Capítulo IV

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Quebec.

Me encuentro en medio de la habitación, específicamente, en la cabaña, estoy completamente desnuda a excepción de la ligera tela que cubre mis ojos, puedo escuchar el sonido de la alberca y como las gotas caen entre las hojas de los árboles, en la habitación inunda el aroma de las velas.

Puedo sentir su presencia detrás mío, y cada vez se acerca un poco mas hasta que logro sentir su mano rodeando mi cuello, dando un ligero apretón haciéndome soltar un leve gemido, mientras que con su otra mano comienza a trazar mi silueta, iniciando en mi cadera y subiendo hasta mis pechos, deteniéndose en el lugar donde se encuentra mi corazón.

No se mueve en unos cuantos minutos, da un apretón en mi cuello nuevamente, pero en esta ocasión puedo sentir que lentamente se me hace difícil de respirar.

-Wi... Will...-jadeo.-No puedo respirar.

-No soy William.-mierda, conozco esa voz, esa maldita voz.-Él ya está muerto y ahora eres de mi propiedad.

Me despierto repentinamente, las lagrimas no dejan de salir y se me es imposible emitir alguna palabra o sonido, me cuesta respirar y la sensación de sentir sus manos alrededor mío es cada vez mas fuerte.

¿Y si el señor Maxwell asesinó a Will?, ¿es por eso que Will dejó de buscarme?, no, simplemente no puede ser, él prometió que estaría bien, que haría lo posible de estar conmigo de nuevo.

La desesperación me envuelve y salgo lo más rápido de la cama, necesito empacar y salir lo antes posible, necesito regresar y saber que está bien y que el único que está muerto es el señor Maxwell y no él.

Miro el reloj, son las cinco con veinte minutos de la mañana y en poco tiempo estoy terminando de empacar para poder irme, mi padre que se ha despertado tras escucharme, me espera paciente mirándome desde el marco de la puerta de mi habitación, no dice nada, pero sé que no quiere que regrese al lugar donde me hicieron tanto daño. 

Termino de empacar y cierro la maleta, colocándola a un lado de mis pies, tomo mi bolso y me giro para poder mirarlo, sus ojos demuestran tristeza y preocupación, me mira y sonríe.

-¿Porqué la desesperación de irte tan temprano?-pregunta.

-Necesito saber unas cosas.

-¿Qué cosas?

No respondo, si le digo lo que presiento posiblemente no sería capaz de dejarme ir sola, y no quiero que vea cómo lentamente me derrumbo si es que Will está muerto.

-¿Yakov sabe?-pregunta de repente.

-No, pensaba pasarlo a ver a la universidad antes de que empiece con sus clases.-respondo, aun que no quiera que sepa que estaré lejos por una semana o tal vez más, por ser su prometida me siento responsable en decirle.-Espero que lo tome bien.

-Será un viaje largo y con ocho horas de diferencia.-dice.-¿De verdad quieres hacerlo solo por saber unas cosas?

-Sé que no quieres que lo haga, pero no te preocupes, si piensas que iré a ver a...

-William.-me interrumpe.-Será mejor que te acompañe, empacaré rápido.

-Papá...-lo detengo de un brazo.-No iré a buscarlo... se ha dado por vencido y ya no volverá, tengo que seguir adelante...-trato de decir de manera tranquila, esperando que no escuche el pánico que me inunda tras pensar que hay una posibilidad de que esté muerto.

 Asiente, no dice nada mas y me acompaña hasta la puerta de mi auto, me ayuda con la maleta y me abre la puerta, mirándome desde ahí sin decir una palabra más, al acercarme me envuelve entre sus brazos y coloca un suave beso en la coronilla de mi cabeza y otro en mi frente, demostrándome todo su cariño en unos simples movimientos.

-Conduce con cuidado, me llamas cuando estés en el aeropuerto y cuando llegues, inclusive cuando llegues al hotel.

