⚫11⚫

1.9K 345 33
                                    



— ¡Maldición! — gruño dándose la vuelta en el sofá, quedando boca arriba sin encontrar una posición cómoda en la cual conciliar el sueño, su lobo estaba agitado, ansioso y muy furioso por lo ocurrido horas antes con Taehyung.

No entendía la forma en que reaccionó su cuerpo estando dormido, juraba por todo lo que tenía que las acciones que hizo no fueron estando conciente de ellas, jamás podría hacer eso estando en sus sentidos completos, razón por la cual no comprendía la forma de actuar de su alfa.

El recuerdo de esos momentos seguía presente una y otra vez en su memoria poniéndolo más irritado de lo que ya estaba porque desde que salió de la habitación hace tres horas no había podido dejar de pensar en eso ni de debatir se internamente queriendo encontrar respuestas a ello.

Su alfa quería ayudar al Omega en su celo pero su razón se negaba a ello porque no era correcto, no podía ni pensaba aprovecharse de él por ningún motivo, y menos en un estado de vulnerabilidad como en el que se encontraba.

Si bien podía decir que se debía al aroma del Omega no era justificación razonable haberse restregado tan vulgarmente contra él ni de haberlo mordido, ni siquiera sabía si la mordida había sido profunda. Mordida que lo despertó al instante en qué probó la sangre en sus colmillos y lengua. De lo contrario no sabía hasta que punto hubiese llegado, no reconocía esas acciones tan primitivas de su lobo ni él porque de ellas, quería creer que se debía todo al aroma dulce del chico y que no se había acostado con nadie en mucho tiempo lo que le estaba cobrando factura.

Tal vez podía ser eso no encontraba otra respuesta razonable para justificar sus acciones.

— ¿Tal temprano y con ese humor? — escondió su cabeza en el respaldo del sillón al escuchar la pregunta de su madre. — Se que estás despierto Yoongi, ¿Qué haces durmiendo aquí, y tú habitación?

Se negó a hablar no sabiendo como responder a la pregunta de su madre, se sentía avergonzado e irritado por la situación que ni siquiera podía pensar claro, estaba muy cansado física y mentalmente que sumándole sus acciones y su mal humor podía causar problemas ahora mismo. Y no quería hacerlo.

— Te hice una pregunta Yoongi.—odiaba cuando su madre se enfadaba por su culpa, no era agradable respirar el mismo aire cargado de enojo y furia de ambos en el mismo techo.

Además de que era demasiado temprano para causar problemas y menos con su madre que no tenía nada que ver con lo sucedido.

— Taehyung está en celo, tuve que salirme de la habitación para no causar problemas.— susurro sin moverse de su posición no quería hacer nada por el momento ni ser reprendido por más que hubiese sido su culpa.

Su alfa se removió inquieto al percibir el aroma dulce de Taehyung en su propia ropa, demasiado presente que tuvo miedo de cometer una locura.

— ¿Acaso le hiciste algo? — su cuerpo se tenso ante la pregunta de su madre dejando notar la desconfianza en su voz, no entendía cómo su madre podía intuir sus fechorías sin siquiera esforzarse en ello, fuera en el momento o después siempre terminaba por enterarse de las cosas que hacía fueran malas o buenas, siempre lograba enterarse de ellas por más que tratara de ocultarlas por eso siempre prefería pedirle permiso o avisarle para que después no hubiera problemas.

—Haz el desayuno iré por supresores.— el suspiro de rendición de su madre calo en su interior, no hubo regaños pero podía darse una idea de lo que su madre estaba pensando y no eran cosas buenas.

Escuchó las lleves siendo tomadas seguido de los pasos de sus madre a su alrededor pero no sé movió, se quedó inerte sin poder moverse ni comprender porque se estaba comportando como un niño pequeño, él no era así. Nada de lo que estaba haciendo lo describía, había sido sólo un accidente que no llego a nada más por lo que debía estar mejor.

Solo fue un accidente.

Con eso en mente se levantó del sofá y se dispuso a preparar el desayuno, debía hacerlo o de lo contrario su madre podía golpearlo. Así que por más cansado que estuviera debía hacer las cosas, nada difícil o complicado dado que sabía hacer diversos tipos de comida y uno que otro postre, nada de otro mundo, algo sencillo y simple.

Desde pequeño siempre fueron ellos dos; su mamá y él por lo que tuvo que aprender diversos quehaceres desde pequeño sin importar si fuera alfa, su madre le inculcó que alfa o no debía aprender hacer las cosas por si mismo para no tener que depender todo el tiempo de alguien y además porque era mejor aprender hacer las cosas uno mismo para que nadie más pudiera engañarlo, algunos todavía creían que un Alfa no debía hacer los deberes del hogar por ser algo exclusivo de omegas, idea con la que no congeniaba por la educación que su madre le inculcó.

Una alfa respetable en todos los sentidos.

Algo más sereno que anteriormente preparo el desayuno para los tres que debían seguir con sus respectivas actividades del día.

El Omega había ingresado a sus vidas para cambiar la rutina que se habían impuesto desde hace años, para hacer un poco diferente sus días que siempre eran monótonos, su madre incluida actuaba diferente ante la llegada del Omega, la veía menos estresada y un poco más serena, no tanto pero su humor era diferente. No había muchos cambios pero si podía diferenciar algunos cuantos si lo pensaba mejor; había tres sillas en la mesa, más utensilios de cocina, tres pares de sandalias en la entrada, horarios para ducharse –solo para Taehyung y él porque su madre tenía una habitación de baño exclusiva para ella–, las tareas y quehaceres del departamento se dividieron en tres haciendo que los mismos fueran menos para cada uno.

Podían no ser tan notables pero si relevantes.

— He vuelvo.— informó su madre ingresando al departamento que estaba en total silencio, no sabía que esperar ahora que madre había vuelto, tal vez le daría una plática extensa de sus actos pero ciertamente se lo había ganado.

—No se que tipo de supresor usa Taehyung, por lo que compre el normal.— asintió mirando la caja de color rosa que su madre puso frente a él. — Entregale las pastillas y el desayuno.

— ¿Yo? — la confusión estaba palpable en sus ser, ¿Acaso su madre quería mandarlo con Taehyung sabiendo su condición?

— Soy alfa también Yoongi, no puedo entrar ahí con el Omega en ese estado, Taehyung tiene mayor confianza contigo...— asintió estando de acuerdo en lo que su madre decía, era correcto lo que ella había expresado pero también le daba algo de miedo hacerlo porque sabía que podía cometer una estupidez. — También saca tus cosas de la universidad para que no lo estés molestando después.

Sirvio el desayuno para Taehyung y para su madre, acomodando el de Taehyung en una charola con los supresores a los lados para no olvidarlo. Una listo todo dejo a su madre desayunando mientras él avanzaba a la habitación donde Taehyung dormía. Su miedo y ansiedad eran evidentes algo que no trato de ocultar por más que quiso.

El aroma del Omega fue lo primero que le dio la bienvenida seguido de la imágen atónita y algo confundida de Taehyung al percatararse de su presencia, parecía que Taehyung era vanamente conciente de su situación que solo logro agachar la mirada y apretujar las sábanas de la cama.

Ciertamente no creyó que Taehyung se hubiese quedado en su cama pero ahora que lo estaba mirando se dio cuenta de que seguía sobre su cama, con las sábanas cubriéndolo y las almohadas amantonadas en la cabecera de la cama.

— B–buenos días..te traje el desayuno y los supresores.— se acercó un poco, teniendo cuidado de no asustar al Omega que se encogió un poco en su lugar.

¿Se debía a lo que le hizo?

Dejo la charola en la mesa de noche tomando los supresores para sacar solo una pastilla de los mismos para después entregarla a Taehyung junto con el vaso de leche con chocolate que había preparado para el desayuno.

El tacto caliente de la mano de Taehyung al contraste con la suya le causo escalofríos y mucha incomodidad no sabiendo porque le ocurría aquello, pero teniendo que fingir que no le ocurría nada para no alterar al Omega que por segundos cambió el color de sus ojos, dejando ver qué su Omega quería tomar el control de su cuerpo.

El aroma demasiado dulce de Taehyung calo en su interior más fuerte de lo que hubiese querido poniéndolo en alerta, debía salir de ahí cuanto antes o de lo contrario algo podría salir mal.

Confusión de vida -Yoontae-Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu