48. más que una marca.

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Después de haber logrado conversar todo, idearon el plan. Mattheo y Amelie tuvieron que pensar todo muy bien para poder ocultarle cosas a alguien tan inteligente como Voldemort y sus seguidores que los rodeaban. Mattheo le diría a su padre que no le hicieran la marca a Amelie, ya que sería su esposa más pronto de lo pensado. Esto la podría librar de cualquier cargo y a la vez proteger. Confiaba en que Amelie no se uniría a Harry y su equipo, lo cual lo dejaba aliviado.

Era sábado, el día de decirle a Voldemort. Estaban sentados esperando a que llegara a cenar. Amelie estaba en su casa, también ansiosa de saber que era el día y esperaba que Voldemort se creyera todo.

Mattheo apretó con ansias la caja en su bolsillo, y se puso nervioso. No por la mentira, si no por darse cuenta que se demoro demasiado en encontrar un anillo hermoso y perfecto para Amelie. Lo que le oculto a la chica es que pronto le pediría matrimonio de verdad, y que el anillo lo había escogido con tiempo por lo mismo. Sentía que era una mentira con mucha verdad, asi que habían muchos sentimientos encontrados.

Voldemort y Bellatrix se hicieron presentes en la mesa. Fue ella quien llegó al lado de Mattheo algo alterada, pero manteniendo una sonrisa cínica.

—ese es mi asiento, Mattheo.

—puedes sentarte a mi lado, o donde gustes. Hay más de ochenta sillas en esta mesa.— informó con expresión normal, sin alterarse más. Amelie le había dicho que actuará de forma madura para no caer en sus juegos.

—¡Yo me siento ahí!— chilló histérica. Mattheo abrió los ojos grande y miro a su padre transmitiendole con la mirada lo loca que estaba Bellatrix.

—okey. Siéntate, no te alteres.— pidió fingiendo estar anonadado. Voldemort le dió una sola mirada a Bellatrix, notando por el rabillo del ojo como sus hijo se comenzaba a levantar.

—no te muevas, hijo. Es tu lugar, al lado mío. Bellatrix, si te di el honor de sentarte junto a mi por la cena, no era para que te acostumbraras.— se sentó mientras Mattheo se volvía a acomodar.— no le levantes la voz a mis hijos. Están por encima de ti.

—si, señor. Lo siento.— se sentó en el puesto al lado de Mattheo, con una vena en el cuello hinchada de la rabia. Tom sonrió.

—padre, quería estar cerca de ti para informarte de un acontecimiento grande que quiero que seas el primero en saber.

—hijo, no necesitas explicaciones para estar a mi lado. Ese es y será siempre tu lugar.— alzó las cejas.— pero me causa intriga el acontecimiento. Hace tiempo que no me traes uno. Te escucho.

—le voy a pedir matrimonio a Amelie antes de lo esperado.— se sacó la caja del bolsillo para mostrarle el gran diamante que tenía dentro.— será mi esposa.— Voldemort sonrió y Tom carcajeo emocionado.

—¿Estás feliz?— Mattheo cerró la caja con una enorme sonrisa. En sus ojos tenía la respuesta, pero lo reafirmó asintiendo.

—Amelie es una mujer perfecta. Es la única para mí.— Tom soltó un alto grito a modo de celebración.

—¡Habrá una boda!— celebro Voldemort levantando su copa. Los demás lo imitaron.— ¡Salud!... ¿y cuándo será?

—aún no se lo he pedido, aunque ella sabe que será mi próxima Riddle y yo seré su esposo.— aseguró el anillo. Era extraño que sonriera tanto frente a su padre, pero lo más raro era que no le importara si pensaba que era un débil. Sabía que el amor de Amelie lo hacia más fuerte a cada segundo.— ya quiero que pase la guerra para tener una boda a lo grande. Quiero de padrinos a los chicos y Amelie va a decidir las damas de honor. Detalles que los tengo que ver junto a mi futura esposa.

𝐌𝐢𝐚 𝐎 𝐃𝐞 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞- 𝐌𝐚𝐭𝐭𝐡𝐞𝐨 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 [+18] «En Edición»Where stories live. Discover now