"Los siete años que pases aquí como residente de cirugía serán los mejores y los peores de tu vida."
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Eleanora Amedeo es la pasante de primer año más joven en adornar los pasillos del Seattle Grace. Demasiad...
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Eleanora luchó por ocultar el chupetón en su clavícula, un pequeño gemido salió de sus labios. Amaba a Alex, y definitivamente amaba todo lo que él traía al dormitorio. Sin embargo, anoche fue... intensa, y parecía dejar los chupetones solo en los lugares donde eran más difíciles de tapar.
Meredith entró al baño, bostezando en su mano. "¿Te importaría compartir el viaje conmigo? Algo anda mal con el motor en el mío y- oh Dios mío, Eleanora, ¡¿te peleaste con un vampiro?!"
Meredith estuvo a su lado en un instante, riendo ante la mirada avergonzada en el rostro de su amiga. Tocó el chupetón, Eleanora soltó un grito alejando su dedo.
"¡Para!" Empujó su corrector en la cara de Meredith, su voz ligeramente presa del pánico. "Me quedé sin corrector, y nada más funciona en él y me estoy volviendo loca! Los chupetones pueden ser una idea divertida, pero no puedo ir al hospital con uno. ¡Soy médico, por el amor de Dios!"
Meredith tomó el corrector y resopló. "Oh, por favor, ningún Doctor que se respete a sí mismo dejaría que su novio les diera el chupetón más grande de todos los tiempos. En serio Ella, es enorme."
"¡Ya sé eso!" Gritó Eleanora, volviéndose completamente hacia su amiga. "Por favor, Mer, ayúdame."
Meredith puso los ojos en blanco juguetonamente antes de tomar su propio corrector. "Bien, cielos. Pero te lo advierto, trata de no borrarte el maquillaje. No quiero oír que seas una puta o algo por la cadena de chismes."
Antes de que Meredith pudiera empezar, la puerta del baño se abrió de nuevo. Alex estaba en la puerta, frotándose los ojos antes de que aterrizaran en la clavícula de Eleanora. Una sonrisa cayó en sus labios, pero rápidamente se desvaneció cuando Eleanora dejó escapar un pequeño grito.
"¡Me hiciste esto, imbécil! ¡Soy un médico profesional, no una adolescente cachonda!" Meredith corrió hacia la puerta y empujó a Alex hacia atrás, sacudiendo la cabeza.
"Sal. Como, fuera de la casa, Alex. Corre al hospital y reza para que pueda cubrir esto."
Alex asintió, tropezando hacia atrás. "Te amo, cari-"
"¡Cállate!"
Corrió por el pasillo, y Eleanora pisoteó el marco de la puerta y asomó la cabeza, gritándole.
"¡Yo también te amo!"
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"Meredith me contó sobre el chupetón." Cristina expresó, haciendo saltar a Eleanora. Salían de la habitación del Sr. O'Malley y se dirigían a la de Burke durante las rondas, y Eleanora se volvió y golpeó el brazo de su amiga para intentar que se callara. Cristina soltó una carcajada y llamó la atención.
