18. ℌ𝔦𝔩𝔬𝔰 𝔶 𝔣𝔩𝔞𝔪𝔞𝔰.

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Mi turno llegaría.

El día en que reclamé el poder de Rusalye y casi me ahogué. La visión de mi madre junto al manantial seco bajo la cascada. ¡Por eso la llameante cortina fluía con mayor fuerza y el agua se evaporó! Vi al ciervo, a la serpiente y también a mi misma. En ese momento lo consideré una curiosa metáfora; supuse que representaba el pasado al que estaba renunciando. ¡Ingenua! Mi propia madre me estaba dando una advertencia al reprocharme mis acciones. ¡Clavé una diana en mi espalda! ¡Yo sería el siguiente objetivo de la flecha, la espada o la bala!

Intenté levantarme, quería tomar un poco de aire y alejarme de todos y todo. Necesitaba pensar, procesar y armar un plan. Mis piernas no respondían. Estaba atascada en medio de una guerra por poder. La luz y las sombras. Alina y Aleksander. Moriría a manos de alguno de los dos; la persona que más odiaba y aquella a la que había empezado a querer.

━Lo supiste desde siempre ━murmuré hacia Mal, con los ojos anegados en lágrimas━. En el bosque, en el barco...

Por eso lucía tan preocupado cuando nos encontramos cerca del río en Kribirsk; me había pedido acompañarlos. Asimismo, se había enfurecido tanto con Alina aquel día cuando intentó matarme por la misma razón. ¡Mal lo sabía! ¡Siempre lo supo! Por eso me quería lejos de ambos.

━¿Por qué? ¡¿Por qué no me lo dijiste?!

Mal negó, incapaz de hablar.

━¿Desde cuándo? ━aventuré, obligándome a mirarlo a los ojos━. ¡¿Desde cuándo lo sabes?!

━Cuando encontré al ciervo. Al tenerlo cerca podía escuchar una melodía en mi cabeza ━explicó con dificultad━. Creí que no era nada, que simplemente te extrañaba. Pensé que era una melodía que te escuché cantar alguna vez, pero luego...

Entrecerré los ojos. ━Nos encontramos en Kribirsk.

━Me adentré en ese maldito bosque, lejos del punto donde me encontraría con Alina porque esa maldita melodía me guió hasta ti. Se lo atribuí a una coincidencia. Luego te salvamos y el ave apareció y volví a escucharla ━apretó los puños━. Empecé a darle vueltas a las palabras de mamá, a mis recuerdos, a pasar más tiempo contigo para ver si cesaba y luego encontramos a Rusalye.

Rememoré los eventos de ese día, tropezando con una idea imposible. Me levanté de la silla por fin, con las piernas tambaleantes y me alejé cuanto pude de la cama. Me costaba mucho respirar.

━Tú buscaste que el Oscuro te atrapase ━farfullé━. Tú no querías que Alina matase a la serpiente, pero tampoco dejarías que el Oscuro lo hiciera.

Malyen apretó los labios en una dura línea. No lo negó, ni intentó encubrirlo con una mentira. Mi corazón adquirió un ritmo peligroso, entretanto mi cerebro adoptaba la velocidad adecuada de procesamiento para entender.

━Sabías que mataría a la serpiente.

Asintió. ━Alina desarrolló un deseo irrefrenable por incrementar su habilidad desde que lleva puesto ese collar. Sus ansias por encontrar a la serpiente eran insaciables, puedo apostar que el Oscuro se sentía igual. Si eso les provocaba un solo amplificador, tomando en cuenta que comparten el poder, ¿Te imaginas lo que ocurriría si cualquiera de ellos obtuviera uno en su totalidad?

Se me revolvió el estómago.

━¿Cómo estabas tan seguro de que lo haría?

━Porque te conozco, Iryna ━resolvió, esbozando una triste sonrisa━. Eres rencorosa e impulsiva. Solo debía darte un empujón.

El rompecabezas estaba totalmente armado.

La revelación de mi vida. Los hilos siempre tirados por Malyen. Por fortuna o por desgracia, había cuidado mis espaldas desde siempre, incluso ahora; sin haberme delatado con Sturmhond pese a tener conocimiento de todo. Mal se convirtió, sin desearlo, en el seguro de un arma peligrosa.

𝔖𝔬𝔪𝔟𝔯𝔞 𝔶 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬 | 𝔗𝔥𝔢 𝔇𝔞𝔯𝔨𝔩𝔦𝔫𝔤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora