voice

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Sin que los demás sepan,

sube el volumen de mi voz,

así sabrás que soy yo,

así mi voz te alcanzará

-Kim Namjoon


El terminar de la primera y el comenzar la segunda semana fue el punto donde me cuestioné seriamente porque seguía aquí y la respuesta fue: curiosidad. Las cosas que Helmi me había dicho habían calado fuertemente en mí.

Todo en ella era un misterio, desde sus ojos oscuros hasta su nariz aguileña, desde las ondulaciones de su pelo hasta su forma de dar la vuelta y dejarme en medio de la calle con el peso de sus palabras.

¿Quién en la vida anda diciéndole cosas así a la gente y puede dar la vuelta como si no pasara nada?
Su voz emitía las palabras de forma tan contundente como un libro abierto llamándome a que lo lea. Ese era el origen de mi curiosidad ¿Qué acontecimientos de su vida habían forjado en ella esa forma de expresarse y de percibir la vida?

Salí luego de almorzar y de haberme pasado la mañana completa leyendo frente a la ventana y fui al café donde trabajaba Helmi. Inmediatamente me vio sentí que se había puesto feliz, me sonrió de lado y le devolví la sonrisa.

—Namjoon —dijo cuando estuvo frente a mi —¿Qué tomarás?

—Un café estaría bien, sin embargo, vine para saber si estarás aquí hasta la noche.

—No en realidad, mi turno acaba en 30 minutos ¿por qué?

—Bueno —susurré dudando un poco — pensé que podríamos montar bicicleta y más tarde cenar en el antiguo mercado o algún otro sitio que consideres —a lo que ella asintió con una sonrisa ladeada incluida.

Aquella tarde era tan bella que me parecía escucharla gritarles a todos que eran un pecado estar dentro de casa. Dejé que Helmi lideraba la marcha porque conocía todo el entorno y de por sí, me sentía bastante torpe en su presencia. Ella llevaba el pelo suelto y el sol lo hacía refulgir como al trigo. Volteaba de vez en cuando para ver cómo iba y esa calidez me daba seguridad, dejé de sentirme torpe y a disfrutar más el paseo. Contra todo pronóstico y como última cosa que llegué a pensar que pasaría, comenzó a llover.

No tuvimos más remedio que dejarnos empapar rumbo a devolver las bicicletas al sitio de alquiler. Sumidos en el silencio ella se dirigió a un establecimiento que quedaba justo enfrente, yo sin preguntar la seguí y resultó que estábamos ingresando a una sauna.

—¿Por qué nos dirigimos aquí?

—Disculpa si no te consulté, pero no querrás agarrar un resfriado, la temperatura será más baja mientras siga lloviendo y avancen las horas, y el camino a casa no será tan agradable como lo fue nuestro paseo, mi amiga es dueña de este sitio y puede conseguirnos ropa seca mientras tomamos la sauna y se seca nuestra ropa en la secadora del local, si no te molesta.

—En lo absoluto, creo que pensaste todo muy rápido. —expresé verdaderamente sorprendido.

—Es a lo que estamos acostumbrados aquí, entrar a una sauna es como ir al mercado, nada especial, pero si agradable, sígueme.

Luego de cambiarnos, nos sentamos en una habitación de la sauna a esperar que secara la ropa, Helmi se notaba tensa y yo me sentía un poco culpable por haber pensado que me estaba llevando a un lugar sombrío.

Forever Rain - Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora