Two Ghosts (Larry Stylinson + Ziam Mayne)

CAPÍTULO 11 : TÚ ERES MI SOL

POV LOUIS

- ¡LouLou! - Félicité corrió hacia mí y me saltó encima.

- ¡Fizzy! - La agarré entre mis brazos y la abracé fuertemente. Ella siempre era la primera en felicitarme cuando hacía algo bien, pero también lo era en consolarme cuando estaba triste.

Y se seguía preguntando por qué era mi favorita.

- ¡Boo Bear! - Chilló Jay. - ¡Enhorabuena! - Me agarró la cara y dejó cientos de besos.

- Mamá, ¡voy a acabar lleno de tu pintalabios carmín! - Reí apartándome de ella.

- ¡Lou, felicidades! - Canturrearon Daisy y Phoebe. Como de costumbre venían juntas y cada una de ellas me abrazó por un lado. Cuando consideraron que el momento había pasado volvieron a marcharse. Son inseparables.

- ¡Allá voy! - Anunció Lottie, que me revolvió el cabello y frotó su nariz contra la mía, haciendo un "besito de esquimal".

- ¡No te olvides de mí! - Llegó Georgia, que me abrazó cariñosamente.

- ¡Louis, hijo! - Vino Mark. - ¡Ven aquí! - Me levantó sobre sus hombros.

- ¡Cuidado, Mark! ¡Se va a lastimar la cabeza! - Gritó mi madre.

- ¡Con lo pequeñín que es no le va a pasar nada!

Los tres reímos.

Pero no se oían tan solo tres risas.

Había una extra.

POV HARRY

- ¿Dónde está el mejor cantante del mundo? - Preguntó Gemma con los brazos extendidos.

- ¿Elvis? Lo siento, pero no lo veo. - Respondí, divertido.

- ¡Eres tú, tonto! - Me abrazó con fuerza.

- ¿Qué tal está mi niñito? - Anne corrió hacia nosotros y me estrujó las mejillas. - ¿Qué tal está mi niñito cantante?

- Con la cara estirada, pero bien.

- ¡Campeón! - Exclamó Robin. - ¡Estoy muy orgulloso de ti! - Me envolvió los hombros con su brazo y me revolvió los rizos.

- Te quiero, Robin.

- Y yo a ti, campeón.

- ¿Y a mí qué? - Mi madre fingió estar ofendida.

- Os estáis olvidando de mí... - La siguió Gemma.

- A vosotras también os quiero.

Pero había alguien a quien también quería.

Le busqué con la mirada.

Encontré los rubios cabellos de Niall, los dorados ojos de Liam y los tatuajes de Zayn, pero no al castaño de ojos azules más hermoso del mundo.

- ¡Cuidado, Mark! - Gritó una voz conocida. - ¡Se va a lastimar la cabeza!

- ¡Con lo pequeñín que es no le va a pasar nada!

Miré hacia el lugar del que provenían las voces y vi a mi pequeño Louis sobre los hombros del que parecía ser su padre.

No pude evitar reírme ante tan tierna escena.

POV LOUIS

- Hijo, debemos ir a firmar los papeles para dejarte mudarte a la casa y que vayas a los Bootcamps, pero volveremos en menos que canta un gallo. - Dijo Jay.

- No pasa nada, mamá. Aquí estaré. - Contesté sonriente.

Una vez mi madre y mi padrastro se hubieron alejado busqué con la mirada una maraña de rizos de chocolate.