𝐌𝐢𝐚 𝐎 𝐃𝐞 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞- 𝐌𝐚𝐭𝐭𝐡𝐞𝐨 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 [+18] «En Edición»

46. empezar las cosas de nuevo.

—Mattheo... Tú fuiste el que me dejaste. No te puedo dar una respuesta inmediata, solo necesito tiempo.— pidió. No sabía que era lo correcto o no, pero su corazón le pedía a gritos estar con él.

—el tiempo es para terminar, no soy idiota.— se separó y suspiró.— puedes decírmelo con confianza que es un no. Seguiré de tu lado, tranquila.— le dió fin a la conversación caminando en sentido contrario a ella para sentarse a ver por una ventana que llegaba hasta el suelo.

Amelie se acerco a su lado, para también sentarse y mirar su rostro de preocupación.

—no es para terminar, te lo diría. Solo quiero pensar que estamos haciendo mal y por qué nos pasa esto. Tienes que entender que debemos tener algo sano Mattheo, para así poder estar toda una vida sin estos inconvenientes.— Mattheo cerró los ojos en un suspiro y asintio, intentando apostar toda su confianza en ella, respecto a la relación.

—¿Crees que después vamos a volver, Amelie?

—Mattheo...— elevó su mentón para observar su rostro.— eso lo va a decidir el tiempo. Tranquilo.

—no puedo estarlo, siempre que he visto que las parejas se toman un tiempo... Después lo dejan.

—no nos pasará. Será un tiempo para pensar. Yo te amo, te amo demasiado, pero tú también tienes que reflexionar sobre que no puedes terminar esto cada que te enojes.

—no estaba enojado, Amelie, solo dolido. Jamás me enojaría contigo.— Amelie asintio.

—yo también debo aprender a no depender completamente de ti. Si no me valgo por mi misma sin ti... Caeré en una tristeza eterna cada vez que me dejes.

—¡Es que no te dejare otra vez! No volveré a hacerlo, lo prometo.— se apoyo en su mano.— ya lo entendí, entendí todo. Por favor.

—si tú no lo necesitas está bien, pero yo si lo necesito. Dame tiempo a mi. No quiero algo tóxico... Solo quiero aprender y estar preparados para volver a construir todo de nuevo, pero de la forma correcta.

—esta bien, lo siento por la insistencia. ¿No... No estarás con nadie más durante este tiempo?

—no podría... ¿Y tú?

—no tienes ni que preguntarlo, preciosa. Eres la única, y siempre serás la única para mí.— la miró hacia el lado con más paz.— ¿Y te puedo... Te puedo dar solo un beso?

—no lo sé...— miró sus labios, dándose cuenta que lo deseaba más de la cuenta. Uno no es ninguno, ¿No?— solo uno, ¿Okey? Uno corto.

—uno corto.— afirmó jalando de su muslo para montarla encima de él. Amelie tomó sus dos mejillas con una sonrisa, buscando la manera de disfrutar bien ese beso. Mattheo se estaba inclinando con cuidado, pero ella no resistió el acercarlo lento, lo hizo de forma rápida. Comenzó a devorar sus labios con necesidad, lo había estado deseando hace días, por lo que chupo su labio superior atrayendolo en todo momento. Mattheo estaba fascinado moviendo sus labios al compás, moviendo su cabeza de lado a lado y se atrevió a subir sus manos por su espalda para abrazarla. Ni uno de los dos tenía intención de separarse, así que se empeñaban en gastar hasta su última gota de aire para continuar. Sus manos descendieron con sus manos cosquilleantes en deseo hasta sus caderas, y la presiono en su pelvis.

Se alejaron jadeando, pero Mattheo se hizo el loco y la volteo para volver a besarla está vez más desesperado.

Se habían extrañado tanto.

Acarició sus muslos soltando un gemido. Eran suaves y masajeables, tan deseables mordió su labio. Ese vestido negro le quedaba de muerte, se ceñia tan bien a sus caderas que se la ponía dura al punto de doler. Amelie subió las piernas para abrazar sus caderas. Lo presiono. Se tuvieron que separar para tomar aire, y se miraron a los ojos.