Capítulo 6

391 38 21
                                    

Rayla

Volteó a ver mi despertador, el cual se encuentra justo a mi lado, casi oxidado de la parte de atrás. Ya he olvidado cuantas veces lo he mirado, sólo se que fueron muchas, como cada noche.

Y también se que la hora, los minutos y los segundos avanzan tan lentamente.

4:49 a.m.

Marca.

Siempre he considerado dormir más, pero no lo logro, el sueño me falta. La verdad no se porque, aunque siendo sincera, me agrada quedarme despierta. Tal vez en la mañana me falte algo, o sólo un poco, de energía. Pero aún así me gusta

Siempre lo he echo. Quedarme despierta hasta tarde o despertarme muy temprano. He tratado de formular muchas respuestas a mi insomnio. Lo que paso hace unos meses no cuenta, tal vez fue lo que paso hace unos años.

Y me aterroriza.

Odio tener miedo.

▪︎

Nunca debes tener miedo.

▪︎

El me enseñó eso. Me pregunto si nunca le pasó por la cabeza que esos pensamientos eran muy... retrasados o medievales. Aun así me lo decía y yo lo obedecía.

"¿Me perdonas?" pienso. Tal vez ya lo ha echo, tal vez aún no. Yo seguiré preguntando.

"¿Me perdonan?" pienso. Ahora les pregunto a ellos. Aunque creo que ellos son los que me deben una disculpa a mi.

Volteo la mirada hacia mi ventana, un pequeño balcón más que nada. Algo de suciedad sobre el azulejo, lo ignoro. No soy nadie para quejarme sobre cosas como esas.

Entonces mis ojos recorren ese negro azulado de la madrugada, se detienen en la luna y pienso.

"Me gusta". Quedarme despierta también me ayuda a pensar. He tratado de ver este insomnio como algo bueno. A veces, durante el día, no tengo tiempo para pensar, así que uso este para hacerlo.

Lo aprovecho.

Como nadie lo hace. También me gusta imaginar que todos duermen plácidamente, soñando con una sonrisa estampada en su cara.

Mientras que yo estoy despierta. Pensando, analizando, cuestionando cosas...

Dormir es una pérdida de tiempo. Ese tiempo lo podemos usar para pensar, hacer los deberes. Me parece un asco.

Círculos oscuros bajo mis ojos.

Jamás.

Sólo los de mi maquillaje.

Enredó uno de mis mechones en mi dedo índice, y de repente pienso.

▪︎

—Entonces... ¿yo te puedo pedir que uses uno, porfavor?

▪︎

Alguien Para TiWhere stories live. Discover now