16. Amor pendiente

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Amanecía en la montaña Paoz, por primera vez en varias noches, Gohan había logrado tener un sueño tranquilo, sin pesadillas. Despertó y se sentía tan bien, tan lleno de energía que decidió hacer el desayuno para todos. Fue a la cocina y comenzó a preparar los alimentos, era aún muy temprano, el reloj marcaba las 6:30 am. Mientras tanto en su habitación, Lime despertó y se extrañó de no ver a su amigo por lo que se puso rápidamente en pie y salió a buscarlo, escuchó ruidos en la cocina y se dirigió hacia allí. Al llegar se encontró con Gohan muy concentrado cocinando. — Buenos días, arrocito — Saludó Lime, solía decirle así para molestarlo. Se acercó a él y se sentó sobre la barra.

— ¡Buenos días, Lime! — respondió Gohan regalándole una sonrisa de oreja a oreja.

— ¡Vaya, amaneciste de buen humor! — dijo revolviendo los cabellos de su amigo.

— ¡Por primera vez, en muchas noches, logré dormir tranquilamente, sin pesadillas! — exclamó sin apartar la vista de lo que estaba cocinando.

Lime bajo de un brinco de la barra y se acercó más a Gohan y lo abrazó con fuerza — eso es maravilloso — susurró contra su pecho.

Gohan correspondió a su abrazo, dejando la comida sobre el fuego — Gracias, gracias por siempre estar para mí — respondió apoyando su cabeza sobre la de su amiga, que era más pequeña que él. Así se quedaron abrazados durante un buen rato, sin decir palabra alguna, hasta que el olor a quemado los hizo separarse. — ¡No puede ser! ¡el desayuno se quemó! — gritó Gohan alarmado mientras su amiga soltaba una carcajada al verlo intentar, en vano, rescatar la comida.

— Déjalo así, ¿qué te parece si mejor desayunamos un delicioso vaso de leche? — dijo tomando la mano que agitaba violentamente tratando de enfriar la quemada comida.

Gohan al mirar a su amiga y ver esa radiante sonrisa en su rostro, abandonó sus intentos por rescatar el desayuno y comenzó a reír con ella — Es una buena idea — aceptó y con ayuda de Lime sirvieron tres grandes vasos de leche — Listo, vamos con mamá — exclamó tomando dos de los vasos, para después salir de la cocina seguido de la niña.

Milk seguía durmiendo con el bebé Goten a su lado, ambos parecían estar descansando muy plácidamente por lo que Gohan decidió no despertarla, en su lugar depósito el vaso de leche en su mesilla de noche y le dejo una nota:

Buenos días, mamá.
Aquí te dejo un vaso de leche, es muy nutritivo. Llevé a Lime a su casa, regreso más tarde.
Los quiero.
P.D. Dale un beso a Goten de mi parte.

Salieron de la habitación y fueron a cambiarse las pijamas para irse a la casa de Lime, ambos sabían que su abuelo el señor Lao, estaría furioso por la manera en que se marcharon el día anterior. — Estoy lista — dijo Lime entrando a la habitación de Gohan, quien aún se encontraba solo en boxers. — ¡Oh, por Kamisama, lo siento! — exclamó la niña cerrando rápidamente la puerta con la cara tan roja que parecía estar a punto de explotarle. Por su parte Gohan, también adquirido un pequeño sonrojo y se apresuró a vestirse. Al salir de su habitación se encontró con una muy apenada Lime que evitaba a toda costa mirarlo a los ojos — Vamos — dijo encaminándose a la salida. El saiyajin la siguió de cerca sin saber que decir.

— ¡Lime, espera! – exclamó Gohan tomándola del brazo, haciéndola girarse por lo que quedaron frente a frente. — No pasa nada ¿de acuerdo? — dijo sabiendo que su amiga se sentía incómoda por lo sucedido hace un momento.

Lime estaba a punto de contestar cuando justo detrás de Gohan aterrizó una joven muy atractiva con una bella cabellera rubia, unos grandes y llamativos ojos azules, nariz respingada y unos finos labios rojos carmesí. Vestía unos jeans ajustados a la cintura que le llegaban hasta la espinilla, una blusa a rayas de manga corta fajada dentro de sus jeans, un chaleco de mezclilla, unos flats negros y mitones de cuero. Parecía una chica ruda.

En su ausencia || Dragón Ball ZOnde histórias criam vida. Descubra agora