13. 𝔓𝔞𝔫𝔡𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬.

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¡Buenas noches, pequeñas sombras!🖤
La próxima actualización será cuando este capítulo llegue a 70🌟, así que, ¡No se olviden de votar!

Me entrené duro. Tolya resultó ser un espadachín de miedo y Tamar una persona de infinita paciencia. En pocos días pude seguir el ritmo de los gemelos en una pelea. Mal demostró su asombro ante mi acelerado aprendizaje llenándome de felicitaciones torpes y Sturmhond me espoleaba de vez en cuando por el mero placer de hacerme rabiar.

Alina y Mal seguían sin hablarse. Progresaron mínimamente, intercambiando saludos cordiales cuando llegaba la hora de comer. Ni una palabra de más, ni una palabra de menos.

Quizás era una persona terrible, pero me causaba una gran satisfacción verlos tan enfadados uno con la otra. De vez en vez le pedía a Mal que hicieran las paces. Por supuesto, Alina me interceptó la misma noche del incidente para disculparse por millonésima vez y me había hecho unas cuantas jugosas confesiones; pequeños secretos sobre su actual condición, el amplificador y esos efectos secundarios que mi hermano desconocía.

━A veces puedo verle ━dijo, frotándose las sienes━. Al Oscuro, me refiero.

━¿En serio?

━Nadie más puede. Es invisible a los demás, pero para mí... Incluso puedo tocarle.

Lo admito, agradecí que fuese de madrugada, las antorchas estuvieran a nuestras espaldas y su atención clavada en un punto lejano del mar real, porque de lo contrario, Alina, habría leído mi cambio de humor. Si el general empleaba ese vínculo con ella antes de aceptar mi plan, había omitido contármelo. Ya lo discutiríamos pronto.

Aproveche para preguntarle a Alina que, si existiera la posibilidad, estaría dispuesta a deshacerse del amplificador en su posesión. Sus dedos acariciaron el collar distraídamente, casi por reflejo, después levantó los hombros.

━A veces daría lo que fuera por volver las cosas a como estaban antes ━respondió indirectamente.

Yo sabía lo que quería decir. Ella se refería a su relación con Malyen.

━¿Por qué buscamos a Rusalye? ━ataqué entonces━. Si tan solo ese ━señalé el trozo de astas━, casi acaba con la amistad entre mi hermano y tú.

Hacer un cuchillo con las palabras se convirtió en una de mis habilidades. Percibí el dolor en su rostro al usar su fracturada afinidad como argumento. Meditó la respuesta durante un buen rato, la contradicción emanando de ella flotaba en el aire.

━Solo quiero acabar con la Sombra y volver a mi antigua vida.

La consolé por unos minutos, prometiéndole que encontraríamos la manera de solucionar todo. Deja todo en mis manos, cantó la voz calculadora dentro de mi cabeza. Esa misma noche me permitió examinar la cadena de donde pendía el amplificador, me contó que fue un trabajo verdaderamente excepcional de David; no es infalible, aseguró mi poder.

A partir de ese día, Alina venía a mí cada que el Oscuro usaba la conexión del amplificador para desahogarse. También estudié la mejor forma de quitarle las astas del ciervo y llegué a la conclusión de que un duelo en cubierta representaba demasiados testigos. Abordarla en cualquier otro sitio de la nave delataría mis intenciones. Finalmente, me propuse aprovechar el día de mi escape cuanto pudiese.

Justo ahora, Mal se encontraba discutiendo con Sturmhond sobre la ruta. Entramos en el Camino de los Huesos entrada la madrugada y desde entonces mi hermano no pudo quedarse quieto en ninguna parte.

━No es posible, Mal ━exponía el corsario, señalando a su alrededor━. Si nos acercamos demasiado a las costas de Fjerda nos tomarán prisioneros.

𝔖𝔬𝔪𝔟𝔯𝔞 𝔶 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬 | 𝔗𝔥𝔢 𝔇𝔞𝔯𝔨𝔩𝔦𝔫𝔤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora