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Me desperté más temprano de lo que en verdad estoy acostumbrado. Me pegué una refrescante ducha y comí una quemada tostada antes de salir de mi departamento, a un agotador lunes en la Universidad.

El domingo se me había pasado rápido hablando con mi nana y recordando cosas de cuando era niño. La hice desistir de la absurda idea de que yo me estaba enamorando de Yeonjun.

Ese concepto no está incluido en el diccionario de mi vida.

—Uno nunca sabe cuándo el amor le llega, pequeño —me dijo Boram —Pero de que llega, llega. Sin avisar y sin permiso, y hay veces en las que se va de la misma manera de la que vino...

Sacudí mi cabeza y me subí a mi moto para prender marcha a las tareas del día. Llegué y me encontré con Taehyun y HueningKai.

—¿Qué tal Choi? —me preguntó Taehyun.

—Bien, ¿Tú? —le dije.

—Excelente —contestó. Lo miré atentamente.

—¿Realizada la hazaña? —dije al ver su rostro de autosuficiencia.

—Realizada —contestó. Chocamos nuestras manos. Taehyun anotaba otro más a su lista de chicos. Una lista larga y morbosa. Yo nunca hice una lista, y tampoco pienso hacerla.

—¿Y tú, HueningKai? —le hablé a mi otro amigo.

Él estaba serio y parecía molesto. Miré a Taehyun y me hizo un gesto con los hombros.

—No sé que le pasa, así está desde que llegué —dijo Taehyun.

Ambos nos giramos a verlo.

—¿Qué pasa hermano? —le pregunté algo preocupado, nunca lo había visto tan serio.

Él terminó de fumar su cigarrillo y lo tiró hacia un costado.

—No pasa nada —contestó secamente. Otra vez con Taehyun nos miramos extrañados.

Pero mi atención fue llamada por un auto que acaba de entrar al estacionamiento. Era nuevo, pues nunca lo habíamos visto antes.

—Un Audi S4 Cabriolet, ¿de quién es esa belleza? —habló Taehyun sin dejar de mirar el auto.

Hasta que una alta figura se bajó de allí.

—Yeonjun —dije sonriente.

—Mira como se le iluminó la cara —habló Huening. Me giré a verlo.

—¿Estás vivo? —Dije y palmeé su hombro —Pensé que no.

Volví mi vista al pequeño. Él cerró la puerta de su auto y con una sonrisa de oreja a oreja se acercó a nosotros.

—Hola muchachos —nos dijo.

—¿Cómo estás Yeonjun? —le preguntó HueningKai. Él lo miró bien.

—Creo que mejor que tú —dijo el pequeño.

—Sí, no sabemos que le pasa —dijo Taehyun.

—No me pasa nada —soltó exasperado —¿Acaso nunca tuvieron un mal día?

—¿Estrenando auto? —le pregunté y logré al fin obtener una mirada fija de su parte. Sonrió mostrándome todos sus dientes.

—Si —dijo contento —Al fin me trajeron mi auto. Ya no voy a depender de chóferes celosos y de chóferes aprovechadores...

PELIGROSA OBSESIÓN ✤ soojun/ʸᵉᵒⁿᵇⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora