Flotaremos hacia ella | Loser club

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Muchos años después

Hospital General de Atlanta

Lorie entra a la oficina con la comida en la mano para su esposo, que estaba trabajando hasta tarde en la oficina del hospital. No se había estado cuidando a sí mismo, así que decidió salir de la casa por primera vez en mucho tiempo. Entró en su oficina con una suave sonrisa.

"Hey Lovey, sé que te has estado quedando hasta tarde aquí las últimas noches, así que pensé que yo -", Lorie ya no se sentía bien ese día y la vista frente a ella hizo que su malestar empeorara instantáneamente. Se le llenaron los ojos de lágrimas y Lorie corrió antes de que pudiera vomitar, ignorando los sorprendidos sonidos de confusión.

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Lorie se sienta en su escritorio en la Mansión de los Perdedores mientras escribe, las lágrimas manchan el papel mientras trata de sorberlas.

Lo siento muchachos, pero ya no puedo hacer esto. No puedo arriesgarme a salir lastimada de nuevo.

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"S-S-Sunshine, no hagas esto." La voz de Bill se quiebra mientras suplica con los brazos extendidos, tratando de que se calme. El corazón de Lorie se rompió ante el sonido de su tartamudeo volviendo, pero lo apartó e ignoró sus súplicas de empujarlo frenéticamente solo para chocar con Stan. Ella trata de luchar contra su control sobre ella, pero él la mantiene firme.

Él la miró con el ceño fruncido y con voz ronca le preguntó frenéticamente: "¡Babylove, por favor! ¡Vuelve adentro y cuéntame qué pasó!"

Lorie finalmente se aleja de Stan, los ignora a ambos y se escapa de su alcance para correr hacia su coche.

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"Mamá, ¿a dónde vamos?" Robin, de seis años, le pide a Lorie después dos horas de viaje en automóvil. Lorie mira a tres niños por el espejo retrovisor. Ella inhala un poco

"E-uh, vamos a una aventura Jay, vamos a sorprender al tío Mike y la tía Laycey". Habla con voz ronca a su hija y va a decir más cuando su teléfono comienza a sonar. Ella mira su teléfono, suspirando cuando se da cuenta de que Stan y Bill ya deben haber llamado a los demás. Suena con la pantalla que muestra una llamada entrante de Richie.

Aceptar o rechazar.

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¡AHG!

Lorie se despierta bruscamente de su triste pesadilla, las lágrimas caen por sus mejillas manchadas de agua. Mira a su alrededor y ve que está en una de las habitaciones de invitados en la casa de Mike y Laycey Hanlon.

No fue una pesadilla. Fue un recuerdo.

Cerró los ojos para alejar la depresión y la tristeza. Ella no pudo hacer esto. Lorie tenía tres hijos por los que tenía que ser fuerte. Con un suave suspiro, se levanta para levantarse de la cama. Tan pronto como la rubia está vertical, siente una gran oleada de náuseas, por lo que se apresura a ir al baño de conexión y vacía su estómago en el inodoro. Había estado con los padrinos de su hijo durante una semana y se había sentido mal durante las últimas dos semanas. Ella simplemente lo anotó como estrés y ahora que es peor, angustia.

Después de hacer un largo trecho, la triste rubia se viste y sale, su destino es la habitación compartida de los niños. Su hija de casi siete años y su hijo de cuatro están profundamente dormidos en la cama, con su hijo de dieciocho meses en la cuna a su lado, recostado en silencio mientras examina su entorno.