Capítulo I

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William.

Han pasado tres años desde la última vez que la vi, y hasta la fecha aún recuerdo los momentos que vivimos juntos, aún puedo oler su aroma en mi ropa, aún escucho su voz y su risa cuando estoy solo, aún sueño con ella, imaginando una vida junto a ella, mierda, tal vez y debería dejarla ir, soltarla para que sea libre y dejar de buscarla, no tiene caso ya, tres malditos años sin saber de ella.

Lo más probable es que ya tenga una nueva vida, su padre estaba orgullosos de tenerla nuevamente en su vida, claro, es brillante, hermosa y sobre todo es independiente, sabe sus metas y no necesita de nadie mas para ser feliz, lo cual,  me sorprende que haya querido quedarse conmigo a pesar de todo lo ocurrido años atrás.  

-Señor, el detective Cano está aquí.-dice Katerina desde la puerta de mi oficina, le doy la indicación y lo deja entrar.

-Buenos días. Le tengo noticias.  

Me aparto del marco de la ventana y me giro a verlo, en este momento quiero escuchar que la han encontrado y que aún está esperándome o que es momento de que me resigne, que jamás la volveré a ver y es tiempo dejarla libre.

-La hemos encontrado.-suelta.

Mi corazón comienza a latir desesperadamente, mierda, tanto tiempo y por fin sabré en dónde está.  Me acerco a él y lo único que puedo hacer es darle un abrazo, aún podré ir por ella y reparar el daño que he hecho.  El me devuelve el abrazo, jamás me había sentido más feliz en mi vida.

-¿En dónde está?-pregunto, me separo de él y sé que las lágrimas salen de mis ojos.  

-Está en Rusia, se encuentra en una pequeña casa rústica a las afueras de Moscú, pero...-se detiene y me mira a los ojos.-Será mejor que tome asiento.  

Asiento y nos dirijo a la pequeña sala que está en la oficina, nos sirvo unos vasos de whisky y se lo ofrezco, lo toma dando un sorbo y continúa.  

-Se ha cambiado el nombre, ya no es Quebec Salas, ahora es Shivani Reese. Trabaja en una cafetería, y... recientemente se ha comprometido.  

¿Comprometida?, ¿se casará ?, mierda, no puede ser, todos estos años buscándola, y ahora se ha cambiado el nombre, ha encontrado a alguien más y próximamente se casará.  Estoy en shock, le dije que la amaba, le entregué todo de mi, y se ha ido, necesito encontrarla, necesito hablar con ella antes de que contraiga matrimonio con un completo desconocido.  

-Dame su ubicación exacta.-ordeno. El detective Cano se queda en silencio observándome, a él le entregué toda la información que tenía de ella, me ayudó desde el inicio y puedo sentir su mirada llena de decepción, quiero llorar, gritar e inclusive quiero desaparecer, perdí tres años de mi vida estancado en su búsqueda, esperando por ella, todo se ha derrumbado.

-Le haré envío de todos los documentos sobre la investigación, desde el inicio hasta ahora.  

-No es necesario, dame la maldita ubicación.-lo interrumpo.  

Sin pensarlo me entrega un sobre, se levanta, se despide y sale puerta, dejándome solo. Llamo a Katerina y le indico que cancele todas mis reuniones de la semana ya que estaré en un viaje, pidiéndole que busque vuelos hacia Moscú, sin importar la fecha ni la hora.

Al final, decido abrir el sobre, saco todo lo que contiene en el escritorio, papeles y fotografías salen dispersas en la superficie, mierda, no quiero verlas, no quiero encontrar una fotografía donde muestre que está con su prometido, pero tengo que hacerlo.  Me siento en la silla y comienzo ordenando las cosas, en un lado los papeles y por otro las fotografías, no tardo más de diez minutos organizando todo.  Es momento de saber la verdad.

Inicio leyendo los archivos y son simples anotaciones, los recorridos y las horas en las que estaba fuera de casa, la descripción de su hogar y su empleo, al parecer decidió iniciar una vida normal, comenzó a estudiar arquitectura en la Universidad Pública de Moscú, con su capacidad sé que podría pagar por una escuela privada, pero sé que sería una excelente estudiante.  Sus horarios de clases también están aquí, el detective me da todo lo que necesito y más.

Termino de leer y decido iniciar con las fotografías.  No quiero verlas, quiero quedarme con su imagen cuando estaba conmigo, su cabello pelirrojo y piel pálida ligeramente ruboriza cada vez que le decía algo que la hiciera sonrojar, ¿porqué es tan difícil hacer esto?, tomo el valor y tomo la primera fotografía, sin duda es ella. Ahora tiene el cabello negro, logrando un tono aún más pálido en su piel, se ha cortado un poco de flequillo tratando de ocultar ligeramente sus ojos, es hermosa, más de lo que recuerdo, en la foto demuestra que está saliendo de la universidad,  su rostro refleja seriedad y determinación, viste con una falda negra, blusa de manga larga del mismo color, acompañada de un abrigo rojo, sin duda, sus colores.

Hago a un lado el papel y prosigo con las demás, son tomas en las que está caminando, mirando a su celular, pero siempre se encuentra sola y con expresiones serias, sigo sin poder creer que está comprometida, en ninguna toma puedo ver sus manos, en cada una se le ve utilizando guantes impidiéndome ver si viste un anillo en su dedo anular izquierdo. Mi cabeza comienza a doler y tengo que tomar un vuelo lo antes posible con destino a Moscú, aparto las fotografías y las guardo nuevamente en el sobre.

Cuando estoy a punto de terminar, me percato que hay una foto puesta boca abajo al final de los documentos, la tomo y veo lo que menos quería ver.

Es ella, con un hombre y están besándose, él la sostiene, aferrándose a su calor y ella... sosteniendo sus mejillas atrayéndolo a su cuerpo, y ahí está, el anillo que tanto busqué para quitarme la idea de que la he perdido, maldita sea, se me es imposible seguir viendo la imagen.  Mi vista se nubla y las lágrimas comienzan a salir sin permiso, ¿es feliz?, ¿acaso tenía planes en casarse?, con Esther jamás pensé en un matrimonio, pero con ella... habían días en los que anhelaba formar una familia, compartir mi vida con ella cuando descubrí que la amaba y ahora se ha ido.

Debería rendirme, debería alejarme y dejar que haga su nueva vida, quedarme solo con su recuerdo y continuar con mi vida así como ella lo hizo, pero... necesito verla, necesito terminar con esto para poder seguir adelante y dejarla libre.

Oh, por Dios! Llora por mi. (II)Where stories live. Discover now