Una Rosa De París (Saga Las Perfumistas Parte 3)

Capítulo 10

Paris

— ¿Paris estás escuchandome?

Le pregunto su papá con molestia mientras está sentado al otro lado de su escritorio, ese frío abogado desde hace horas tiene el semblante serio, él ceño fruncido y está visiblemente enojado, ahora ni su mamá y ni sus hermanos pudieron salvarla del regaño, su papá esta que hecha humo por los oídos, pero ella solo tiene la mirada puesta en la luna, en esa esponjosa y blanca luna que hace unos minutos miraba con alguien más, ahora se conforma con verla a través por la ventana del despacho de su papá.

— Si papá... si te estoy escuchando— Contesto en medio de un suspiro ilusionado, pero el gruñido de su papá la trajo de vuelta a la realidad, lo vio cruzarse de brazos y mirarla directamente

— ¿Así Paris, dime que te estaba diciendo? —

Paris recargó su barbilla en la palma de su mano, suspirando cada vez que el perfume qué ese príncipe dejó en su ropa, llega hasta su nariz.

— Me dijiste que me dejarías salir mañana con el príncipe — Contestó con una amplia sonrisa, pero al notar el enojo de su papá cambio de actitud por completo — Es broma papá, se que estás molesto, pero te prometo que no volveré hacer eso, bueno no aquí, la próxima vez le pediré que nos besamos unas calles antes de llegar —

Él rostro de su padre se puso rojo de coraje, tanto como su mismo cabello, es como si le fuera a dar un infarto.

— Tú no saldrás con ese príncipe de nuevo Paris, él a demostrado ciertas actitudes de un caballero, pero tú no saldrás hasta que me demuestres que no harás ninguna tontería y si tengo que encerrarte en una torre eso haré — Su papá miro su reloj con insistencia, como si estuviera a punto de volverse loco — ¡¿Dónde demonios está London?!

Pero Paris está tan ilusionada qué no midió sus palabras.

— Seguramente esta tratando de conquista al príncipe —

— ¡¿Otra vez está detrás de ese médico?! — Su papá se puso en pie de inmediato y tomó su chaqueta antes de fulminarla con la mirada — Iré a buscar a tu hermana y tu Paris, vete a tu habitación ahora mismo —

Paris asintió, se puso de puntilla y besó la mejilla de su papá tratando de bajarle el coraje, no alcanzó a verlo, sólo salió corriendo por los pasillos de su casa para llegar hasta su habitación, es como si estuviera en un sueño y cuando por fin subio rápidamente las escaleras y entró en su habitación tomando de inmediato asiento en el alféizar de la ventana, con la frente recargada en el cristal mirando desde lejos el brillante palacio de Buckingham.

— Pareces enamorada Paris ¿Estuvo bien estuvo la cita? — Le dijo Mila tomando asiento delante de ella, pero esta tan contenta que tomó a su hermana menor y la llenó se besos en las mejillas  — ¡Metiste en un problema a London, papá está furioso con ella! — 

Paris retrocedió y volvió a mirar el palacio.

¿Que estará haciendo Christian?

— Pero es London, es la más consentida de papá, seguramente esta enojado, pero al verla todo se le olvida — Paris soltó un suspiró enamorado y miró a su hermana con los ojos brillosos — ¡Oh Mila, acabó de enamorar a un principe...! —

Christian

— ¿La asesine? ¡Dios! ¿Me iré a la cárcel? — Preguntó llenó de alarma al ver a esa joven seriamente golpeada del rostro — Mira su rostro mamá, sangra por todos lados y no reacciona —

Su mamá se quitó los guantes y se recargó en la camilla para ver a la joven, además, tiene los brazos cruzados como si estuviera enojada, pero solo soltó un suspiro.

— No la mataste Christian, pero si cometiste una imprudencia al manejar de esa manera y con tanta lluvia — Su mamá quitó el cabello rubio de la joven de su rostro para examinarla mejor — Claro que está muy golpeada, pero esa sangre es porque su rostro se raspo contra el azfalto, literalmente le quitaste un pedazo de piel de la frente, quizá tenga algunas costillas rotas, y golpes por todos lados, pero no la mataste, sólo esta dormida por los medicamentos —

Christian se pasó las manos por el cabello, mirando a esa joven misteriosa, esta mojada porque al parece estuvo corriendo debajo de la lluvia, esta sucia y golpeada, pero tiene una belleza fuera de este mundo, luce tan extraña que podría decirse que ha estado fuera de tiempo, lo dice por su vestimenta.

— ¿Si es la hija del primer ministro? — Preguntó con cierto temblor en la voz.

— Si cariño— Su madre soltó un suspiró y lo tomó de las mejilla para tranquilizarlo — Dios Christian, sus padres la cuidan demasiado, la hacen vivir en una burbuja de cristal y tu casi la matas, de seguro se pondrán furiosos, pero tenemos que decirles que su hija está aquí con nosotros, para que no se preocupen —

Christian se soltó la camisa llenó de preocupación, esta asustado, preocupado y hasta esta dudando, se horrorizó mucho más al verse en uno de los espejos del consultorio de su madre  con algunas gotas de sangre en su camisa causadas por llevar en brazos a la joven.

Su mamá le acarició las mejillas y le dio un gran beso en la frente.

— Tú papá y yo estaremos contigo, pero tienes que decirles  Christian, los caballeros se hacen cargo de sus problemas —

Christian nunca había pasado tal vergüenza, claro que hizo un par de llamadas, y sabe que en unos minutos la furia del primer ministro caerá sobre él, pero tiene que hacerse responsable de sus actos, así que después de avisarle a sus padres, tomó asiento a un lado de la joven, velando su sueño para que no se sienta sola.

Es lo mínimo que puede hacer después de haberla atropellado.

Sin embargo, la puerta del consultorio se abrió de par en par y una extraña mujer de cabello negro caminó hasta él y sin avisar le dio una fuerte bofetada  que le reinició el cerebro

— ¡Tú maldito ser de los infiernos! — Le gritó esa mujer llena de horror al ver a su hija en la camilla — ¡¿Qué le hiciste a mi hija?! — 

Nota de la autora.

¿Creen que esa joven esté bien?

Jajaja bueno, por lo menos ya sabemos que su mamá tiene carácter porque no tuvo miedo de abofetear al hijo del rey.

Y Christian Jajajajaja al pobre de la a dudar un infarto se la preocupación

🥰😍🥰😍🥰😍🥰😍

Awwwww, Paris es un amor, y no podemos negar que ese par de tortolos están más ilusionados que nunca.

Y como dicen por ahí....

Que comiencen los juegos del drama en todas mis historias...

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