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Yuna llegó al lugar donde había quedado con Young B. Durante un par de minutos ninguno dijo nada.

—¿De qué querías hablar?—Rompió el silencio el mayor.

—De lo que paso en la fiesta,¿te acuerdas?—

—Si—Confesó apenado.

—Solo quiero aclarar las cosas.

—¿No significo nada?

—¿Qué?—Preguntó la castaña al no entender la pregunta del pelinegro, estaba demasiado nerviosa, su cerebro no procesaba bien la información.

—¿Sientes algo por mi?—

Un nudo se le formo en la garganta, permaneció un par de segundos en silencio hasta que por fin hablo—No—

Young B soltó el aire que había estado reteniendo—Menos mal, tu tampoco me gustas—dijo—¿Cómo me iba a gustar una mocosa como tu?—Bromeó para relajar el ambiente.

—Oye por lo menos no parezco un camaleón.

El mayor río—¿Un camaleón?

—No sé, fue lo primero que se me ocurrió—Dijo Yuna y empezó a reír junto a su amigo.

—¿Entonces todo arreglado?

—Si—Sonrió  Yuna.

—El viernes va a haber una fiesta en casa de Jay, vamos a ir, vamos a beber hasta que no podamos más y no sepamos como llegar a casa—Informó, más bien ordeno, cuando los jóvenes pararon de reír.

—Esta bien, iré.

Young B, acompaño a Yuna a casa. Y sé despidieron.

[...]

El resto de la semana ocurrió normal, nada fuera de lo común.

 Levantarse temprano para ir a clase, pasar casi todo el día allí y volver a casa; la cual estaba sola, ya que sus padres trabajaban; hacer las tareas, si es que tenía o si no ir al parque con sus amigos.

Ayer, Yuna le había pedido permiso a sus padres, para ir a dormir a la casa de Kim Yujin, su ex mejor amiga, ya no lo era, dejo de serlo, cuando empezó a hablar mal de Yuna a sus espaldas; claro que eso sus padres no lo sabían, ellos creían que todavía eran inseparables.

Cogió la mochila donde tenía la ropa, que llevaría a la fiesta, salió de casa, con ropa, normal, más decente, por así decirlo, ya que sus padre estaba en casa ;porque no trabajaba; y sospecharía algo, si salía con ropa de fiesta. 

Se dirigía a la casa de No:El, donde había quedado con la pandilla. Y allí se cambiaría para la fiesta. Para la cual aun quedaban un par de horas.

—¡Nooo! ¡Dadme mi móvil!—Gritó Yuna exasperada.

—No—Respondió No:El riendo junto con el resto.

—No es justo, sois tres contra una—Protestó haciendo un puchero.

Yuna estaba con el móvil, enviándole un mensaje con Bloo, estaba ignorando a sus amigos, así que decidieron quitarle su celular para que les hiciera caso.

Young B, Swervy y No:El, corrían por el salón de la casa, de el último.

—No hace gracia—Dijo cuando las risas de sus amigos se hicieron más fuertes por la actitud de la menor.

Menos mal que Yuna, había cambiado la contraseña de su móvil, ni ella sabía la razón, pero de no haberlo hecho, cualquiera de sus amigos, hubiera podido desbloquear su celular y ver las conversaciones que tenía con Bloo.

—Ya chicos regresarle el móvil a Yuna—Dijó Bryn, quién había permanecido sentada en el sofá todo este tiempo mientras reía de los actos de los demás.

—Esta bien, pero que no nos ignore—Reclamo No:El.

[...]

Los cuerpos de la gente se movían al ritmo de la música. El alcohol, los cigarrillos y algunas sustancias ilegales, abundaban en la fiesta. 

Hacía un rato que la adolescente estaba buscando a Bloo.

Horas antes le había enviado un mensaje preguntándole si venía, pero ni siquiera lo había leído. Incluso lo había llamado pero no daba señales de vida, y estaba preocupada. ¿Y si le había pasado algo?

—Parece que buscas a alguien—Preguntó un chico que se había parado frente  a ella, impidiéndole  ver la pista de baile, la cual llevaba observando un buen rato, buscando la cara de Bloo.

Yuna solo asintió y se alejo del tipo para seguir buscándolo .

—¿Como te llamas?—Dijo volviendo a ponerse enfrente de ella.

—Yuna—Respondió y otra vez se alejo de el.

—Deja de esperarle, no creo que vaya a venir.

—¿Como lo sabes?—Preguntó un poco enojada porque ese chico la estaba molestando.

—Hace un buen rato que estas esperando a esa persona y si no ha venido ya, no creo que venga.

No dijo nada, porque una parte de Yuna sabía que tenía razón pero la otra, quería seguir esperándolo.

—Ven, vamos a beber—Ofreció.

—Esta bien—Acepto, sabía, que con un par de copas, se olvidaría del asunto y estaría mejor.

—¿A quien esperabas, si se puede saber?—Preguntó el chico, cuando ya llevaban unos cuantos tragos de algún tipo de alcohol.

Mientras bebían, no pudo evitar observar al tipo, no tendría  más de veinte años, su pelo era marrón. Sus ojos eran pequeñitos y rasgados, con un solo párpado. Labios pequeños y finos. Guapo, se podría decir.

—A un amigo.

—Vamos a mi casa.

—Que directo—Dijo Yuna, riendo, ella sabía perfectamente a lo que se refería con ir a su casa.

—¿No quieres pasar un buen rato?

—Pues claro que quiero—Respondió riendo mientras se levantaba del sofá dispuesta a irse con el chico que hace horas que conocía.

no[BLOO]Where stories live. Discover now