01. 𝔖𝔢𝔫𝔱𝔢𝔫𝔠𝔦𝔞 𝔡𝔢 𝔪𝔲𝔢𝔯𝔱𝔢.

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Desde la semana anterior, los rumores se esparcían tan rápido como la pólvora. Un esquife, transporte de los representantes de las otras naciones, desapareció en las entrañas de la sombra junto con el Oscuro y la invocadora del sol, Alina Starkov.

La gente no dejaba de rezar por ella, pidiendo por su regreso a salvo.

En la casa del Duque Lazarev la rutina no era la de siempre. El personal se encontraba inquieto y su eficiencia se vio afectada hasta el punto de retrasar el servicio del almuerzo porque los alimentos todavía no estaban listos.

Fue una suerte que la naturaleza aristocrática de los duques los impulsara a pasar el día fuera, investigando todo lo que pudiesen acerca de lo ocurrido o confirmando sus datos. Tampoco es como si realmente se sintiesen afectados por la repentina desaparición de la invocadora del sol; nunca fueron partidarios del segundo ejército y los grisha no les hacían mucha gracia. Un mal necesario, solía llamarlos el Duque.

━Yo escuché que el Oscuro dejó ahí a los fjerdanos como venganza ━aseguró Katya, poniendo poco empeño en lavar los vegetales a su cargo━, ya saben, por haber intentado asesinar a la chica en su momento.

Gasha resopló. ━Son unos idiotas. ¿A quién se le ocurriría atacar a la protegida del Ocuro?

━¿Es posible que las bestias de la sombra los hayan...?

━Por supuesto que no, no seas tonta ━se burló Gasha━. Seguro todo es un espectáculo del que esos dos grisha saldrán andando como si nada, solo para demostrar cuan poderosos e indispensables son.

Tras un breve silencio, Katya añadió: ━¿Tú qué opinas, Iryna?

Mi atención se desvió de los cubiertos a los que daba brillo hasta un segundo antes y recayó en mis compañeras. Sus rostros estaban tensos por la angustia, claramente esperaban una respuesta reconfortante de mi parte, y sus movimientos eran más torpes de lo que podrían haber sido cualquier día antes de hoy.

━Solo podemos esperar noticias oficiales ━respondí, levantando los hombros con desgana━. No me gustaría ponerme de los nervios por meros rumores de dudosa procedencia.

Gasha chasqueó la lengua y siguió en lo suyo. Katya, por su parte, asintió repetidamente con la mirada perdida en un punto indefinido; tuvo que recibir un ligero codazo para devolver su atención al lavado de los vegetales.

Eventualmente siguieron conversando entre ellas sin volver a incluirme y yo tampoco tuve intención de volver a intervenir. No tenía las palabras adecuadas para tranquilizarlas.

Me levanté de la mesa de la cocina en cuanto terminé de pulir los cubiertos y me encaminé a echar un vistazo a los niños; todavía jugaban en el jardín trasero. Aprovechando su ausencia en el interior, opté por ir a sus habitaciones para ordenar un poco antes del retorno de sus padres. Me entretuve un momento en el salón, sacudiendo el polvo de los adornos antes de continuar hasta las escaleras.

Iba por media escalera cuando escuché el primer llamado a la puerta, pero ni Katya, ni Gasha, atendieron.

━Ya voy yo ━anuncié al momento del segundo conjunto de golpes.

Un puño suspendido en el aire a milímetros de mi rostro me recibió al abrir la puerta. El corazón se me disparó y un gritito ahogado emergió de mi garganta ante la sorpresa. De no haber sido por los excelentes reflejos de mi interlocutor, seguro me habría puesto un ojo morado.

━Mis disculpas ━sonrió el recién llegado━. Estoy buscando a la señorita Iryna Oretsev.

Asentí, con la mano sobre mi corazón todavía. ━¿Puedo saber de qué asunto se trata?

𝔖𝔬𝔪𝔟𝔯𝔞 𝔶 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬 | 𝔗𝔥𝔢 𝔇𝔞𝔯𝔨𝔩𝔦𝔫𝔤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora