31. la verdad de Mattheo.

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Mattheo estaba recostado sobre el pecho de Amelie con una sonrisa. Una idea repentina llegó a su cabeza.

¿Y si le pedía ser su novia?

Le encantaría que ella aceptará. Sus caricias se sentían tan bien, tan reales... Era algo que simplemente no podía explicar. Siempre creyó que el querer a una mujer era tener intimidad y después seguir sin aburrirse, sin embargo se dió cuenta que 3syana muy equivocado. Le importaba Amelie, quería su bien y era capaz de preocuparse más de ella que de nadie, no soportaría si alguien le hace daño, haría lo que fuera por ella... Lo entendía, sabía que sentía.

Se elevó sobre ella para quedar mirándose, se acerco para dejar un beso suave en sus labios. Amelie estaba al borde de dormirse y eso hacia que respondiera con pereza aquel beso. Mattheo sonrió y beso su frente una última vez para acomodarse nuevamente en su pecho y dormir plácidamente.

Amelie durmió dos horas exactas. Cuando comenzó a abrir los ojos con dificultad noto como aún Mattheo dormía en su pecho profundamente.

Recordó que se acercaba el baile... Si era sincera consigo misma no le gustaba mucho la idea de ir al baile. El año pasado el baile fue un horror, y no solo porqué no hubiera alcohol, más bien porque los profesores estaban encima de los estudiantes viendo que no hubieran contactos "inadecuados" o simples besos. Le daba pereza ir.

—mmm... ¿Hace cuánto estás despierta?— preguntó abriendo los ojos y frotandolos por sentirlos pesados.

—solo hace un par de minutos.— se decidió por preguntarle si quería ir a ese baile, porque si decía que no sería un alivio.— oye... ¿En serio quieres ir a ese baile?— jugo con sus manos de forma nerviosa. Mattheo se levantó y se acostó a su lado mirándola.

—si... Digo, no lo sé. He ido a bailes, a los de mis padres y seguidores, incluso al de mi colegio anterior... No es algo muy excitante.

—¿Y por qué no hacemos otra cosa?

—¿Por qué? ¿Acaso no quieres ir?— se acerco a besar su rostro.— si no quieres ir no me molesta nada eh. Podríamos ir a una cita cariño, ¿Quieres tener una cita conmigo?

—¿Una cita?— lo abrazo dudosa y abrió los ojos.— ¡Ay si! Pero me gustaría ir a un hotel... He escuchado unos que son muggles. Me gustaría ir a uno que tenga jacuzzi, tv y que te sirvan comida... Ay, que delicioso.— Mattheo sonrió.— se que son caros, pero puedo-

—para mí no es nada. Te llevaré a dónde quieras, aparte me encanta la idea.— susurro en su oído.— iré a cambiar al banco de galeones a dinero muggle.— la miró a los ojos.— entonces, ¿Lo hacemos?

—si por favor, es definitivamente mejor que ir al baile.— agarró su cintura.

—una pregunta amor... ¿Tú te harás la marca?

—mi padre me obliga...— miró hacia otro lado algo incómoda.— no quiero hablar de eso en realidad, Mattheo.

—uy, está bien. ¿Quieres ir a comer?

—esta bien, vamos.— se iba a levantar y Mattheo seguía aferrado a ella.— andas muy cariñoso últimamente... ¿Acaso hiciste algo malo?

—¿Que? Claro que no.— se levantó de la cama ordenando su ropa.— genial, ahora no puedo darle algo de afecto a...— se quedó en silencio. ¿Que se supone que eran?

—no seas exagerado, solo bromeaba. Me encanta que seas acaramelado.— beso su mejilla mientras caminaban. Llegaron al gran comedor y Pansy de inmediato se levantó al verla. La última vez que la vio fue en la última cena, y estaba muy afectada.

—¡Amelie!— salió del banco para abrazarla con fuerza. Acaricio su cabello agitada.— Merlín... Solo dime qué estás bien, ¿Lo estás?

—si Pansy, estoy bien.— aseguro sonriendo mientras le devolvía el abrazo.— tranquilos, en serio estoy bien.

𝐌𝐢𝐚 𝐎 𝐃𝐞 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞- 𝐌𝐚𝐭𝐭𝐡𝐞𝐨 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 [+18] «En Edición»Where stories live. Discover now