Two Ghosts (Larry Stylinson + Ziam Mayne)

CAPÍTULO 17 : MO CHUISLE

POV LOUIS

Aún era incapaz de creerme que quedasen dos semanas para la final.

Cantar "She's the One" con Robbie Williams nos había llevado hasta allí, pero seguía sin poder creerlo.

No solo haber llegado a la final, sino también haber cantado con Robbie.

Fue, simplemente, espectacular.

Por si fuera poco, esta semana volveríamos a nuestras casa. Echo muchísimo de menos a mamá y a las chicas.

Y, para finalizar, dentro de nada es mi cumpleaños.

Estaba muy emocionado, pero a la vez nervioso.

Es como, aprender a andar en bicicleta: tienes muchas ganas de aprender, muchísimas, pero temes darte de bruces contra el suelo.

Aún no he conseguido hacerlo con Harry. Siempre que intento cualquier cosa el fantasma de mi padre o de alguno de sus asquerosos amigotes se me viene a la mente y me quedo paralizado, me da un ataque de ansiedad y se acaba el momento. Él dice que no le importa, pero sé que sí, y tengo miedo de que empiece a reprochármelo en silencio.

Zayn y Liam están estupendamente; salvo porque el ojimiel mantiene una doble vida secreta, como un superhéroe. De día, es Liam y sale con la preciosa bailarina Danielle; pero de noche es Li, y forma la pareja perfecta con Zayn. Poco a poco fue contándole cachitos de verdad, y creo que el morocho ya intuye qué es lo que pasa y por qué no pueden verlos los periodistas de la mano por la calle. Dice que no le afecta, que le da igual; pero yo sé que sí.

Carlota y Niall siguen juntos, he perdido veinte dólares por eso: creía que no durarían ni dos días. El rubio le está preparando un regalo de Navidad: le va a pagar la matrícula y los libros de la universidad que ella quiera, y también le alquilará un apartamento, si es necesario. Es adorable.

POV HARRY

– Buenos días, cielo. – Saludé a Louis, que ya tenía una taza de café en la mano. – ¿Qué hora es?

– Las seis de la mañana o así. – Bostezó. – Tenemos que coger un avión.

– Me recordó.

– Es cierto. – Me desperecé y me incorporé.

– Ya hice las maletas, y tu desayuno te espera abajo.

– Muchas gracias.

Me acerqué para darle un beso en las mejillas y vi sus marcadas y profundas ojeras.

– ¿Has dormido algo?

– No demasiado...

– Métete en la cama, ahora mismo. – Le perseguí hasta que se tumbó, entonces le arropé y le besé en la frente. – Te despertaré cuando tengamos que irnos, ahora, duerme un poco.

– Vale... – Rodó los ojos y terminó por cerrarlos. – Eres un mandón, ¿sabías? – Sonrió divertido.

– Y tú un trasnochador. – Sonreí de vuelta, aunque no pudiera verme. – Descansa.

Apagué la luz y salí de la habitación.

En la cocina, como Louis había dicho, estaba mi desayuno...

... siendo devorado por Niall.

– ¡Oh, lo siento Harry! – Se disculpó con la boca llena de yogur. – Cuando estoy nervioso no puedo dejar de comer.

– Eres mi mejor amigo, dime algo que no sepa. – Respondí, sarcástico. – Come lo quieras. Voy a hacerme un zumo, ¿te apetece uno?

– Por favor. – Pidió mientras engullía dos tostadas a la vez. – Gracias, rizos.