Capítulo 8.

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Louis estaba de brazos cruzados mientras escuchaba al director hablar, no estaba tomándole atención a lo que decía y cada vez que decía algo que le pareciera que defendía al idiota de Joel Scott lo alteraba.

—Él me asfixió y tengo las pruebas de eso—el ojiazul muestra su cuello con marcas rojas y el director traga en seco— así que también debería estar aquí.

—Primero hablaré con ustedes y luego con él— la mirada del mayor se dirige hacia a Harry— ¿Tú por qué lo golpeaste?

—Lastimó a Louis, siempre lo molesta para joderme a mí— Harry se da cuenta de la palabra utilizada y suelta un suspiro— lo siento.

—Los suspenderé durante cuatro días, se los notificaré a sus padres.

El ojiazul gruñe por lo bajo y Harry se había quedado quieto en su lugar.

—Mi padre no le contestará, sabe que yo mismo me hago cargo de mí, no volverá a pasar y acepto el castigo.

Claro que no volvería a pasar, la próxima vez que Joel lo molestara se daría el tiempo de partirle la cara cuando estuvieran fuera de la escuela.

—Está bien...— Jhonny, el director, masajea sus cienes y suelta un suspiro— bien, no llamaré a nadie pero ya saben, no pueden volver en cuatro días más.

—Estamos de acuerdo— el ojiazul se apura en responder y se levanta de su lugar, sólo quería largarse.

Harry asiente y sigue al castaño, debían ir a buscar sus cosas a sus salones para poder retirarse, a penas salen de la oficina del director se topan con que Niall los estaba esperando sentado afuera.

—¿Qué les dijo? ¿Están bien?

—Estamos suspendidos por cuatro días, ahora debemos retirarnos.

—Uh, menos mal no los expulsó, todo lo que pasen en clases yo se los enviaré por WhatsApp así no se atrasan— Harry sonríe y se acerca a abrazar al ojiceleste, eso era muy amable de su parte.

Louis no se queda a esperarlo y avanza, seguía con la sangre hirviendo y ver a Harry abrazar a otra persona era lo menos que necesitaba ahora, sentía que en cualquier momento lloraría de la impotencia que sentía.

No sabía como sus padres reaccionarían cuando les dijera que había sido suspendido, el ojiazul entra a su salón y mete su cuaderno y lapices en la mochila con poco cuidado.

Lo castigarían, eso era lo más probable, pero había una pequeña esperanza con que no lo harían.

Básicamente se defendió y también defendió a Harry.

Harry entra en ese momento al salón el cual aún seguía desocupado y va a su puesto, guarda sus cosas y se acerca a Louis.

—¿Estás bien? Louis, no debiste meterte—  murmura y el castaño rueda sus ojos, el ojiverde se da cuenta que Louis seguía molesto así que debía tratarlo con un poco de cuidado.

—Te dijo algo horrible, ya estaba harto de él— ambos avanzan hacia la salida del salón y se pierden por los pasillos, yendo directamente a la salida de la escuela.

—Pero era mi problema, me lo dijo a mí.

—Harry no sé si algún día lo entiendas, pero te quiero tanto que lo sentí como si me lo hubiera dicho a mí.

—Louis...

—¡Ya basta!— Louis agita sus brazos debido a que ya estaba en punto límite, pero se va en picada cuando Harry estaba a un de metro lejos de él, alejado y con la respiración agitada, tenía sus ojos abiertos y lo miraba con pánico— ¿Harry...?

El ojiverde sacude su cabeza y baja la mirada, lame sus labios y una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

—Pensé que me iba a llegar un golpe, lo siento— ríe con suavidad y se acerca otra vez al ojiazul, Louis aún mantenía su mirada en él.

Había estado asustado casi a punto de entrar a una crisis de pánico y de pronto se ríe de la situación, habían dos opciones.

Cambiaba muy rápido de emociones o sabía ocultarlo muy bien.

El ojiazul pasa su brazo por la cintura de Harry y ambos salen de la escuela, Louis agudiza su oído y nota que el ojiverde aún tenía respiración agitada, su cuerpo temblaba un poco y le duele saber que él desencadenó ese susto.

—¿Por qué te asustaste conmigo y no con Joel?— pregunta con suavidad y Harry se tensa.

—Porque te quiero y jamás me esperaría un golpe de una persona que quiero o que se supone que me quiere.  

Louis olvida toda su rabia y muerde su labio inferior con fuerza, le había dolido, no sabía porqué pero se sintió como un golpe en su rostro, ni siquiera le dolían las marcas de su cuello, pero ver a Harry así, sí.

El ojiverde se detiene y con eso Louis también lo hace, lo ve agacharse y tenderle el diente de leon que habían visto en la mañana.

—Mira, ahora si puedes soplarlo.

Louis sonríe a medias y toma el diente de león, lo mira fijamente y suelta un suspiro.

Su mirada se pone sobre Harry y niega con su cabeza, el ojiverde le da una mirada confundida y se pone a su lado.

—Tómalo y pide un deseo— el ojiverde mira como Louis le tendía el diente de leon y niega con su cabeza.

—Sabes que no creo en esas cosas— Louis asiente, jamás se le olvidaría.

—Pero tienes esperanza y pedir un deseo es concursar por un rayito de esperanza— Harry toma el diente de león y se sintió como un idiota, ¿tenía que cerrar sus ojos? jamás pidió un deseo en su vida.

Siempre vió a los demás hacerlo, ¿pero él? nunca.

—Cierra tus ojos, pídelo en tu mente y luego sopla— Louis lo guía y Harry hace lo que le dice.

Cierra sus ojos, pide el deseo y finalmente sopla.

El rizado abre sus ojos en el momento justo en el cual ve como las semillas del diente de leon vuelan, todas iban hacia distintos lados.

—¿Por qué me lo diste? el deseo era tuyo— Louis sonríe y se apega al cuerpo de Harry.

—Porque necesito que tengas esperanza, ¿está bien? mi deseo quizás nunca se cumpla y está bien, lo acepto— Harry iba a replicar, no era justo— aparte debes saber que tú eres más importante para mí que cualquier deseo.

—Oh Lou— el ojiverde se aferra al cuerpo del castaño de la misma manera que un niño se aferraba a la pierna de su madre.

Como si se fuera a acabar el mundo y el hecho de sentirlo así de asustado lastima al ojiazul.

—¿Qué te parece si pasas estos días conmigo? Podemos comer en mi habitación, a mis padres no les molestará.

—Tu madre estará enojada conmigo, te suspendieron y fuí parte del problema.

—¿Bromeas? Mi madre y mi padre te aman, estaremos bien.

Harry debió haberse negado, pero no quería quedarse en casa, así que termina asintiendo.

Louis se siente aliviado al oírlo, habían dado pequeños pasos esos días y mantener a Harry cerca era cuidarlo de la oscuridad que lo perseguía.

Pero lamentablemente lo que no sabía era que esa oscuridad ya se encontrada dentro de Harry, estaba casi roto por completo.

Dandelions |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora