44. Mi corazón encantado

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Habían pasado ya un par de semanas desde que Gohan entró a la escuela, estaba extasiado, sumamente cansado, pero muy feliz de estar finalmente en un colegio. Convivir con sus amigos, platicar de cualquier tema, compartir el almuerzo, caminar por los pasillos y, sobretodo, ayudar a Videl, la hija de Mr. Satán, a combatir el crimen en la ciudad. Aunque quizo mantener en secreto su identidad usando un disfraz y bajo el nombre de "El Gran Saiyaman", Videl finalmente había logrado descubrir que era él quien estaba detrás de aquel extravagante y ridículo superhéroe, justo en el ultimo de dia de clases de esa semana.

— Gohan, necesito que vayas por víveres — dijo Milk, desde la cocina. El semisaiyajin se encontraba sentado a la mesa leyendo un grueso y pesado libro sobre química avanzada, obsequio de Bulma. A pesar de que habia prometido a Videl participar en el torneo y su madre le había permitido dejar momentáneamente la escuela para entrenarse, él no queria descuidar sus estudios.

— Claro, mamá — dijo poniendo el marcador en la página en la cual había pausado su lectura y se levantó para que su madre le entregara la lista con las provisiones necesarias. — Escribiste arroz dos veces — observó el chico, dándole un vistazo rápido a la lista.

— Bueno, me gusta el arroz — respondió Milk entregandole el dinero para que hiciera las compras — no tardes, cariño —. Agregó dándose media vuelta para continuar con su labor en la cocina.

El semisaiyajin sonrió de medio lado y salió volando por la ventana, irritando un poco a su madre. Goten había escuchado a su hermano emprender el vuelo y llegó corriendo hasta la cocina, con sus pies descalzos.

— ¡Rayos! se fue. Yo también quería ir — exclamó viendo como su hermano ya estaba demasiado lejos para escucharlo.

— Vamos, tú aún debes ordenar tu habitación — dijo Milk, concentrada en picar verduras.

— No es justo, ¿por qué solo yo debo ordenar? Gohan también duerme ahí — se quejó el pequeño Goten mientras se cruzaba de brazos.

— Porque solo tus cosas son las que están desordenadas — resolvió la azabache, volteando para darle un sonrisa amistosa a su pequeño hijo, quien comenzó a reír y rascar la parte trasera de su cabeza, de la misma forma en que su padre y hermano mayor lo hacían.

La montaña Paoz era realmente un lugar lleno de paz y armonía, todo aquel que visitaba aquel sitio quedaba fascinado con el agradable ambiente que se sentía. Todo era tan reconfortante que era envidiable que aquella pequeña familia tuviera todo ese sitio para ellos solos.

Por otra parte, en la ciudad más polular de la región, aquella que llevaba el nombre del "valeroso heroe del mundo" Ciudad Satán, en uno de los parques más pintorescos, una muy hermosa jovencita de largo cabello cobrizo, acompañada de su buen amigo, corría sobre el césped con sus pies desnudos, mientras que de cuando en cuando estiraba sus brazos y daba vueltas sobre si misma, haciendo girar la falda de su cheongsam, provocando que sus largas y delgadas piernas quedaran expuestas ante la vista de todos los allí presentes. Sin embargo, a ella poco le importaba, amaba la sensación del pasto bajo sus pies, habia pasado 2 años sin poder sentir aquella deliciosa sensación y nada ni nadie la detendría en ese momento de disfrutar de dicha experiencia.

— Basta, Lime, todos te estan viendo — dijo Sota, el chico que la acompañaba, acercándose a ella para detenerla en unos de sus giros.

— ¿Y que importa? — exclamó ella — esto se siente de maravilla, Sota, extrañé tanto caminar sobre el césped — dijo con una enorme sonrisa en su rostro mientras daba otro giro, elevando sus ropas para dejar nuevamente al descubierto sus largas piernas.

— Importa que estas dejando que todo el mundo te vea las piernas — contestó el muchacho, volviendo a frenarla en sus giros — además de que no creo que sea correcto que andes sobre el pasto, cuando claramente hay senderos por los cuales andar — agregó mientras la tomaba de la mano e intentaba sacarla del área verde, al mismo tiempo que ella se resistía.

En su ausencia || Dragón Ball ZWhere stories live. Discover now