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Al llegar a nuestro destino pude darme cuenta de que había 3 patrullas más esperando por nosotros.

-Estamos listos.- Señalo Alex sonriente mientras bajaba con él bebe para entregárselo a una de las policías quien lo estaba esperando con unas mantas y leche.

-Esperen- Me dispuse a bajarme cuando repentinamente sentí la mano de Alex en la puerta evitando que la abriera.

-Oh no amigo, te quedas adentro-

-Pero..

-El tipo es peligroso y si lo vemos haciendo algo que no debe abriremos fuego, no sabemos si tomo una de las armas que tenía en la camioneta. No quiero que vuelvas a salir lastimado, tu solo quédate adentro y déjame que yo haga el trabajo.-

Las ganas de bajarme y estar allí para poder ver que era lo que sucedía me estaban matando pero sabía que si Carlos aparecía armado y me veía aún con vida podía ser capaz de cualquier cosa loca tan solo para destrozarme. Así que con todo el dolor de mi alma decidí ceder a su petición y quedarme adentro de la patrulla a observar todo lo que ocurría.

-Te las traeré amigo, sanas y salvas. Te lo prometo- Le escuche decir mientras sonreía para hacerme sentir mejor.

Luego de alejarse le quito el seguro a su arma y comenzó a hablar con los otros policías que al igual que el estaban al pendiente de observar por los alrededores en caso de que hubiese alguna señal de movimiento.

-¡Este tipo no es ningún fanático!- Les indicaba Alex - ¡Existe una gran posibilidad de que este armado y vaya a disparar sin importarle absolutamente nada!. ¡Recuerden que una menor está incluida en el caso así que si llegan a verlo caminar desde lejos por favor asegúrense de que no tenga la pequeña en brazos antes de proceder!¡

-¡Si señor!-Respondieron todos mientras seguían observando la zona en búsqueda de alguna pista.

Yo solo deseaba que mi Anna apareciera desde el medio de la nada con nuestra hija en brazos, sana y salva para así terminar por fin con esta maldita pesadilla, Solo tenerlas nuevamente conmigo me ayudaría a por fin quedarme tranquilo y poder dedicarme a cuidar de mi salud. Pero si no aparecían estaba seguro que no descansaría ni un día hasta poder encontrarlas. Le había prometido a mi hijo que traería a mamá y a la bebe a casa y no pensaba fallarle por nada del mundo.

Pasaron Varias horas y aun no se veía ningún rastro de parte de Carlos o Anna. Estaba comenzando a ponerme muy nervioso debido a que de verdad tenía la esperanza de que hoy ocurriera algo que cambiara el rumbo de esta triste historia.

Comencé a sentir como la herida del estómago me latía un poco y toque para intentar calmarla, pero cuando quite la mano pude notar como esta se había llenado de sangre, al parecer por los bruscos movimientos que había hecho apenas creo que casi 24 horas después de que me colocaran suturas, habían hecho que mi herida nuevamente se abriera un poco. Solo esperaba que esto no me hiciera sentir peor de lo que ya me sentía o me hiciera desmayarme nuevamente. Comencé a abotonar mi chaqueta para así no tener que ver el resto de la sangre.

-¡Señor veo algo!- Le escuche decir a uno de los policías e inmediatamente levante la vista. El sostenía unos binoculares.

-¡Déjame ver!-Rápidamente Alex se los quito para colocárselos. –Dios mío.. – Se los quito lentamente mientras se veía sorprendido. –Es Anna... -Inmediatamente volteo hacia la patrulla y me observo con una gran sonrisa y los ojos cristalizados -¡Nick, Es Anna!- Grito feliz mientras señalaba hacia los binoculares.

Rápidamente hice todo por intentar salir del auto mientras aguantaba el dolor de la herida, pero sinceramente ya no me importaba. El hecho de saber que mi Anna estaba caminando hacia nosotros me daba una esperanza y felicidad inmensa.

-¡Un sujeto está corriendo detrás de ella señor!_-Indico una de las mujeres quien también veía por los binoculares.

-¡Nick quédate allí!- Alex me hiso una señal con la mano indicándome que no diera ni un paso más y luego volvió a observar por los binoculares. – ¡Vamos rápido!

Me quede allí de pie mientras hacia lo posible por acercarme para así intentar ayudar en todo lo posible para que Carlos no lastimara a mi amada, observe como todos caminaban hacia adelante con armas y observaban la situación. Anna estaba en suelo mientras el hombre que le había dado la vida estaba intentando quitársela apuntándole con un arma con la cabeza, la bebe estaba en sus brazos. ¡Era un maldito monstruo!.

Mientras colocaba mi mano nuevamente en la parte de mi chaqueta en donde tenía la herida, comencé a caminar rápidamente hacia ellas, necesitaba protegerlas de la manera que fuera posible. Cuando pase justo por el lado de Alex, este me observo con tristeza y confusión porque sabía que la orden era no acercarse lo suficiente, más sabiendo que el sujeto estaba armado. Pero no importaba sacrificar mi vida si se trataba de dar el suficiente tiempo para que le dispararan a Carlos y así poder salvar a mi familia.

Diario de una madre adolescente "2"  ( La venganza de Carlos) ( Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora