06. 𝔓𝔯𝔬𝔤𝔯𝔢𝔰𝔬.

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De nada. *guiño, guiño*🖤

━¡Concéntrate! ━bramó el inferni asignado a mi lección del día.

El Oscuro se encargó de rotar al instructor de forma que pudiera probar con los métodos de todos los inferni apostados en la base. Algunos eran excelentes enseñando e infinitamente pacientes, otros me confundían con términos desconocidos en mi vocabulario y algunos más, como Pjotor, se desesperaban cuando no podía encender ni una vela.

Frotó el puente de su nariz con los dedos. ━Olvídalo, pasemos al combate cuerpo a cuerpo.

Terminaría con hematomas en todas partes, se veía de lejos. En una semana, mi progreso no representaba gran cosa y eso no solo frustraba a los grisha quienes se veían obligados a enseñarme, sino también a mí.

Varias noches me encontré hablándole al pájaro de fuego que habitaba en mi corazón, rogándole por su guía.

Al día de hoy no se manifestaba ninguna ayuda.

━Levanta los puños ━señaló Fedyor, observando desde el límite de la arena━. Un poco más.

Atacar, esquivar, esquivar. Recibir, cubrir, caer.

Era increíble que Fedyor no quisiera matarme. Cada día, un par de horas antes de la cena, el mortificador entrenaba conmigo. Me enseñaba movimientos simples, cómo defenderme o cómo empuñar una daga. Renunció a sus noches libres con tal de contribuir a mi progreso, pero yo no se lo ponía fácil.

Absorbía sus consejos por la tarde y los tiraba por la borda en la mañana, al enfrentarme a mi tutor del día.

━Quizá deberíamos llevarla a la frontera de Fjerda ━propuso Pjotor, lanzando el siguiente golpe.

La finta le funcionó a la perfección. Me lancé por el lado equivocado y tropecé con la pierna que él había extendido. Volví a caer sobre mi trasero con el menor de los estilos. Resollé, intentando adaptar el suministro de aire y fracasé estrepitosamente en eso también.

Terminé por tumbarme completamente, cubriéndome los ojos del sol con uno de los brazos.

━Suficiente por hoy ━concluyó el Oscuro.

Retiré mi brazo lo suficiente para no obstaculizarme la vista. El Oscuro estaba justo a unos pasos sobre mi cabeza, sonriendo de medio lado.

━Me atrevo a pensar que nunca te has visto involucrada en una pelea ━se burló.

Me quejé al ponerme de pie. ━En Keramzin estaban prohibidas.

━Claro que sí.

Se echó a andar en dirección a los límites de la base. Con una orden no pronunciada, me encaminé tras él.

Nos adentramos en el terreno abierto, a una distancia prudente, por decirlo menos. Jamás me alejé tanto de la seguridad del conjunto de tiendas medio raídas. El Oscuro no pronunció palabra alguna que me diese una pista sobre nuestro asunto ahí.

Se detuvo abruptamente y casi me lo llevé por delante.

━El primero de tus problemas es la falta de atención ━señaló, enumerando con los dedos━. Es sorprendente, pues sabes adoptar la forma de pensar de otros con facilidad.

Una rama se partió en uno de los árboles cercanos. Di media vuelta y él me mandó al suelo al patearme los pies. Su punto estaba comprobado, así como también quedaba aclarada la razón por la cual estábamos ahí. Estaba por darme una paliza él mismo.

━Ahora entiendo por qué no te diste cuenta de que Mal prefería a Alina desde el principio.

El golpe de sus palabras me arrebató el aliento. Permanecí quieta, asimilando lo que acababa de ocurrir y recibí un latigazo de sombras contra mi costado.

𝔖𝔬𝔪𝔟𝔯𝔞 𝔶 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬 | 𝔗𝔥𝔢 𝔇𝔞𝔯𝔨𝔩𝔦𝔫𝔤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora