¿Cómo criaría a un Bakugou? (Bakugo Katsuki)

Como debo ser

Bakugou ____
Eiji; 5 años
Kazui: 7 meses

—¡Está llorando como si alguien lo estuviera destripando!— Exclamó mi esposo, mientras trataba de tapar sus oídos con las almohadas de la cama —Este niño está roto, mujer. Hay que tirarlo y hay que hacer otro menos ruidoso—

—No está roto, sus dientes están saliendo, le duele— Le dije mientras seguía meciendo a nuestro bebé, intentando tranquilizarlo, pero hasta yo sentía pena por mi pequeño.

—Tendrás que hacerte cargo de él por hoy, tengo una junta importante a la que debo asistir— Informe, dando un beso a mi pequeño bebé para entregárselo a su padre

—¿Junta de que?— Preguntó mientras le daba de beber un biberón a Kazui.

—Bueno tengo que ponerme al corriente de todos los proyectos y tratos qué hay, por ello es importante que asista— Le explique de manera rápida mientras buscaba mi ropa para cambiarme de inmediato.

—¿Volverás para antes de la cena?— Preguntó, meciendo nuestro pequeño.

—Si, espero que así sea— Respondí

—Bien, ten cuidado— Dijo

—Por supuesto— Me acerqué a él para darnos un pequeño beso de despedía —Te amo— Dije por último para salir de la habitación y seguido de casa.

La junta fue bastante bien, rápidamente volví a familiarizarme con el lugar y las ideas para nuevos proyectos no dejaban de fluir dentro de mi cabeza, me sentía realmente entusiasmada, eso fue hasta que esa mujer apareció.

—Buenas tardes, usted debe ser Bakugou ____— Pregunto, extendiendo su mano hacia mí.

—Así es, mucho gusto— Respondí a su saludo amablemente.

—Mi nombre es Laya y seré su guía en imagen personal— Mis inversionistas y socios me habían recomendado esta mujer, pues juraban que sacaba lo mejor de las mujeres y les hacían crecer de manera casi milagrosa

—Así que dígame ¿Cuál es tu estado civil? y si estás casada ¿Quién es el hombre? ¿Es rico, héroe, una estrella o simplemente un don nadie?— Pregunto, haciéndome sentir casi abrumada.

—Estoy felizmente casada con Bakugou Katsuki, el héroe número dos actualmente, aunque su puesto en la tabla de posiciones cambia cada mes, sin bajar del número tres— Respondí sin la necesidad de ocultarlo o desviar el tema

—Por lo menos tienes algo a tu favor— Su comentario realmente estuvo fuera de lugar

—¿Disculpa?— Pregunté, intentando fingir no haber escuchado eso.

—¿Hijos?— Dio otra pregunta.

—Dos niños— Respondí

—Varones ¿Eh? Estoy segura de que serás mi cliente más difícil— Dijo

—¿Qué? ¿Por qué lo dice?— Pregunté confundida

—Para ser un líder destacable, debes ser una mujer de gusto fino y figura ideal, pero para eso me tienes a mi, primero iniciaremos regulando tu ropa—