𝐌𝐢𝐚 𝐎 𝐃𝐞 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞- 𝐌𝐚𝐭𝐭𝐡𝐞𝐨 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 [+18] «En Edición»

6. ¿amigos?

—escondete.— susurré parando antes de doblar por el pasillo, camine hacia el cuadro susurrando la clave de los prefectos.— ¿Sabe? Creo que la dama gorda tenía un gran chisme.— el cuadro abrió los ojos y desapareció.— ¡Ven, apúrate!

Reí y tome su mano para jalarlo dentro de mi cuarto, entrando y me sostuve en la puerta de la risa ya que tuvimos que venir escondidos porque teníamos clases.

Suspire cansada por correr tanto.

—sientate en la cama, voy a ir por unos paños.— avise quitándome la capa.

—una Slytherin comportándose como toda una Hufflepuff... Interesante.— se burló y yo reí sin gracia.— ¡Hey! Tranquila fierecilla.— levantó las manos y yo me acerque con una fuente que contenía agua y un paño.

—te quedas quieto.— le ordené para tomar el paño. Me acomode para subir una pierna a la cama y estar cómoda para limpiarlo. Su herida era profunda y se veía fea.— ¿No te duele?— pregunté echando aire con mi boca en su frente seguido de limpiarla con cuidado.

—no, además...— formó una sonrisa mirando hacia abajo, yo supuse que sus manos.— tus piernas me distraen completamente... De todo.— fruncí el ceño y miré mis piernas. Ahora entendía y cubrí mis piernas sintiendo el calor subir a mis mejillas.

—eres un descarado.— refunfuñe negando para lavar el paño.

—¡Que es broma! Aunque si te soy sincero no estás nada mal, eres muy linda y si yo fuera tu saldría con chicos lindos para aprovechar mi cuerpo... Y la vida.— abrí los ojos.

—no necesito un hombre, mucho menos a un chico para aprovecharme a mi misma, aparte... Tu no sabes si ya los he disfrutado o no.— limpie el costado de su mejilla sintiendo aún su mirada fija en mi.— y no me mires asi, es muy incomodo.— mire de reojo su sonrisa quedándose ahí.

—no necesitas un hombre, pero, tus hormonas necesitan algo para calmarse, aunque... Si necesitas ayuda no dudes en recurrir a mi, con gusto te ayudo.— ya no eran solo mis mejillas las que se sentían calientes. El sueño, lo que soñé llegó a mi mente.

El se movió encima de mi y como era su torso y su pelvis que se movía muy bien.

[Fin Amelie Malfoy]

Amelie se quedó tildada recordando el sueño erótico que tuvo con el. Mattheo sonrió ante ella mientras su mirada se dirigía a los sensuales labios de la chica que ahora se encontraban atrapado en sus dientes.

—¿Acaso te gusta la idea, Amelie?— cuestionó coqueto para inclinarse un poco más hacia ella y poner su mano en el muslo de Amelie para apretarlo.

Mattheo había desarrollado una gran atracción por la chica, y es que algo tenía, algo muy distinto a todas las demás con quiénes había estado, lo distinto parecía parar por alto para todos, menos para el.

Su cuerpo era tan refinado y frágil, aunque muy bien sabía que no tenía ni una pizca de ello, sus piernas con muslos lechosos y su cintura simplemente lo mataba; sus pechos eran tan redondos y firmes que solo esperaba no estar al borde de la locura y obsesionarse.

Anteriormente le había pasado con otras chicas pero siempre pasaba lo mismo, las deseaba y a penas follaban una vez su interés por ella se esfumaba y las lastimaba para que se alejaran del.

—Mattheo... En serio basta, no me molestes.— susurró un poco nerviosa y evitando a toda costa su mirada.— no se por qué te esfuerzas tanto en intentar algo sabiendo que solo quieres jugar conmigo.— levantó la mirada y lo vio directo a los ojos. El jamás se fijaba en los ojos de las personas, ni el color, ni que transmitían... Nada.