no[BLOO]

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Los mensajes de Yuna no paraban de llegar, todos eran preguntándome si estaba bien o que me había sucedido, a pesar de que los mensajes eran de texto, se podía descifrar la preocupación con la que había escrito cada palabras.

—Voy a dar un paseo necesito aclarar mis ideas—Dije para mis amigos, que todavía estaban allí; mientras me levantaba del sofá y caminaba a la puerta, para abrirla y salir.

Caminaba sin rumbo por las calles de la ciudad, algunas personas me miraban mal, por la ropa que llevaba, según ellos, parecía un delincuente, bueno, tampoco faltaba las chicas que me miraban con deseo, no voy a mentir, soy irresistible.

Mis pies me llevaron a un edificio abandonado; que aún estaba sin terminar de construirse ya que la obra había sido cancelada; al cual no iba hace bastante tiempo.

Me adentre en él y subí a la azotea, allí, me senté en el muro de piedra que estaba en el borde, con mis piernas colgando.

—Haber Bloo, céntrate—Me dije para mi mismo cuando mi vista se perdió en algún punto del cielo.

—A mi Yuna me gusta y por lo que yo sé ella también gusta de mi—Empezó a hablar con su persona—¿Entonces porque me cuesta tanto decirle que sea mi novia? Pero... ¿Para qué quiero que sea mi novia? Eso es como muy infantiloides. Menuda estupidez. Joder, ¿y ahora qué hago?

Mi móvil vibró, avisando que alguien llamaba, mire el nombre que estaba escrito en la pantalla, Yuna.

—Mierda, joder, ¿qué hago?—Dije al aire totalmente atemorizado— ¿Sabes qué, que te jodan?— Manifeste, estaba harto de todo este puto lío y del puto amor. Así que en un arrebato de adrenalina mezclada con valentía contesté la llamada.

—¿Bloo?—Dijo con su dulce voz, que tanto eche de menos.

—Hola—Dije con cobardía porque tal como había venido toda esa valentía y adrenalina, se habían ido.

—Menos mal que me contestas, estaba muy preocupada—Mi corazón palpitó muy fuerte por la alegría que había causado en mi—¿Estas bien? ¿Qué te pasó? ¿Por qué no...

—Tranquila estoy bien—Interrumpí—Gracias por preocuparte pero verás yo no fui porque, bueno...

—No tienes que contármelo si no quieres—Añadió tranquilizándome.

—Si quiero contartelo—Confesé, más decidido que nunca—Yo quería pedirte que fueras mi novia pero me entró pánico así que no fui y ahora que lo pienso es una tontería—Deje de una manera muy rápida, arrollando las palabras.

Un pequeño silencio se rompió hasta que Yuna hablo:

—Si quiero—Dijo sin una pizca de burla, lo dijo de una manera muy seria.

—¿En serio?

—Si

—¡Gracias, joder, te quiero!— Grité con una felicidad que causo estragos en mi.

—Vaya, para ser una tontería te has puesto muy contento—Espetó Yuna con un tono de mofa y a continuación soltó una risa que fue música para mis oídos.