QUE NO TIENE ESCAPATORIA, SUS CÓMPLICES FUERON DETENIDAS, SALGA Y ENTRÉGUESE!

Tragué duro pensando que Dongmin ya debe estar a salvo—Eunwoo, por favor. Ya se acabo, déjame ir—dije bajito mientras sollozaba y mi pecho subía y bajaba, tenía tantos nervios y ansiedad.

—Cállate Jimin—me miro con rabia—Por qué no vamos a saludar.

Me arrastro hacia la entrada que era de donde venía la voz del policía. Salimos y cerré los ojos ante el sol que hacia fuera, una vez enfocada mi vista pude ver a varios policías apuntando con sus armas a nosotros.

Y entre ellos, con un chaleco antibalas estaba él, sonriéndome con alivio y tristeza al mismo tiempo, tenía ganas de correr a refugiarme a sus brazos y no soltarlo. Jungkook estaba aquí para salvarnos. Le devolví la sonrisa como pude, sé que estoy horrible, apestoso y con mis ojos rojos llenos de ojeras, pero poco me importaba. El estaba aquí. Con la mirada me indicó que Dongmin estaba en el carro, lo cual fue un alivio para mi, mi principal preocupación se había ido.

—Pero que lindo batallón has reunido contra mi, Jeon—se burló Woo mientras caminábamos hacia más afuera de la casa. Me percaté a mi alrededor de que estábamos en un lugar desierto, solo habían arbustos y matorrales a nuestro alrededor. Estábamos en medio de la nada.—Todo para salvar a tu damisela en apuros, pero no te preocupes, yo le hice buena compañía y disfrutamos al máximo el tiempo. ¿Verdad, amor?—afianzo el agarre de su pistola en mi cien.

—Sueltalo bastardo—habló Jungkook por primera vez.-

Eunwoo rio para decir:—No seas tonto Jeon, si yo no tengo a Jimin...—sentí como le sacaba el seguro a la pistola y empecé a llorar de nuevo, este era mi fin, ya esta, se acabo.—...Nadie lo tendrá.

Cerré mis ojos para no ver nada y recordar toda mi vida, por lo menos Mimi tenía a su papá, costó mucho convencerme de que aún lo quería. Él lo cuidará y educará. A mis padres, no los veo por aquí pero se que hicieron todo a su alcance para darme la mayor educación y crianza, y a mis amigos, los tendré presente siempre. Trago duro mientras siento aún el pico de la pistola hundido en mi sien, digo sollozando mientras escucho gritos a mi alrededor, pero no. Yo solo estoy disfrutando del que será mi último segundo de vida. Y entonces recuerdo que, no le he dicho que lo amo a Jungkook.

Y a continuación.

Se escucha un disparo, pero no siento nada, me siento vivo aún, oh no, Jungkook. Abro mis ojos de a poco y observo que esta bien, que todos al frente mío están bien. Pero su mirada no es a mi, si no a lo que está a mi lado.

Escucho un ruido sordo de algo cayendo a mis pies y es el cuerpo muerto de Eunwoo, aún con su pistola en mano, con un disparo en su sien lateral.

Mi pecho sube y baja, mi llanto aumenta, los policías se nos acercan, pero yo solo me agacho a tomar en mis manos el rostro de Woo. Mi mejor amigo, mi compañero en las noches de lluvia y complicaciones, momentos difíciles. Él se equivocó, pero no merecía esto. Solo era un chico incomprendido, con problemas.

Siento unos brazos apresarme, giro mi cuerpo y veo aquellos ojos de bambi, esos ojitos que ahora se encontraban llorosos y que me observaban con una sonrisa.

—Jimin, no sabes cuanto-

—Te amo—le dije haciéndolo callar. El sonrió limpiándose su lagrima y en el proceso, también limpio una mía.

—También te amo.

Un par de horas después el cuerpo de Eunwoo fue llevado en una ambulancia hacia la morgue, Jennie y Lisa fueron llevadas a la comisaría, aún no se sabe cuánta condena tendrán.

Jungkook me abraza mientras soba mi piel sobre la manta que me cubría, pues porque está oscureciendo, comenzó a hacer frío. Me beso la cabeza mientras veíamos el atardecer frente a nosotros. Cuando un grito muy característico, me llama.

—¡Papi!—Dongmin viene corriendo hacia mí con sus brazos estirados. No dudo un segundo y me separo de Jeon para cogerlo en mis brazos y abrazarlo con todas mis fuerzas. Soy tan sensible que otra vez comencé a llorar.

Sentí los brazos de Jeon envolvernos y ahora si, supe que todo estaba bien.