no[BLOO]

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—Soy un idiota—Dijo Bloo mientras se acababa su tercera lata de cerveza.

—Lo sé y ya lo has dicho no sé cuantas veces—Respondió Loopy un poco cansado.

Bloo se había arrepentido de su actitud hacía Yuna.

—Deja de rayarte, esta noche nos vamos de fiesta y bebemos hasta olvidarnos de quien somos—Habló Taeyang.

—Si y también podríamos pasar la noche con alguna chica—Intervino esta vez Owen.

—Yo no quiero a cualquier chica, yo quiero a Yuna—Confesó Bloo, el alcohol ya estaba haciendo efecto.

Esa presión en el pecho, esos sentimientos, la imagen de Yuna adolorida por su estúpida actitud era un martirio incomparable con cualquier otro recuerdo que antes hubiera vivido.Era la extraña sensación, la que le impedía aceptar pasar la noche fuera, sentía un dolor extraño, mezclado con arrepentimiento y culpa, nunca antes había sentido un cóctel de emociones como ese.

[...]

Al final, Loopy, Owen y Taeyang habían convencido a Bloo para salir un rato de fiesta.  Ellos no sabían como lo habían logrado, quizás fue con la frase que Bloo tanto decía pero ahora no tenía ánimos para citar—El tiempo todo lo cura pero la fiesta y el alcohol siempre ayuda—

—Vamos Bloo, anímate un poco—Pidió Taeyang ofreciéndole otro vaso de Ron.

Esta vez lo acepto, no como las anteriores veces que lo había rechazado con un deje de tristeza.

Después de beber el contenido del recipiente de vidrio tomó un mojito, esa bebida no le hacia mucha gracia, así que opto por tomar un vaso de Hennessy, su bebida alcohólica favorita y después de ese, otro más. 

Siendo insuficiente para Bloo, el alcohol que recorría su organismo, decidió agarrar una botella con el mismo líquido, la cual dejó vacía en pocos minutos. Tampoco fue suficiente, el dolor y esos sentimientos todavía estaban ahí, todavía invadían su cabeza, todavía gritaban lo estúpido que era, así que siguió bebiendo, hasta que las voces sé callaron, hasta que perdió la cuenta de todo lo que había tragado.

Se levantó del sofá en el que llevaba sentado desde que había llegado, pero tu tuvo que sostenerse de algo que ni él mismo veía con claridad por culpa del alcohol.

Sus amigo lo habían dejado solo hace un rato. Quiso ir a buscarlos, pero fue incapaz. Primero, todo le daba vueltas, no era capaz de dar ni un solo paso sin agarrarse a cualquier objeto para no caer, segundo, todo estaba borroso incluso la cosa más cercana le costaba ver con claridad, así que no podía reconocer la cara de sus amigos, aún cuando los conocía de hace años. En el momento en el cual  se percató de esto, optó por quedarse en el sofá recostado, esperando a que algo sucediese. Pero eso no lo preocupó.

—Hola cariño, ¿te acuerdas de mi?—Habló un chica rubia, sentándose junto al pelinegro.

Bloo no estaba como para recordar algo, así que simplemente no respondió.

La rubia al ver que había sido ignorada, se paró totalmente indignada, cosa que a la que el chico no le tomó importancia.

Rato después; ya quisiera alguien saber cuanto; Loopy apareció, ocupando el lugar en el que antes había estado la rubia.

—Bro, no tienes buena pinta, será mejor que nos vayamos.

El chico murmuró algo que nadie sería capaz de descifrar.

El calvo, no lo pensó más, agarró a su amigo como pudo y lo llevó hasta el coche y desde allí, condujo hacía su casa.

Owen se había marchado un tiempo atrás, cuándo la chica con la que esperaba pasar un buen rato declinó su oferta.Y Taeyang, todavía estaba en el antro.