-03-

766 45 3
                                    

Me acerque al árbol, que estaba al lado de la ventana, y empecé a trepar por el.

Salte hacia la ventana, y entre a mi habitación.

Me acerque al interruptor y prendí la luz.

—¿Park Yuna, donde estabas?

Me maldije mentalmente al escuchar a mi madre.

Me gire para verla, aun que no fui capaz de mirarla a los ojos.

—Son las cuatro de la mañana,¿de donde vienes?—Dijo mi madre, esta vez pero gritando.

No respondí, solo me limité a mirar al suelo.

—Estas castigada, dame tu teléfono

Saque mi celular, de mi bolsillo y con rabia se lo di.

—Y no saldrás de casa, hasta nuevo aviso.

Mi madre, se levanto, de la silla, en la cual estaba sentada. Y salió de mi habitación.

—Mierda—Dije y me lance a mi cama frustrada.

Me puse a pensar, en todo lo que había ocurrido esta noche; hasta que me quede dormida.

[...]

Me desperté, por culpa de los rayos de sol, que se colaban por la ventana.

Atravesaban la ventana como el agua atraviesa el papel, o como un taladro perfora una pared.

Con pereza me levante, me di cuenta de que todavía llevaba la ropa de la noche anterior, por lo cual me puse algo más cómodo.

Una camiseta, blanca, oversize y unos pantalones, negros, igual de grandes que la camiseta.

—Las once y media—Me dije para mi misma al ver la hora, en el reloj, que estaba en la mesita de noche.—Sábado—Continue—A estas horas, mis padres están trabajando, si salgo ahora, y vuelvo antes de las tres, no sabrán que he salido—

Si, me han castigado, sin salir; y sin móvil; por escaparme, y ahora, voy a volver a salir sin permiso.

¡Viva la rebeldía!

Esta vez, no hacía falta, que saliera por la ventana; así que, agarre una chaqueta y mis llaves.

Abrí la puerta y salí.

Empece a andar sin rumbo.Perderme, era muy poco probable, ya que conocía bastante bien la zona.

Ya había recorrido cuatro calles; cuando me encuentro a mi grupo de amigos, con los cuales estaba enfadada, menos con Bryn.

—Eyyy, Yuna, íbamos a tu casa—Gritó  Young B.

Los mire con enfado, los ignore y me cambie de acera.

—Vamos, Yuna,  no fue para tanto—Grito esta vez, No:El.

Los volví a ignorar, acelere mi paso y seguí paseando.

Cuando mire mi reloj de muñeca, me di cuenta de que eran las tres menos diez.—Joder

Comencé a correr hacia mi casa, corrí los más rápido que pude, como si mi vida dependiese de ello; aun que así era, si mis padres se daban cuenta de que había salido, me matarían.



En el momento en el que llegue a la puerta de mi casa, la abrí con las llaves.Entre y cerré la puerta.

Fui a la cocina, a beber un vaso de agua, la carrera, me había dado sed.

Llegaron mis padres, no se dieron cuenta de que había salido; mejor.

Y el resto de la tarde me la pase suplicándole a mi madre que me levantase los castigos.

no[BLOO]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon