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—¿Vienes mañana a la fiesta de Jay?—Pregunto Bryn para romper la tensión, que se había formado desde que llegué.

—Solo si no volvéis a meteros en una pelea—Respondí.

—No prometo nada—Confesó No:El, mientras elevaba sus hombros, con simpleza y quitándole importancia.

—Toma—Me ofreció Young B.

—Gracias—Dije mientras aceptaba la lata de cerveza que él me daba.

—Bro—Llame a No:El, que se giro en mi dirección de nuevo—vete a la mierda—dije luego de que me haya llamado enana. Y todos explotaron en risas, menos yo, sé que soy diminuta, pero no me gusta que me lo recuerdan.

A pesar de la diferencia de edad, congeniábamos muy bien.

La noche había caído; y la tarde, la habíamos pasado muy bien, entre risas, bromas y buen rollo.

Teníamos que disfrutar el tiempo que nos quedaba, ya que dentro de una semana, las clases comenzaban.

El verano estaba por acabarse, ya lo indicaba el clima, cada vez hacia más frío, pero para ser sincera, prefiero el frío antes que el calor.

Tiramos los desechos, cogimos nuestras cosas y nos dividimos en dos grupos, como siempre, Bryn, No:El y Swervy, por un lado y Young B y yo por el otro, siempre hacíamos el mismo recorrido.

Me despedí de mi acompañante, como siempre hago, pero esta vez, le dije, que no me enviara un mensaje—a las once en punto, te estaré esperando, debajo del árbol—expliqué mientras señalaba al árbol que se hallaba bajo la "famosa" ventana.

—Esta bien, nos vemos.





—Maldita sea, ¿dónde estas, Young B?—Dije ya harta, llevaba, diez minutos esperándolo.

—Eyy, Yuna, aquí estoy—dijo mientras bajaba de su coche, rápidamente me acerqué a el y le di un golpe en su nuca—por llegar tarde—le di otro—y por gritar, que mis padres todavía están despiertos, espero que no me descubran esta vez—finalice.

Río y no dijo nada. Subimos a su coche y tomamos rumbo a casa de Jay.

Bryn, No:El y Swervy, no estaban esperando en la entrada de la casa del anfitrión.

—Llegáis tarde—Dijo, más bien grito Swervy, ya que la música estaba a muy alta.

—Fue culpa de este idiota—Grite señalando al conductor.

—La culpa siempre es mía—Respondió mientras nos habríamos paso entre la gente, tratando de llegar a la barra libre de alcohol.

Agarre un vaso algún licor, me daba igual cual fuese, sólo quería que cumpliera su función, emborracharme. Y lo eche en un vaso de plástico, al cual luego añadí dos hielos.

Llevábamos al rededor de una hora y algo en la fiesta, ya hacía rato, que el grupo se había separado, ya para ligar o para socializar, como sea, eso ya no importaba, esta en una casa, ajena, en la cual solo conocía a unas pocas personas. Digamos que hace tiempo que no tengo mucha vida social.

Camine por la casa, con la esperanza de distinguir alguna cara conocida. Pero lo que más quería en ese momento, no era encontrarme con mis amigos, si no, con Bloo.

Esperaba que el se encontrara en aquella casa. Pero no lo encontré, todo rastro de esperanza, ya se había esfumado.

—Yuna—Gritaron detrás de mí, mientras una mano, se posaba sobre mi hombro. La ilusión, volvió a mi cuerpo. Una sonrisa se formo en mi rostro.

Por un momento, creí, que se trataba de Bloo, hasta que me giré y otra vez, la esperanza y la ilusión, abandonaron mi cuerpo y aquella sonrisa, desapareció.

—Jay—Murmure al ver al dueño de la voz y de aquella mano, que ya no estaba sobre mi hombro, ya que el sujeto la había retirado, cuando me giré.

—Eyy, Yuna¿que tal?—gritó.

—Hola, bien y ¿tú?—Respondí gritando.

—Bien, me alegro de volver a verte—

—Si, yo también—Grite desinteresada.

—¿Que pasa, no te estas divirtiendo?—Pregunto con una mueca triste.

—No, no, no es eso, es que la música esta muy alta.

—¿Y que pasa, no la puedes alcanzar?—Dijo mientras soltaba una carcajada.

—Ja, ja, ja, muy gracioso Jay, a ver si te ríes, cuando te de una paliza—Respondí, fingiendo estar enfadada, aun que para ser sincera, aquel chiste, si es que así se podía llamar, había sido ingeniosos.

—Que carácter tienes Yuna

Proseguimos hablando durante un rato más, no sé cuanto tiempo fue, para ese entonces, yo ya había perdido la noción del tiempo, gracias al alcohol que se encontraba en mi sangre, y por la falta de un reloj.

no[BLOO]Where stories live. Discover now