Una Rosa De París (Saga Las Perfumistas Parte 3)

Capítulo 23

Paris

Cuándo se despertó y sus ojos se acostumbraron a la luz, se cubrió con las sábanas para disfrutar del momento, estas son cálidas y se resbalan por su piel con facilidad, pero lo que es más bonito, es aquel cuerpo masculino que duerme a su lado.

Ese del cual su pecho sube y baja acompañado de un suave sonido de su respiración, Christian duerme de manera angelical, con algunos mechones rubios de su cabello cubriendo su ojos, pero Paris soltó una risa cuando también vislumbró a la intemperie esa entrepierna y divertida se la cubrió con una almohada.

Tiene que cuidar esa maquinita que en un futuro le dará hijos.

Movió rápidamente su cabeza para despeinar sus rizos rojizos y se levantó de la cama con rapidez para buscar su ropa regada por la habitación de Christian después de una noche de pasión.

— ¿No te quedarás? — Dijo ese rubio desde la cama con la voz adormilada — Pensé que pasaríamos el día juntos —

Paris se puso el sostén y sus pantaletas y corrió hasta la cama para besarlo de nuevo, hasta que sintió sus labios adoloridos.

— Claro que quería quedarme, quería que los sirvientes nos trajeran la comida y cerrar la puerta con seguro para que nadie nos molesté — Dijo apretándolo de las mejillas — Pero mi hermana London esta mal, digamos que algo triste y no puedo dejarla sola, así que todas las mujeres de nuestra familia pasaremos el fin de semana juntas en La Provenza —

Christian aferró sus manos a su pequeña cintura y la acerco para besarla en el cuello.

— ¿Y si voy a ese pueblo raro y te robo? —

Soltó una carcajada y lo alejó levemente por los hombros.

— De seguro quieres una muerte segura — Dijo en medio de risas mientras se pone las ultimas prendas de su ropa y corre hasta la puerta — No dudes ni un segundo cuándo te digo que a mi tía Celine le dicen la mata hombres —

Christian tomó asiento en la cama con la sábana apenas cubriendo su cintura y con una sonrisa socarrona en el rostro.

— ¿Así, y porque le dicen de esa forma? —

Paris se despidió con la mano y le guiño un ojo antes de cerrar la puerta.

— ¡Pregúntale a tu tío Blake querido príncipe, dicen que casi lo mata! —

Cuándo los viajes de su familia no involucran la presencia de su precioso padre, sabe que todo será una locura, adora a su madre, pero sabe que a veces a ella y a la tía Celine se les bota un tornillo.

Por eso ella se considera las más cuerda en este viaje, pero entre sus pensamientos olvidó agarrarse del asiento de enfrente y su madre freno el auto de repente, haciéndola estrellar, enojada y con la cara golpeada contra el asiento, tuvo que escuchar los gritos de locura de su madre.

— ¡Por fin estamos en la tierra de los perfumes! —

Su tía Celine, asusto a la adolescente de Darcy con su grito de felicidad.

— ¡Si, llegamos a la ciudad de los panaderos guapos! Les pediré que me amasen el trasero —

Paris frunció el ceño y movió suavemente el hombro de su rubia hermana.

— Vamos London, llegamos a la casa de la abuela — Dijo cuándo el auto se detuvo y un fuerte olor llego hasta ellas — ¿Hueles eso? Han preparado tu tarta de quesos favorita —

Pero su hermana se bajo del auto dando un portazo y tomó sus maletas con fuerza, tiene una cara llena de rencor y sufrimiento y sus ojos están rojos por las largas horas de llanto.

— Déjame en paz Paris —

Sin embargo, las dos se quedaron calladas cuando su madre su cruzo de brazos delante de ellas dos, tiene los ojos entrecerrados y una mirada determinante cómo si fuera a regañarlas.

— London querida quita tu cara de sufrimiento, este viaje lo hicimos por ti, venimos aquí para a acompañarte y que te sientas mejor — Su madre se soltó su largo cabello y sonrió con maldad — Estamos en La Provenza chicas, son las fiestas del pueblo y lo que pasa en La Provenza, se queda en este maldito pueblo.  Mamá guardará el secreto si veo a chicos saliendo de sus cuartos

Christian

— Vamos Chris, hacer esto nunca te ha resultado difícil — Dijo caminando de un lado a otro junto a la pesada puerta de la entrada después de haber tocado, se pasa las manos por el cabello y esta lleno de nervios porqué ese loco lugar le pone los pelos de punta — Yo...

Dijo al quedarse sin palabras al ver como la madre de Olimpia, aquella mujer de extraña belleza lo mira con los brazos cruzados desde la puerta, tiene el rostro preocupado y grandes ojeras bajo sus ojos, pero su rostro es precioso como sino fuera de este mundo.

— ¿A que vienes a mi casa? Habla muchacho —

Christian carraspeo nervioso y tomo un gran respiro.

— Yo venia a ver como estaba Olimpia, ayer la dejé dormir en mi casa y solo quería saber como seguía — Dijo mirándola a los ojos — ¿Puedo verla? —

Aquella mujer se salió de sus cabales y lo tomó por los hombros con desesperación, se nota que ha llorando y su cara es un gran ejemplo de una madre desesperada

— ¡Mi hija no esta! Alguien la ha raptado y se la llevaron a Egipto— Dijo en una voz desgarrada — Mi hija esta en peligro....—

Pero Christian no terminó de escuchar aquello, se alejó con rapidez y tomó su auto para volver al palacio, sabe que las conexiones de su padre lo ayudarán a encontrarla, por eso subió con rapidez hasta su habitación y abrió una maleta mientras hecha con desdén prendas de ropa.

— ¡¿Estas loco, a donde demonios vas?! — Preguntó su hermana Helena tratando de detenerlo.

Christian con una amplia sonrisa porque sabe que esta cometiendo una locura, la tomó por los hombros con agilidad y la besó en la frente con cariño.

— Oh hermana, cometeré una locura — Dijo con rapidez, cerrando la maleta y tomándola antes de salir de la habitación — No le digas a mis padres lo que haré, pero un viaje a Egipto me espera 

Nota de la autora

😐😐😐😐😐😐

Diablos, ahora que locura hará Christian, estoy segura de que es una que no le gustara para nada a Paris y a sus padres.

Si quieren entender mejor esta historia, les recomiendo leer Érase una de Alejandría, les encantará!!!

Y así lograrán entender todo este drama mucho mejor.

🤣😅🤣😂😅😂🤣😂

JAJAJAJAJAJAJA

¿Que locuras creen que hagan las perfumistas en La Provenza? Dios, ese pueblo se volverá loco.

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