Capítulo 14. Imperdonable.

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El rubio y él se fundieron en un apasionado beso. La ropa comenzó a volar por la habitación a la misma velocidad que la pena que estaba sintiendo se volvía la más cruda rabia. "Ese maldito Nanase, haz lo que te venga en gana." Pensó Sousuke mientras se sentaba desnudo encima de la cama. El azabache apoyó su espalda en la pared, acto seguido Sei se colocó encima de él. Los besos del mayor llenaban cada centímetro de su cuerpo con la más ardiente pasión. Sus brazos rodearon su delgado cuerpo, abrazándolo con fuerza. Él era consciente de que había estado a punto de llorar por Haru ahora mismo, cosa que no se hubiera podido perdonar, él no lloraba y menos por alguien que no le gustaba o por lo menos eso pensaba él.

"Hazme enloquecer con tu cuerpo Sei." Susurró mordiendo su cuello con fuerza, dejándole marcas por todos los lados.

Antes de que el rubio pudiera hacer el menor movimiento la puerta del cuarto se abrió de par en par, golpeando contra la pared y en medio de esta se encontraba un demasiado inoportuno pelirrojo, que en cuanto vio la escena no pudo sentirse más abochornado.

"¿Sempai? ¿Sei-kun?" ­ Sin lugar a duda eso fue demasiada información para el cerebro de Momo. El pobre se estaba traumatizando por segundos, pero no podía dejar de mirar la tan erótica escena. "Lo siento, me voy." Exclamó cerrando la puerta con la misma fuerza con la que la había abierto. Tras ese incidente comenzó a admirar mucho más al presidente del consejo de estudiantes. Podría decirse que su cuerpo le había impresionado mucho, el rubio era realmente precioso y más aún sin ropa.

Ambos se quedaron mirándose, Sousuke estaba dispuesto a continuar, pero cuando la luz iluminó el rostro del azabache, Sei pudo ver el dolor que estaba escondiendo en su corazón y algo se movió en su interior. No quería hacerlo, no así. Sousuke no era el tipo de chicos que lloraba pero ese día, en silencio, abrió sus heridas y se las mostró, se las mostró con toda la franqueza que podía, sin orgullo, sin ocultar lo más mínimo de su agonizante dolor. A pesar de que no se daba cuenta eso, era así, le había enseñado todo su dolor con solo una mirada. Estaba claro que el rubio estaba deseoso de hacer el amor con su tan adorado sempai, pero sabía que no estaba bien. Él estaba enamorado, enamorado con todas las letras y con su significado al completo. Enamorado hasta el alma y por ese mismo motivo notaba su dolor, lo notaba en sí mismo.

"Sempai quiero ganarme tu corazón de verdad, no porque estés triste." Susurró con pena en su tono de voz mientras trataba de levantarse de la cama, pero el mayor le agarró de las caderas y le tiró contra él.

Sousuke sabía que todo esto que estaba notando era especial, era diferente a lo que había sentido antes o lo que sintió por Rin. Esa vez su pecho quemaba con el más ardiente fuego. Y al darse cuenta de eso, se sintió débil, tan débil que los pétalos de una rosa podían haberlo cortado por la mitad, cosa que hizo que todo su cuerpo se estremeciera de miedo.

"Sei, ¿Tú me quieres?" Susurró mirándole directamente a los ojos, clavando su penetrante mirada en él.

"No recuerdo que nunca dejase de hacerlo."

Al final Rin tuvo razón en su presentimiento, Sousuke no era de los que les gustaba sentirse débil, fuese por la razón que fuese y probablemente en ese momento su corazón ya había caído en las redes de un delfín. La única manera que tenía de sobrevivir era escapar.

"Entonces quédate y hazme disfrutar como nunca, rubio."

Sus cuerpos que solían entenderse a la perfección ese día no se comprendieron para nada, pero a pesar de eso el sexo fue, como siempre, espectacular. Ni siquiera mientras se acostaba con él podía dejar de pensar en Haru, le tenía grabado a fuego en su mente, incluso algunos de los gemidos que Sei emitía le recordaban a su pequeño compañero. Si cerraba los ojos fuerte, podía notar la agitada respiración de Haru en su cuello, gimiendo muy bajito su nombre. Sentía que se estaba volviendo loco por momentos, loco por ese maldito e inexpresivo idiota, loco por Haruka Nanase.

Aprendiendo a querer.  (SouHaru) Where stories live. Discover now