𝔖𝔬𝔪𝔟𝔯𝔞 𝔶 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬 | 𝔗𝔥𝔢 𝔇𝔞𝔯𝔨𝔩𝔦𝔫𝔤

𝔖𝔬𝔪𝔟𝔯𝔞𝔰

El Oscuro emergió de la sombra tambaleante y desorientado. Sus pasos torpes se arrastraban por la arena, pesados y lentos. La kefta le colgaba ensangrentada en jirones irregulares; un vestigio claro de su infernal odisea a través de su creación.

Se desplomó contra la suave capa de césped más próxima, refugiándose bajo la pobre sombra de un árbol. Empleó la última reserva de poder en sanarse las heridas; unos cortes largos y profundos causados por las garras de los volcra.

Sus pensamientos se arremolinaban con violencia en una densa bruma. Era imposible entenderlos, menos distinguir unos de otros. La cabeza le daba vueltas mientras el dolor se iba mitigando.

Su corazón palpitaba impulsado por un sentimiento ya familiar para él. Furia, pura y embriagadora. ¡Cómo era posible que el collar ya no estuviera!

━Eres un maldito problema, Alina ━farfulló entre dientes.

Supervisó la sanación de sus heridas con los puños apretados. Finalmente, su respiración encontró el ritmo habitual una vez que el último rasguño se cerró. Su energía, por otra parte, se drenó completamente y lo arrastró a un profundo sueño.

Despertó con las estrellas brillando sobre su cabeza. Estaba hambriento y agotado. Hizo acopio de toda su fuerza para ponerse en pie, pues necesitaba encontrar comida y agua. Una granja, quizá.

Deambuló por un buen rato hasta dar con una humilde construcción. La encontró deshabitada, no obstante, los suministros eran suficientes como para alimentar a una familia pequeña por unos días. Se preguntó si los propietarios de aquella casa volverían o si ahora formaban parte de la sombra convertidos en volcra.

Comió un buen trozo de pan, acompañándolo con algo de queso, y bebió con desesperación hasta quedar saciado. Por la ventana era capaz de ver los primeros despuntes del sol. Sus pensamientos se arrojaron hacia cierta chica recientemente desaparecida y todo rastro de calma se esfumó.

━¿Por qué? ¡¿Por qué?! ¡¿POR QUÉ?!

La mesa voló por los aires y se convirtió en astillas al estrellarse contra la pared al otro lado de la habitación. Las sillas y los pocos trastes corrieron con la misma suerte. En menos de lo que podría durar un parpadeo, el interior de la casa estaba destrozado.

Resbaló por la pared hasta quedar sentado entre escombros.

━Ese maldito rastreador ━concluyó al fin, retomando un poco el control━. Oretsev.

El tinte de desprecio con el que escupió las palabras le otorgó cierta satisfacción.

No tenía ejército, ni un plan por el momento. Sin embargo, gozaba de una prodigiosa mente, perfectamente capaz de almacenar siglos de información. Un arma igual de poderosa que la sombra.

Si sus informantes habían realizado la investigación adecuadamente, cada dato acerca de Alina y su insufrible amigo, Malyen Oretsev, estaban en posesión del Oscuro. Su estadía en Keramzin resultaba deprimente, pero útil de cierta manera.

Antes no había reparado en algo más allá del rastreador Oretsev porque, en su momento, buscaba un incentivo para mantener a Alina enfocada en sus planes. Ahora, el juego no solo era contra la invocadora del sol, sino también contra Malyen Oretsev. Para fortuna del Oscuro, el escurridizo rastreador huyó no sin dejar en Ravka algo invaluable.

━La sangre llama a la sangre ━murmuró.

¿Quién lo diría? El origen de sus problemas podría terminar convirtiéndose en la solución.

Iryna Oretsev todavía se encontraba en Os Alta, sirviendo a una noble familia. Quizá la pequeña Iryna fuese la pieza, la única, que convenciese al rastreador de entregarle a Alina Starkov de una vez por todas.

El tiempo no estaba de su parte. Pronto las noticias sobre lo ocurrido con el esquife llegarían a oídos de todos en el Gran Palacio, otorgándole la excusa perfecta al inepto rey para darle caza y buscar eliminarlo.

Necesitaba volver y reunir a los grisha que quedasen, sobre todo aquellos quienes fueran leales a él.

Se situó en las afueras de la construcción e invocó a las sombras. Estas se convirtieron en algo aterradoramente semejante a los volcra, pero con disposición a seguir las órdenes del Oscuro; su amo y creador.

━Iremos a casa ━anunció.

Recibió un gruñido en respuesta. La energía del Oscuro no estaba del todo recompuesta, sin embargo, esperaba que el viaje a través de la sombra no le consumiera demasiada. Se montó sobre el lomo de la criatura a su derecha y salieron disparados hacia el nocéano.

• La presente FanFic está basada en la trilogía Grisha escrita por Leigh Bardugo y la serie Sombra y hueso.

• La trama es completamente de mi autoría, por lo que les pido que respeten mi esfuerzo y se abstengan de copiar o traducir mi novela total y/o parcialmente sin previa autorización por escrito de mi parte.

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• Espero que disfruten de la lectura, pequeñas sombras. 🖤