***

-¿Irás por un antiguo amante?-pregunta repentinamente.-Ya que en todo el tiempo que te he conocido nunca te habías ido del país y de repente, el día después en que te doy el anillo decides irte así sin mas.

-¿Qué?, no, claro que no, iré a ver a mi madre.-respondo.-No hay nadie que espere por mi.

Tras decir eso, mi corazón comienza a palpitar lentamente, la idea de saber que tal vez, solo tal vez, el "amor" de mi vida se encuentre casado, con hijos, con una vida hecha. Justo lo que tengo planeado hacer, ir a mi ciudad de nuevo no es solo para platicar con mi madre y poder contarle todo lo que ha pasado en estos últimos tres años, es para poder encontrar a Erick y recuperar la amistad que teníamos, si es que sigue viviendo ahí, aunque principalmente, es para encontrar a William y perdonarlo, simplemente, dejarlo ir para poder iniciar una familia con Yakov sin sentir la culpa de seguir amándolo y esperándolo.

-Nunca habías hablado sobre tu madre.-dice mientras se acerca a mi.-¿Ella está bien?

-Si a muerta te refieres a estar bien, entonces si, está mejor que nunca.-el tono de mi voz, de algún modo, fue brusco y grosero. Se detiene en seco y junta sus cejas, expresando una mirada de dolor.-Lo siento, no quería sonar grosera... solo no quiero hablar del tema, no ahora.

-¿Quieres que te acompañe? Podría conocerla... o simplemente llevarle un enorme ramo de flores y darle las gracias.

¿Las gracias?, darle las gracias por haber encontrado a una mentirosa, que para él, me mudé con mi padre tras haber encontrado una gran oportunidad de seguir con mis estudios, no a alguien que tuvo que huir de su país para evitar ser asesinada, dejando detrás a su mejor amigo, una vida hecha, junto con el hombre que llegó a amar en el momento menos esperado.

-Tengo que ir sola.-digo de repente.-Estaré bien, no tienes que preocuparte.

-¿Y tienes que irte hoy?, mi madre quiere ver a mi prometida y nos ha invitado a cenar.

-Yakov... mi vuelo sale en unas horas.

En el momento que esta a punto de responder, entra una joven estudiante a la oficina.

-Dobroye utro, professor, ya khotel uvidet' vas ran'she...-dice la joven, con un "Buenos días profesor, quería verlo antes..." mirándome antes de continuar.-YA ne znal, chto yego devushka zdes'.

 No sabia que su novia estaba aquí, mierdaa pesar de que la mayoría de los estudiantes no saben que tengo poco conocimiento sobre el idioma, podía saber de lo que estaba hablando. Es joven, mucho mas joven que yo, tal vez unos veintidós, ojos verdes y piel ligeramente bronceada, es linda. Puedo sentir su mirada penetrante en mi y solo puedo sonreír.

-¿Qué fue lo que dijo?-pregunto, Yakov voltea a verme.

-Quiere ver si puedo revisar su...-silencio por unos segundos.-...trabajo, ha salido un poco mal en las últimas entregas y tiene que mejorar su promedio.

Sin mas, tomo mi bolso, me acerco a él tomándolo por detrás del cuello, dejo un ligero beso en su mejilla y lentamente bajo a sus labios, pasa sus manos por mi espalda baja, tratando de acercarme a un mas, la chica sigue parada en el marco de la puerta haciendo un mmm, logrando separarnos.

-Te llamaré cuando llegue.-me separo de él, pasando junto a la chica solo puedo decir.-Bud' ostorozhna v tom, chto delayesh', malyshka.

Ten cuidado con lo que haces, bebé.

Antes de salir de la oficina, me giro un poco para poder mirarlo y decir.

-Podría posponer mi vuelo de hoy para ir a ver a mis suegros y darles la maravillosa noticia. ¿Pasas por mi?-pregunto y sonrío, saliendo de la oficina.

Oh, por Dios! Llora por mi. (II)Where stories live. Discover now