Una decisión

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Llegó el viernes.

Mañana será la gran fiesta de la que todos han hablado durante la semana. Todos.. Excepto Fiona. Que ha estado tan metida en los estudios que no quiso mencionar el tema de la fiesta hasta saber si es que podría ir o no.

Estábamos en clase de historia esperando a que entregarán los exámenes. Se podía percibir la angustia de Fiona a kilómetros de distancia. Miraba a todos lados sin poder centrar su miraba en un solo lugar, su pie golpeaba contra el piso ansiosamente y sus dedos se movían a una velocidad impresionante jugando entre sí. Sin contar los insoportables sonidos que provenían de su boca: resoplaba, suspiraba, rechinaba los dientes. Siendo franco ya me estaba irritando.

- ¿Quieres calmarte? Me pones ansioso. - le pregunté en voz baja.

- Perdón, estoy nerviosa.

- No. ¿Te parece? - bromeé sarcástico - Fiona te fue muy bien en Literatura y Francés, calmat...

- ¡No! No puedo calmarme. - me interrumpió aún en voz baja - Soy pésima en Historia. Estoy segura de que no me irá bien.

Abrí la boca con intención de responder, pero fui interrumpido por el profesor que se paró entre nuestros lugares con lo que quedaba del fajo de exámenes no entregados.

- Abadeer... - dijo serio, dejando mi examen boca abajo sobre mi escritorio - Murtons... - repitió el acto con Fiona.

Tomé mi examen y le di vuelta. "8". No le di importancia. Lo importante aquí era Fiona. Me giré hacia ella y la encontré mirando su examen fijamente. Su rostro era indescifrable: era más que obvio que para saber cómo le fue tendría que preguntarle.

- ¿Entonces...?

Tardo en responder. Se tomó el tiempo de reaccionar ante mi pregunta.

- Seis... - suspiró mostrándome el examen.

Su gesto lo decía todo: no eran buenas noticias.

- Bueno, no está mal. - dije intentando animarla.

Entonces sonó el timbre y el profesor indico que podíamos irnos.

- Pero mi madre dijo que debía ser un siete como mínimo. - dijo recogiendo sus cosas y metiéndolas en la mochila.

- Pero... ¿No hay manera de que...?

- No - volvió a interrumpirme - No va a cambiar de opinión. Esa mujer es de piedra.

- ¿Eso quiere decir que no irás a la fiesta?

Lo pensó. Se quedó en silencio unos segundos mientras andábamos por el pasillo a paso ligero.

- No. Voy a ir a esa fiesta. Y nadie ni nada va a impedírmelo. - dijo segura.

Sonreí de lado con un gesto maliciosamente satisfactorio.
Aunque la verdad hubiera tenido un mejor efecto si es que hubiera tenido mis colmillos.

- Así me gusta. - le dije al oído.

No sé qué tenía planeado. Pero era más que obvio que estaba decidida. No tenía ni la mínima intención de perderse esa fiesta... Y yo tampoco.

El día pasó muy rápido. Y sin darme cuenta ya era sábado.

Mi día fue tranquilo, los fines de semana podía dormirme a la hora que quisiera y levantarme cuando se me diera la regalada gana. Lo cual me encantaba. Marceline podrá estar acostumbrada al horario de aquí pero yo aún debo adaptarme.

Desperté casi a las 4 de la tarde y baje aún en pijama a la cocina por un bocadillo. Encontré a Marceline en el fregadero lavando los platos.

- Que bueno que despertaste, me estaba debatiendo entre ir a revisarte el pulso o no. - bromeo terminando con el último plato.

- Hola a ti también. - reí.

- ¿A que hora te dormiste anoche?

- A eso de las 6:00am. - respondí abriendo el refrigerador e inspeccionando lo con la mirada en busca de mi presa.

- ¿A que hora piensas salir? - preguntó secándose las manos.

- A las 10, supongo. - respondí con la cabeza metida en el refrigerador - ¡Uh! Trajiste ratones.

Tomé al pequeño animal de pelaje blanco de la cola y lo saqué del refrigerador. Lo colgué sobre mi cabeza y luego abrí la boca en dirección hacia él, haciendo brotar mis colmillos. Comencé a descenderlo hacia mi boca y entonces le hinqué el colmillo succionando toda la sangre que había en su pequeño cuerpecito.

Ya se, ya se, suena asqueroso. Pero soy un vampiro, ¿qué esperaban? Y tranquilos, no sufrió: ya estaba muerto.

Al terminar con él lo arrojé al bote de basura y me dispuse a ir de nuevo a mi cuarto.

- ¡Marshall! ¿Puedes sacar la basura? - me pidió deteniéndome.

- ¿Así? - pregunté dudoso ya que iba sin camisa y descalzo llevando puesto tan sólo un pantalón de pijama.

- Llevarás la bolsa afuera, no saludarás al prescindente. Hazlo y ya.

Me encogí de hombros mostrando mi poco interés y tomé la bolsa de basura. Ya que era un día tétricamente nublado y oscuro no hubo necesidad de esconderme del sol que no había.

Al llegar al contenedor de afuera tropecé y la bolsa se me cayó esparciendo algo de su contenido, incluido el ratón de hace un rato y las muchas frutas que entre Marceline y yo decoloramos. Con algo de asco volví a meter todo en la bolsa y la anudé metiéndola en el bendito contenedor de una vez por todas. Me di media vuelta para regresar a la casa y sentí algo extraño, tenía el presentimiento de que alguien me estaba observando. Me giré y empecé a buscar con la mirada esperando encontrar a quien estaba provocando mi paranoia. Pero no encontré nada. Convencido de haberme vuelto loco le resté importancia y entré en la casa.

Me tumbe sobre la cama e intente tener un momento de paz. Obviamente no se pudo ya que mi celular empezó a sonar. Con algo de mala gana estiré es brazo para alcanzar el celular que estaba en la mesa de noche. "Fiona" decía la pantalla.

- Hola, conejita. ¿Lista para esta noche? - respondí.

HOLA! RESUMIENDO: YA EMPECÉ CLASES, ME HE METIDO EN UN GRAN LÍO, REPARÉ MI CELULAR, ME ENCUENTRO EN UN LUGAR DONDE EL INTERNET ES UN ASCO, ESTOY JODIDAMENTE ENFERMA, LOS ANTIBIÓTICOS QUE ME RECETARON SABEN A MIERDA, LLEVO TODO EL FIN ENTRE EL VÓMITO, EL DESMAYO Y ME DUELE LA CABEZA. LO ÚNICO QUE PUEDO HACER ES LEER, VER TELE, DORMIR Y ESCRIBIR. ASÍ QUÉ AQUÍ ESTÁ PARA VOSOTR@S SU SENSUALON (Y BASTANTE LARGO DEBO DECIR :V) CAPÍTULO. LAMENTO SI HAY ERRORES O SÍ ME EQUIVOQUE EN ALGO, O ESTA MAL O QUE SE YO. COMO DIJE, NO ME ESTOY SINTIENDO BIEN Y ME CUESTA UN POCO. PERO BUENO OS MANDO SALUDOS, BESOS, ABRAZOS Y BUENOS DESEOS. L@S AMO Y OJALÁ ME RECUPERE PRONTO PORQUE ESTAR ENFERMA PARA MI ES LO PEOR. BYE MIS GATIS, L@S AMO Y LES RECUERDO QUE SIEMPRE PUEDEN PASARSE POR MIS OTRAS HISTORIAS INCLUYENDO LA DE JEFF THE KILLER. ADIÓS ^_^.

El secreto de Marshall Lee | FioleeWhere stories live. Discover now