Uno de mis grandes sueños siempre ha sido ir a Disneyland, así que cuando entre a trabajar comencé un ahorro para poder cumplir mi maravilloso sueño, aunque todo eso se esfumo cuando papá tuvo un accidente -en el cual gracias al cielo, solo se rompió el cuello, pero nadie murió- y le ayude con los gastos, no era mucho, pero sirvió.
Ahora me encuentro en unas pequeñas vacaciones, acostada en mi cama y viendo las publicaciones de todos mis amigos y conocidos paseando.
Nadie se encontraba en casa, por lo que era aún más aburrido, al menos si mamá estuviera podría molestarla, aunque seguramente terminaría con un golpe de chancla.
El timbre sonó por toda la casa, con toda la flojera me levante dirigiéndome a la planta baja para abrir, camine por el pasillo de abajo, casi arrastrando los pies y al pasar por el espejo que se encuentra en la entrada pude verme, podría estar peor, pensé, tenía mi pijama de unicornios, mis pantuflas gigantes, un chongo despeinado, y ni una gota de maquillaje, pero la cara lavada.
-Hola amor -saludó mi novio Benjamin, cuando abrí la puerta. El punto bueno es que él me ha visto así, no puede asustarse.
-Hola corazón, pasa -me hice a un lado permitiéndole el paso.
Entro y cerré la puerta, volteando a verlo y él sonrió para luego acercarse a mi y besarme.
-Te extrañe -me dijo al separarnos.
-Yo también -le dije, volviendo a besarnos, y es que hace un mes que nos veíamos, por asuntos del trabajo.
Después de eso, subimos a mi habitación y nos pusimos a platicar y darnos mimos que nos hacían falta.
-Tengo algo para ti -me dijo de repente.
-Yo no tengo nada para ti -hice un puchero, él sonrió y me besó.
-Ábrelo -extendió un sobre, el cual tenía mi nombre y estaba decorado muy bonito.
Al abrirlo, algunas lágrimas comenzaron a caer de mis mejillas, y es que era el mejor regalo del mundo; dos boletos a disneyland.
-¿Es enserio, Ben? -le pregunté a mi novio, él asintió con una gran sonrisa y yo me aventé a sus brazos-. Gracias, gracias, gracias -dije dándole besos por toda su cara.
-¿Te gusto? -.
-¿No es obvio? Me encanto, amor, muchas gracias, te amo -bese castamente sus labios.
-Mañana vendré por ti a las 10 ¿bueno? Para que estés lista -asentí.
Luego de eso, seguimos haciendo lo de antes, aunque esta vez pusimos películas.
*Next day*
-Es aún más bonito de lo que se ve -dije, sonriendo grandemente.
-Lo es, vamos, recorramos todo -tomo mi mano y comenzamos a caminar viendo cada cosa.
Tomamos fotos, videos, me sentía en el paraíso, desde niña siempre quise venir y ahora estoy aquí, debo aprovechar.
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Luego de un rato fuimos a los juegos.
-¡¡Yaaaaay!! -grite, cuando nos subimos a uno de los juegos mecánicos.
[•••]
-¿Como te sientes? -me preguntó luego de que bajáramos del juego.
-Muy feliz -sonreí ampliamente.
-Pareces una niña -me dio un beso.
-Pedofilo -frunció el ceño-. Dijiste que parezco niña chica y me besas -me reí.
Él soltó una carcajada y volvió a besarme.
-Eres mi niña -.
-¿Vamos a comprar cosas? -preguntó y asentí, caminamos hasta la tienda, donde compramos bastantes cosas, entre ellas las famosas orejas de mickey y minnie para Ben y para mí.
El resto del día pasamos subiendo a los juegos y cociendo los muchos lugares qué hay, como también nos tomábamos fotos.
Al llegar la noche, caminamos al evento de fuegos artificiales el cual me parece tan hermoso y emocionante.
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-Te amo Ben -.
-Te amo más, princesa -me dio un beso.
El evento terminó y sentía que en cualquier momento me desmayaría, estar en ese lugar había sido la mejor experiencia, pero estar con mi novio, era mucho mejor
