Hombres y sus gustos

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Continuando con nuestra fiesta nos dirigimos al pequeño comedor del hotel y nos sentamos a la mesa. Quizás era por el viaje y el ambiente relajado que habíamos creado que todos los hombres de la clase nos habíamos vuelto más cercanos y parecíamos amigos de toda la vida.

—¡Eh Tadano-kun atrapa!

Lancé un trozo de mi dango al aire y en dirección a Tadano-kun quien lo atrapó con la boca consiguiendo las ovaciones de todos los presentes.

—Nada mal, nada mal. Muy bien es el turno de Kometani. Ahora con los ojos cerrados.

Naruse-kun lanzó comida en dirección a Kometani-san quien al tener los ojos cerrados tropezó y derramo algo del ramen que Shinobino-kun comía. Pensé que habría una pelea pero todos se rieron al final.

Ah, sin dudas el viaje escolar era mejor de lo que esperaba.

Llegó la noche y en nuestra habitación había pasado de todo, desde "peleas" con almohadas que pasaron a puño limpio, a juegos de cartas pasando por retos tontos. Finalmente muchos de nuestros compañeros ya habían caído dormidos a altas horas de la madrugada solo unos cuantos seguíamos despiertos.

—¿Entonces hay alguien te guste?

La pregunta de Kometani-san a Katai lo había tomado desprevenido haciendo que se ahogase con la gaseosa que se encontraba bebiendo.

—A decir verdad no —respondió con simpleza—. Pero, hay una chica que llama mi atención.

Oh, eso sí era interesante. Katai podía tener un lado sensible ¿Quién lo diría? Las miradas incómodas de los presentes, la mía incluida, terminaron por poner a Katai muy nervioso.

—Hagan sus apuestas caballeros —dije entonces—. 1000 yenes a que es Agari-san.

—1000 a Yamai-san.

—1500 a Inaka-san.

Uno a uno los chicos comenzaron a tratar de adivinar. Misteriosamente Inaka-san, nuestra compañera de provincia que se esforzaba tanto por ocultarlo iba en cabeza con al menos 7000 yenes en juego.

De imaginarlo sería una escena muy graciosa. Inaka-san con esfuerzo llegaba a la altura del pecho de Katai, sin mencionar lo musculado que él era y lo delgada que era ella sin duda harían una pareja bastante inusual.

Katai había permanecido en silencio todo este momento con la mirada clavada en el tatami de la habitación.

—¡Debe ser ella! —exclamó otro compañero— ¡Vamos denme su dinero!

—¡Es M-mikuni-san!

Finalmente Katai había reunido el valor para confesar ante todos.

—¡Vamos! —exclamó Shinobino-kun—. Siempre apuesten por la más adorable para el delincuente.

Mientras Shinobino-kun reclamaba su recompensa yo pensaba en Mikuni-san, ella era una de las dos compañeras del grupo de Komi-san, jamás me esperé que a Katai le llamase la atención alguien como ella, no la conocía mucho pero por lo que había observado un par de veces podía asegurar que era esa clase persona que hacía planes e itinerarios para todo. Siendo bastante estricta y puntual.

Aunque sería una pareja un poco más ideal para Katai que Inaka-san. Las siguientes preguntas fueron similares y descubrimos los gustos de varios chicos. Me sorprendía que muchos de ellos realmente y hablando en serio no dijeran Komi-san como respuesta.

—¿Qué hay de ti Naruse-kun?

Naruse-kun tan solo se arregló el cabello y soltó una risa.

—Por supuesto que tendría que responder que yo. Me amo a mí mismo.

Komi-san no puede comunicar su amor (Tú x Komi) 2.0Where stories live. Discover now