"Los siete años que pases aquí como residente de cirugía serán los mejores y los peores de tu vida."
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Eleanora Amedeo es la pasante de primer año más joven en adornar los pasillos del Seattle Grace. Demasiad...
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Cuando Eleanora tenía 18 años, tuvo su primer novio. Bueno, ella realmente no lo consideraría un novio, pero él estaba lo suficientemente cerca, él estaba en ese extraño punto medio entre novio y solo un chico con el que pasaba el rato. Además, hoy en día, a Eleanora no le gustaba pensar en él como su primer novio, porque sabía que él era el primero en todo lo demás y no merecía ser ese también.
Al principio estaba muy bien. Era divertido, inteligente y un perfecto caballero. Abría las puertas para ella, tomaba su mano, siempre preguntaba antes de besarla o hacer cualquier cosa. Estaba feliz y pensó que tal vez sería así, que sería una de esas chicas que conocerían a la persona con la que se suponía que debían estar la primera vez.
Luego, a medida que avanzaba el semestre y empezaron a ponerse un poco más serios, dio un giro. Él comenzó a buscar peleas, haciéndole decirle lo que estaba haciendo, adónde iba y con quién estaba cada vez que no estaba con él. Eleanora no pensó mucho en eso al principio, pensando que tal vez solo estaba estresado y que desaparecería.
La primera vez que la golpeó, Eleanora se encerró en el baño de su dormitorio y sollozó mientras lo escuchaba gritar y disculparse al otro lado de la puerta. Se había acurrucado junto al fregadero, acunando su mejilla dolorida mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas y el miedo se apoderaba de su corazón.
No duraron mucho más después de eso.
Eleanora no le había contado a mucha gente sobre lo que él hizo, sobre lo que ella pasó. Ella solo le dijo a una de sus profesoras en la escuela de medicina, la Dra. Baxton. Ella era una amable mujer mayor que se especializaba en Cirugía de Trauma, y aunque habían pasado algunos años de la relación, Eleanora a veces podía sentir el dolor y el miedo agarrándola a la mitad del día. Pero además de la Dra. Baxton, ella no se lo había dicho a nadie.
Estaba segura de que algunos lo habían descubierto, Max estaba en la parte superior de la lista debido a su entrenamiento. Eleanora incluso había notado que Mark le dirigía algunas miradas curiosas y tristes a veces cuando se apartaba de un paciente masculino que era un poco agresivo, o cómo parecía acurrucarse en sí misma cuando la gente comenzaba a gritarse.
La razón por la que Eleanora nunca se lo mencionó a nadie fue porque no quería que los sentimientos regresaran. La sensación de que cada buena emoción y relación en su vida se arruinaría, el dolor se hundiría lentamente en sus huesos y un peso insoportable se apoyaría en su pecho hasta que no pudiera respirar.
Ese sentimiento estaba comenzando a construirse en Eleanora en ese momento. Aquí estaba ella, 27 años, sintiéndose como cuando tenía 18. Porque al igual que cuando tenía 18, entró un hombre y destrozó todo a su alrededor cuando menos se lo esperaba.
Esta vez, sin embargo, había comenzado a aceptar que probablemente moriría. Eleanora tenía sus manos presionadas contra su estómago sangrante, su cabeza apoyada sobre un costado y mirando el cadáver de Luke, sollozando, y sabiendo en su cabeza que probablemente esto sería para ella.
